jueves, 29 de enero de 2015

El Bachiller Cabrero y el primer libro de Bautismos de España

Para realizar este artículo he utilizado como principal fuente el trabajo de Luis Antonio Arroyo Rodríguez llamado "Las Anotaciones del Bachiller Juan Cabrero (1523-1530)", algunos artículos propios y lo poco que he encontrado en la web. Quizá la cuestión dé para hacer algo más extenso, lo cual requiere investigación de campo para futuros trabajos. De momento el material disponible permite realizar el presente texto. Debido a que Arroyo Rodríguez transcribe las frases en el castellano utilizado por el Bachiller Cabrero y porque se entiende bastante bien he decido ser fiel a la transcipción del investigador.

Pese a lo expuesto en un primer momento en este artículo, el libro de Bautismos de Santoyo no es el primero que se realizó en España, pero sí uno de los primeros, pues se comenzaron a registrar los sacramentos en dicho libro en 1499. Hay, por lo menos, dos pueblos donde dicho registro comenzó un año antes, en 1498, se trata de San Agustín, en Gran Canaria, y de San Martín de la Vega, en Madrid. El artículo, por cierta manía de escritor, no será retocado pero si que, por su importancia, pondré un anexo Post Scriptum con datos sobre los libros de Bautismos anteriores al de Santoyo. 
Agradezco a don Federico González y don Diego Monzón sus aclaraciones en los comentarios de mi blog de Infovaticana, pues sirven para dar mayor luz a esta cuestión de los primeros libros de bautismos y también para aprender más sobre la historia de los pueblos y pequeñas villas de este país, los cuales conservan con celo su historia, de la cual debemos estar todos sanamente orgullosos.
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Iglesia parroquial de San Juan Bautista (Santoyo)

Introducción
Hubo en el pueblo palentino de Santoyo un buen sacerdote llamado Juan Cabrero. Tenía la titulación académica de Bachiller. Probablemente era santoyano, pues tenía familia en esta villa.  Fue uno de esos extraños personajes con capacidad de adelantarse a su época. Faltaban algunos años para la celebración de un Concilio, el de Trento, que dispuso la norma de que en las parroquias hubiese un libro donde se registrase la administración de los Sacramentos. Aquel Concilio se celebró entre 1545 y el 1563, mientras que nuestro protagonista realizó su recopilación entre el 25 de febrero de 1523 (cuando obtiene el curato de Santoyo) y el 12 de agosto de 1530. Intuye el investigador Luis Antonio Arroyo que, debido a su condición académica, es probable que a partir de esta fecha adquiriera algún cargo catedralicio, motivo por el que dejaría el pueblo. No obstante, como argumenta, nada se sabe de su vida a partir de este año.
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La Palmera. Detalle interior San Juán Bautista
El libro que nos ocupa, prosigue el investigador, es bien conocido en Palencia aunque en ámbito nacional no ha recibido el reconocimiento que merece. Se trata de un libro de 169 folios que fue encuadernado en la imprenta palentina de Abundio Menéndez quizá a finales del siglo XIX o principios del XX, por tanto unos siglos después de haber sido escrito. Según me contó mi padre,  el libro habría estado algunos siglos olvidado en un viejo arcón de la iglesia y a principios del siglo XX fue redescubierto. Entre sus páginas hay anotaciones de bautismos, confirmaciones, bodas y defunciones desde 1499, aunque las correspondientes al Bachiller Cabrero son las escritas de entre 1523 y 1530, asegura Arroyo Rodríguez, por lo que quizá algún otro clérigo (como Juan Naharro, fallecido en 1530) le ayudó en dicha labor. Es probable que un clérigo anterior iniciase el trabajo, que sería continuado por Juan Cabrero. A nosotros, personas del siglo XXI, nos puede resultar muy común que nuestros nombres y apellidos queden registrados cuando recibimos los sacramentos o nos empadronamos en algún sitio, pero ¿Qué movió al Bachiller a escribir sus anotaciones? el investigador cree que lo que le movió fue la "novedad" de lo sucedido. Solía escribir sobre aquello que consideraba novedoso, como lo acontecido en mayo de 1528, cuando cayeron excesivas lluvias, algo que "Vilo y escrevylo aquí porque pareçe cosa nueva en tal tyempo" algo similar, argumenta Arroyo Rodríguez. Este investigador considera que Cabrero realiza con su obra una tarea similar a la de otros autores de su época, quienes también recopilan hechos "novedosos", muchas veces sin aparente importancia, que nos permiten conocer la historia de aquellas poblaciones.

Arroyo Rodríguez en su estudio afirma que las anotaciones del Bachiller Cabrero pueden dividirse en dos clases:  1) anotaciones breves para completar información de partida de bautismo, boda o defunción y 2) referencias ajenas a los sacramentos como pueden ser menciones a obras en la parroquia, nacimientos o defunciones de personajes ilustres, breves pontificios, sucesos locales, hechos históricos, etc. Concuerdo con él cuando dice "dada la variedad de temas que abarcan las apostillas del Bachiller Cabrero, éstas pueden resultar interesantes para diversos campos: arte, demografía, sanidad o historia local". También, por otra parte, si no hubiera sido por sus anotaciones se habría perdido el acta de nacimiento y bautismo de un personaje ilustre de nuestra historia sobre el que daré detalles más adelante. Según Arroyo Rodríguez, el Bachiller sería defensor de esa tesis erasmista que considera la santidad como algo propio también del matrimonio, no sólo de la vida religiosa, ya que también en la vida conyugal pueden vivirse las virtudes cristianas.

Ese conocimiento del pensamiento de Erasmo de Rotterdam, indica el investigador, sugiere que Juan Cabrero conocía el pensamiento del humanista holandés, por lo que "era un hombre culto e interesado por el cultivo de las letras". Efectivamente los clérigos eran quienes mejor conocimiento del pensamiento europeo tenían pero en cuanto al Bachiller, contaba con dos ventajas. En 1212 se fundó en Palencia el Studium Generale, la primera universidad española. En ella había estudiado Santo Domingo de Guzmán. Existía una rica tradición cultural en una diócesis que, por otra parte, durante la Edad Media y el Renacimiento tuvo relativa importancia. Por otra parte, en Santoyo estuvo el convento de Villasilos, cabeza de la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción. Fue fundado por Fray Pedro de Santoyo (quien, junto a San Pedro Regalado y Fray Pedro de Villacreces hizo una importante reforma observante) y de él dependían unos veinte conventos. Es plausible pensar que a través de ese convento llegaba el pensamiento humanista a un pueblo que se encuentra cercano al Camino de Santiago.
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Santoyo y sus eras

Las anotaciones
Luis Antonio Arroyo Rodríguez en su investigación entresaca unas cuantas de ellas, lo que nos permite tener algunas claves sobre el libro en sí. Sobre los bautizos me parece interesante destacar que algunos fueron administrados a niños que murieron al poco de nacer,  como el del hijo de "la mugier de Juan Martín Redondo, baptizóle la comadre Juana Gómes antes que acabase de naçer, púsole nombre Juan, fynóse antes que acabase de naçer". Esto muestra lo que era una realidad muy frecuente entonces, el fallecimiento de bebés incluso recién nacidos, motivo por el cual se bautizaba, en muchas ocasiones, nada más nacer la criatura. También registró, como se ha dicho, acontecimientos meterologicos como el acontecido el lunes 18 de mayo de 1528, fecha en la cual "otros años suele estar todo el mundo seco" y, sin embargo, en Melgar de Yuso hubo una inundación tan considerable que la gente del lugar apenas podía cruzar el arroyo (sic.). Los santoyanos habían ido a dicho pueblo, muy cercano, en "rogación" a su ermita de Santa María de la Vega. Sin embargo 1529 fue un año de sequía, por lo que escaseó el vino, el pan y las hierbas, lo cual pasó factura en los precios de los productos agrícolas. Se trata de un acontecimiento curioso pues da la sensación de que en 1528 hubieran pedido que no lloviese tanto y Dios se lo concedió... pero quizá no tal y como querían los de Santoyo.

Un detalle que me parece bonito resaltar de sus anotaciones es el de los "cantamisas". Uno de ellos fue el de Francisco de Salamanca, hijo del escribano Fernando de Salamanca, quien cantó su primera misa el 5 de julio de 1528. Otro Francisco, pero "de Valladolid" e hijo de Bartolomé, también tuvo su "cantamisa" en Santoyo, concretamente el 19 de julio de 1530. Me impresiona cuando estoy a solas en la iglesia de San Juan Bautista y recreo con la imaginación las misas de entonces, con el templo a rebosar de gente. Continuando con cuestiones eclesiales, aparecen breves pontificios, como el de noviembre de 1528, una bula del Papa, Clemente VII, quien "mandava hazer tres proçessiones y ayunar tres días (...)",  es un documento que permite conocer las tradiciones eclesiales de la época. También, en cuanto a tradiciones eclesiales, hace referencia al 15 de agosto de 1529 cuando "vino aquí en Santoyo y en todo este obispado de Palencia un jubileo de Santo Domyingo de Perpeñán de la Orden de los Predicadores donde está una mano y parte de un braço de Sant Juan Baptista". Para dicho jubileo los feligreses tenían que pagar una cantidad según sus posibilidades, debían hacer ayuno durante tres días, rezar oraciones y en las diócesis tenía que haber una serie de procesiones. Juan Cabrero, sobre este jubileo, nos informa de que "trabajé lo que el Señor tuvo por byen en las confesiones y comunyones en el dycho tyempo, lo asenté aquí por memoria para que los que venyeren, alaben a Dyos por ello". Por lo que apreciados amigos, si van algún día a Santoyo, que espero que sí, alaben a Dios por el buen trabajo de este sacerdote cuya memoria rescatamos.
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Retablo de iglesia San Juan Bautista, de la escuela de Juan de Juni

En el texto del Bachiller Cabrero aparecen reflejados actas de bautizo de personalidades ilustres como Felipe II, de quien hablaba al principio de este artículo. Este Rey tuvo bastante relación con Santoyo pues un Secretario Real suyo, Sebastián Cordero de Nevares, era santoyano, igual que otros miembros de su familia que también obtuvieron dicho cargo,. Por cierto, este Sebastián fue pariente de aquella Marta de Nevares de la que se enamoró Lope de Vega. Sobre Cordero de Nevares escribí un artículo en mi blog personal que traje también a mi blog en Infovaticana. En cuanto a la partida de nacimiento y bautismo le dedicaré un próximo artículo, aunque puedo anticipar que fue escrita por unos escribas reales oriundos de Santoyo y que, gracias a que la enviaron al pueblo, se pudo conservar. En las anotaciones hay también referencias a nacimientos de otras personalidades ilustres, por ejemplo Doña María, hija del emperador y su esposa pues el "Domyngo XXI de junyo (de 1528) paryó la emperatriz doña Ysabel, mugier del emperador don Carlos, en la villa de Madrid"
Hace referencia el Bachiller Cabrero a obras realizadas en la iglesia, como cuando el miércoles cinco de mayo "se puso el esquilón nuevo que truxieron de Burgos (...) tiene letras que dizen ·Vox mea terrorem cunctores demonyorum· y en el borde se le hyzo una cruz", o cuando a finales de agosto "se pusyeron en la capilla mayor desta yglesia de Santoyo las dos vidrieras que la una tiene a Sant Baptista (sic) y Sancta Leocadya (...) la otra vidriera (...) tyene la salutaçión del ángel a Nuestra Señora (...) puso las dichas vidryeras Francisco de Valdivieso. Por otra parte también da cuenta de sus viajes a Amusco para comprar elementos propios del culto litúrgico.
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Espadaña iglesia de Santiago (S. del Val)
Un detalle que hoy resulta sorprendente pero entonces era bastante común fue de la venta de la jurisdicción de los pueblos. Hasta 1529 la villa de Castrojeriz tuvo jurisidicción civil sobre Santoyo, pero en este año fue comprada por Don Rodrigo de Mendoza, conde de Castro. También menciona Juan Cabrero la unión entre Santoyo y Santiago del Val. Este pueblo guarda una historia curiosa pues una vecina suya, María Lezama, fue encargada de crianza del rey navarro Sancho III el Mayor de Navarra. La unión entre ambas localidades aconteció el 13 de mayo de 1530 causando mucha alegría en la villa. Se produjo con la autoridad del emperador don Carlos, quien se encontraba en Italia, y firmada por el Consejo Real y la emperatriz Isabel de Portugal.

Además de a personajes ilustres hay también referencias a acontecimientos históricos. Por ejemplo cuando en 1525 se hicieron "alegrías en Santoyo" porque el infante don Fernando `e otros capitanes´ tenían presos al Rey de Francia, al infante de Navarra, a otros principales franceses. Como murieron bastantes "se dixo una misa de Nuestra Señora y se puso una oraçión por los defuntos". En 1529 hay referencia a otro suceso histórico, cuando "pasó el emperador don Carlos a Ytalya a se coronar con gran poder y tryumpho y llevó gran numero de gente y gran pujança". Cabe decir que Santoyo fue un pueblo especialmente fiel tanto a la Corona de Castilla como, posteriormente, al Rey de las Españas. Otro personaje histórico registrado por el Bachiller Cabrero es Don Antonio de Rojas, primer patriarca de las Indias, arzobispo de Granada y obispo de Palencia, Burgos y Mallorca, quien falleció en el monasterio franciscano de Villasilos ya mencionado y cuyo funeral fue presidido por nuestro protagonista.

Un último hecho que me parece curioso resaltar es el bautismo de María, una hija de Juan Vitese que era conde de Egipto la menor. Probablemente muchos no conozcan este término que hace referencia al pueblo gitano, a quienes en el siglo XV se creía provenientes de Egipto, de hecho la palabra gitano viene de "egipciano" y, según se cuenta en Jaén, se hacían pasar por peregrinos procedentes del Egipto Menor que huían de la persecución tras haber abjurado de la fe cristiana por temor a los sarracenos.

En definitiva, se trata de un documento histórico poco conocido pero que, como creo ha quedado reflejado en las líneas anteriores, tiene gran importancia tanto histórica como documental. Es el primer libro de bautismos y nacimientos que se realizó en España, nos permite conocer la partida natal y bautismal de Felipe II, también habla de otros personajes y sucesos históricos ynos enseña como funcionaba la Iglesia tanto local como en general de aquella época y también elementos sobre la sociedad de la época. Creo por ello que debería ser más conocido, aunque en algunas conversaciones con personas del mundo académico y también con periodistas me han afirmado que conocían la historia de la partida de nacimiento de Felipe II, cosa que me agradó, como pueden imaginar. Santoyo es un pequeño pueblo palentino, unas 300 personas lo habitan, pero tiene una historia bimilenaria que es digna de ser contada. En el futuro volveré a hablar sobre mi pueblo, pues es un lugar al que tengo gran cariño y me satisface darle a conocer. De momento, les emplazo para mi próximo artículo sobre la partida bautismal y natal de Felipe II.

ANEXO Post Scriptum:
-San Martín de Valdeiglesias, por Federico González (Madrid), : "Soy cronista oficial de San Martín de la Vega (Madrid), villa de la que fui archivero hasta mi jubilación. En 1997 publiqué un libro en que, entre otras cosas, transcribía los asientos del libro de bautismos entre 1498 y 1500.
El suyo no es, por consiguiente, el primer pueblo con libro de bautismos, defunciones, matrimonios, cofradías, fábrica, etc.
También Cisneros propició que los curas propios fuesen bachilleres. Y hasta la actual provincia de Madrid llegaba la costumbre de inscribir bautismos olvidando
hacer constar el nombre de la madre".

-San Agustín (Gran Canaria), por Don Diego Monzón, sacerdote: "Diego de Muros, fue Obispo de Canarias desde 1496 a 1506. Muy influenciado por las reformas emprendidas por el Cardenal Cisneros, celebró un Sínodo Diocesano el año 1497 para ponerlas en marcha en ésta, su Diócesis. En la constitución 8 sobre los Sacramentos, decretó que se confeccionase un Libro de Bautismos en la parroquia del Sagrario Matriz, dependiente de la Catedral, en el que constasen el nombre del cura que bautiza, la fecha, el nombre del padre y de la madre, si son legítimos o no, el nombre de los padrinos y otros datos…
Más tarde, la Parroquia del Sagrario Matriz, se estableció por orden del Obispo Buenaventura Codina el año 1852, en la iglesia del extinto convento de la Orden de los Agustinos, con el nombre de Parroquia Matriz de San Agustín.
Soy el Párroco de esta Parroquia y le puedo certificar que nuestro primer Libro de Bautismo consta de 122 folios, en cada folio se inscriben entre cinco y ocho inscripciones todas ellas numeradas. La primera inscripción es del 26 de noviembre de 1498 y la última del 30 de diciembre de 1528. Se conserva relativamente en buen estado. A este libro le siguen correlativamente los siguientes hasta el actual que es el Libro 81. Se conservan íntegramente todos los libros.
Para mayor información puede consultar en nuestra página Web parroquiasanagustin.org un artículo que lleva por título EL PRIMER LIBRO DE BAUTISMO DEL SAGRARIO por Manuel Lobo Cabrera, Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria"