jueves, 29 de enero de 2015

El Bachiller Cabrero y el primer libro de Bautismos de España

Para realizar este artículo he utilizado como principal fuente el trabajo de Luis Antonio Arroyo Rodríguez llamado "Las Anotaciones del Bachiller Juan Cabrero (1523-1530)", algunos artículos propios y lo poco que he encontrado en la web. Quizá la cuestión dé para hacer algo más extenso, lo cual requiere investigación de campo para futuros trabajos. De momento el material disponible permite realizar el presente texto. Debido a que Arroyo Rodríguez transcribe las frases en el castellano utilizado por el Bachiller Cabrero y porque se entiende bastante bien he decido ser fiel a la transcipción del investigador.

Pese a lo expuesto en un primer momento en este artículo, el libro de Bautismos de Santoyo no es el primero que se realizó en España, pero sí uno de los primeros, pues se comenzaron a registrar los sacramentos en dicho libro en 1499. Hay, por lo menos, dos pueblos donde dicho registro comenzó un año antes, en 1498, se trata de San Agustín, en Gran Canaria, y de San Martín de la Vega, en Madrid. El artículo, por cierta manía de escritor, no será retocado pero si que, por su importancia, pondré un anexo Post Scriptum con datos sobre los libros de Bautismos anteriores al de Santoyo. 
Agradezco a don Federico González y don Diego Monzón sus aclaraciones en los comentarios de mi blog de Infovaticana, pues sirven para dar mayor luz a esta cuestión de los primeros libros de bautismos y también para aprender más sobre la historia de los pueblos y pequeñas villas de este país, los cuales conservan con celo su historia, de la cual debemos estar todos sanamente orgullosos.
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Iglesia parroquial de San Juan Bautista (Santoyo)

Introducción
Hubo en el pueblo palentino de Santoyo un buen sacerdote llamado Juan Cabrero. Tenía la titulación académica de Bachiller. Probablemente era santoyano, pues tenía familia en esta villa.  Fue uno de esos extraños personajes con capacidad de adelantarse a su época. Faltaban algunos años para la celebración de un Concilio, el de Trento, que dispuso la norma de que en las parroquias hubiese un libro donde se registrase la administración de los Sacramentos. Aquel Concilio se celebró entre 1545 y el 1563, mientras que nuestro protagonista realizó su recopilación entre el 25 de febrero de 1523 (cuando obtiene el curato de Santoyo) y el 12 de agosto de 1530. Intuye el investigador Luis Antonio Arroyo que, debido a su condición académica, es probable que a partir de esta fecha adquiriera algún cargo catedralicio, motivo por el que dejaría el pueblo. No obstante, como argumenta, nada se sabe de su vida a partir de este año.
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La Palmera. Detalle interior San Juán Bautista
El libro que nos ocupa, prosigue el investigador, es bien conocido en Palencia aunque en ámbito nacional no ha recibido el reconocimiento que merece. Se trata de un libro de 169 folios que fue encuadernado en la imprenta palentina de Abundio Menéndez quizá a finales del siglo XIX o principios del XX, por tanto unos siglos después de haber sido escrito. Según me contó mi padre,  el libro habría estado algunos siglos olvidado en un viejo arcón de la iglesia y a principios del siglo XX fue redescubierto. Entre sus páginas hay anotaciones de bautismos, confirmaciones, bodas y defunciones desde 1499, aunque las correspondientes al Bachiller Cabrero son las escritas de entre 1523 y 1530, asegura Arroyo Rodríguez, por lo que quizá algún otro clérigo (como Juan Naharro, fallecido en 1530) le ayudó en dicha labor. Es probable que un clérigo anterior iniciase el trabajo, que sería continuado por Juan Cabrero. A nosotros, personas del siglo XXI, nos puede resultar muy común que nuestros nombres y apellidos queden registrados cuando recibimos los sacramentos o nos empadronamos en algún sitio, pero ¿Qué movió al Bachiller a escribir sus anotaciones? el investigador cree que lo que le movió fue la "novedad" de lo sucedido. Solía escribir sobre aquello que consideraba novedoso, como lo acontecido en mayo de 1528, cuando cayeron excesivas lluvias, algo que "Vilo y escrevylo aquí porque pareçe cosa nueva en tal tyempo" algo similar, argumenta Arroyo Rodríguez. Este investigador considera que Cabrero realiza con su obra una tarea similar a la de otros autores de su época, quienes también recopilan hechos "novedosos", muchas veces sin aparente importancia, que nos permiten conocer la historia de aquellas poblaciones.

Arroyo Rodríguez en su estudio afirma que las anotaciones del Bachiller Cabrero pueden dividirse en dos clases:  1) anotaciones breves para completar información de partida de bautismo, boda o defunción y 2) referencias ajenas a los sacramentos como pueden ser menciones a obras en la parroquia, nacimientos o defunciones de personajes ilustres, breves pontificios, sucesos locales, hechos históricos, etc. Concuerdo con él cuando dice "dada la variedad de temas que abarcan las apostillas del Bachiller Cabrero, éstas pueden resultar interesantes para diversos campos: arte, demografía, sanidad o historia local". También, por otra parte, si no hubiera sido por sus anotaciones se habría perdido el acta de nacimiento y bautismo de un personaje ilustre de nuestra historia sobre el que daré detalles más adelante. Según Arroyo Rodríguez, el Bachiller sería defensor de esa tesis erasmista que considera la santidad como algo propio también del matrimonio, no sólo de la vida religiosa, ya que también en la vida conyugal pueden vivirse las virtudes cristianas.

Ese conocimiento del pensamiento de Erasmo de Rotterdam, indica el investigador, sugiere que Juan Cabrero conocía el pensamiento del humanista holandés, por lo que "era un hombre culto e interesado por el cultivo de las letras". Efectivamente los clérigos eran quienes mejor conocimiento del pensamiento europeo tenían pero en cuanto al Bachiller, contaba con dos ventajas. En 1212 se fundó en Palencia el Studium Generale, la primera universidad española. En ella había estudiado Santo Domingo de Guzmán. Existía una rica tradición cultural en una diócesis que, por otra parte, durante la Edad Media y el Renacimiento tuvo relativa importancia. Por otra parte, en Santoyo estuvo el convento de Villasilos, cabeza de la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción. Fue fundado por Fray Pedro de Santoyo (quien, junto a San Pedro Regalado y Fray Pedro de Villacreces hizo una importante reforma observante) y de él dependían unos veinte conventos. Es plausible pensar que a través de ese convento llegaba el pensamiento humanista a un pueblo que se encuentra cercano al Camino de Santiago.
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Santoyo y sus eras

Las anotaciones
Luis Antonio Arroyo Rodríguez en su investigación entresaca unas cuantas de ellas, lo que nos permite tener algunas claves sobre el libro en sí. Sobre los bautizos me parece interesante destacar que algunos fueron administrados a niños que murieron al poco de nacer,  como el del hijo de "la mugier de Juan Martín Redondo, baptizóle la comadre Juana Gómes antes que acabase de naçer, púsole nombre Juan, fynóse antes que acabase de naçer". Esto muestra lo que era una realidad muy frecuente entonces, el fallecimiento de bebés incluso recién nacidos, motivo por el cual se bautizaba, en muchas ocasiones, nada más nacer la criatura. También registró, como se ha dicho, acontecimientos meterologicos como el acontecido el lunes 18 de mayo de 1528, fecha en la cual "otros años suele estar todo el mundo seco" y, sin embargo, en Melgar de Yuso hubo una inundación tan considerable que la gente del lugar apenas podía cruzar el arroyo (sic.). Los santoyanos habían ido a dicho pueblo, muy cercano, en "rogación" a su ermita de Santa María de la Vega. Sin embargo 1529 fue un año de sequía, por lo que escaseó el vino, el pan y las hierbas, lo cual pasó factura en los precios de los productos agrícolas. Se trata de un acontecimiento curioso pues da la sensación de que en 1528 hubieran pedido que no lloviese tanto y Dios se lo concedió... pero quizá no tal y como querían los de Santoyo.

Un detalle que me parece bonito resaltar de sus anotaciones es el de los "cantamisas". Uno de ellos fue el de Francisco de Salamanca, hijo del escribano Fernando de Salamanca, quien cantó su primera misa el 5 de julio de 1528. Otro Francisco, pero "de Valladolid" e hijo de Bartolomé, también tuvo su "cantamisa" en Santoyo, concretamente el 19 de julio de 1530. Me impresiona cuando estoy a solas en la iglesia de San Juan Bautista y recreo con la imaginación las misas de entonces, con el templo a rebosar de gente. Continuando con cuestiones eclesiales, aparecen breves pontificios, como el de noviembre de 1528, una bula del Papa, Clemente VII, quien "mandava hazer tres proçessiones y ayunar tres días (...)",  es un documento que permite conocer las tradiciones eclesiales de la época. También, en cuanto a tradiciones eclesiales, hace referencia al 15 de agosto de 1529 cuando "vino aquí en Santoyo y en todo este obispado de Palencia un jubileo de Santo Domyingo de Perpeñán de la Orden de los Predicadores donde está una mano y parte de un braço de Sant Juan Baptista". Para dicho jubileo los feligreses tenían que pagar una cantidad según sus posibilidades, debían hacer ayuno durante tres días, rezar oraciones y en las diócesis tenía que haber una serie de procesiones. Juan Cabrero, sobre este jubileo, nos informa de que "trabajé lo que el Señor tuvo por byen en las confesiones y comunyones en el dycho tyempo, lo asenté aquí por memoria para que los que venyeren, alaben a Dyos por ello". Por lo que apreciados amigos, si van algún día a Santoyo, que espero que sí, alaben a Dios por el buen trabajo de este sacerdote cuya memoria rescatamos.
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Retablo de iglesia San Juan Bautista, de la escuela de Juan de Juni

En el texto del Bachiller Cabrero aparecen reflejados actas de bautizo de personalidades ilustres como Felipe II, de quien hablaba al principio de este artículo. Este Rey tuvo bastante relación con Santoyo pues un Secretario Real suyo, Sebastián Cordero de Nevares, era santoyano, igual que otros miembros de su familia que también obtuvieron dicho cargo,. Por cierto, este Sebastián fue pariente de aquella Marta de Nevares de la que se enamoró Lope de Vega. Sobre Cordero de Nevares escribí un artículo en mi blog personal que traje también a mi blog en Infovaticana. En cuanto a la partida de nacimiento y bautismo le dedicaré un próximo artículo, aunque puedo anticipar que fue escrita por unos escribas reales oriundos de Santoyo y que, gracias a que la enviaron al pueblo, se pudo conservar. En las anotaciones hay también referencias a nacimientos de otras personalidades ilustres, por ejemplo Doña María, hija del emperador y su esposa pues el "Domyngo XXI de junyo (de 1528) paryó la emperatriz doña Ysabel, mugier del emperador don Carlos, en la villa de Madrid"
Hace referencia el Bachiller Cabrero a obras realizadas en la iglesia, como cuando el miércoles cinco de mayo "se puso el esquilón nuevo que truxieron de Burgos (...) tiene letras que dizen ·Vox mea terrorem cunctores demonyorum· y en el borde se le hyzo una cruz", o cuando a finales de agosto "se pusyeron en la capilla mayor desta yglesia de Santoyo las dos vidrieras que la una tiene a Sant Baptista (sic) y Sancta Leocadya (...) la otra vidriera (...) tyene la salutaçión del ángel a Nuestra Señora (...) puso las dichas vidryeras Francisco de Valdivieso. Por otra parte también da cuenta de sus viajes a Amusco para comprar elementos propios del culto litúrgico.
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Espadaña iglesia de Santiago (S. del Val)
Un detalle que hoy resulta sorprendente pero entonces era bastante común fue de la venta de la jurisdicción de los pueblos. Hasta 1529 la villa de Castrojeriz tuvo jurisidicción civil sobre Santoyo, pero en este año fue comprada por Don Rodrigo de Mendoza, conde de Castro. También menciona Juan Cabrero la unión entre Santoyo y Santiago del Val. Este pueblo guarda una historia curiosa pues una vecina suya, María Lezama, fue encargada de crianza del rey navarro Sancho III el Mayor de Navarra. La unión entre ambas localidades aconteció el 13 de mayo de 1530 causando mucha alegría en la villa. Se produjo con la autoridad del emperador don Carlos, quien se encontraba en Italia, y firmada por el Consejo Real y la emperatriz Isabel de Portugal.

Además de a personajes ilustres hay también referencias a acontecimientos históricos. Por ejemplo cuando en 1525 se hicieron "alegrías en Santoyo" porque el infante don Fernando `e otros capitanes´ tenían presos al Rey de Francia, al infante de Navarra, a otros principales franceses. Como murieron bastantes "se dixo una misa de Nuestra Señora y se puso una oraçión por los defuntos". En 1529 hay referencia a otro suceso histórico, cuando "pasó el emperador don Carlos a Ytalya a se coronar con gran poder y tryumpho y llevó gran numero de gente y gran pujança". Cabe decir que Santoyo fue un pueblo especialmente fiel tanto a la Corona de Castilla como, posteriormente, al Rey de las Españas. Otro personaje histórico registrado por el Bachiller Cabrero es Don Antonio de Rojas, primer patriarca de las Indias, arzobispo de Granada y obispo de Palencia, Burgos y Mallorca, quien falleció en el monasterio franciscano de Villasilos ya mencionado y cuyo funeral fue presidido por nuestro protagonista.

Un último hecho que me parece curioso resaltar es el bautismo de María, una hija de Juan Vitese que era conde de Egipto la menor. Probablemente muchos no conozcan este término que hace referencia al pueblo gitano, a quienes en el siglo XV se creía provenientes de Egipto, de hecho la palabra gitano viene de "egipciano" y, según se cuenta en Jaén, se hacían pasar por peregrinos procedentes del Egipto Menor que huían de la persecución tras haber abjurado de la fe cristiana por temor a los sarracenos.

En definitiva, se trata de un documento histórico poco conocido pero que, como creo ha quedado reflejado en las líneas anteriores, tiene gran importancia tanto histórica como documental. Es el primer libro de bautismos y nacimientos que se realizó en España, nos permite conocer la partida natal y bautismal de Felipe II, también habla de otros personajes y sucesos históricos ynos enseña como funcionaba la Iglesia tanto local como en general de aquella época y también elementos sobre la sociedad de la época. Creo por ello que debería ser más conocido, aunque en algunas conversaciones con personas del mundo académico y también con periodistas me han afirmado que conocían la historia de la partida de nacimiento de Felipe II, cosa que me agradó, como pueden imaginar. Santoyo es un pequeño pueblo palentino, unas 300 personas lo habitan, pero tiene una historia bimilenaria que es digna de ser contada. En el futuro volveré a hablar sobre mi pueblo, pues es un lugar al que tengo gran cariño y me satisface darle a conocer. De momento, les emplazo para mi próximo artículo sobre la partida bautismal y natal de Felipe II.

ANEXO Post Scriptum:
-San Martín de Valdeiglesias, por Federico González (Madrid), : "Soy cronista oficial de San Martín de la Vega (Madrid), villa de la que fui archivero hasta mi jubilación. En 1997 publiqué un libro en que, entre otras cosas, transcribía los asientos del libro de bautismos entre 1498 y 1500.
El suyo no es, por consiguiente, el primer pueblo con libro de bautismos, defunciones, matrimonios, cofradías, fábrica, etc.
También Cisneros propició que los curas propios fuesen bachilleres. Y hasta la actual provincia de Madrid llegaba la costumbre de inscribir bautismos olvidando
hacer constar el nombre de la madre".

-San Agustín (Gran Canaria), por Don Diego Monzón, sacerdote: "Diego de Muros, fue Obispo de Canarias desde 1496 a 1506. Muy influenciado por las reformas emprendidas por el Cardenal Cisneros, celebró un Sínodo Diocesano el año 1497 para ponerlas en marcha en ésta, su Diócesis. En la constitución 8 sobre los Sacramentos, decretó que se confeccionase un Libro de Bautismos en la parroquia del Sagrario Matriz, dependiente de la Catedral, en el que constasen el nombre del cura que bautiza, la fecha, el nombre del padre y de la madre, si son legítimos o no, el nombre de los padrinos y otros datos…
Más tarde, la Parroquia del Sagrario Matriz, se estableció por orden del Obispo Buenaventura Codina el año 1852, en la iglesia del extinto convento de la Orden de los Agustinos, con el nombre de Parroquia Matriz de San Agustín.
Soy el Párroco de esta Parroquia y le puedo certificar que nuestro primer Libro de Bautismo consta de 122 folios, en cada folio se inscriben entre cinco y ocho inscripciones todas ellas numeradas. La primera inscripción es del 26 de noviembre de 1498 y la última del 30 de diciembre de 1528. Se conserva relativamente en buen estado. A este libro le siguen correlativamente los siguientes hasta el actual que es el Libro 81. Se conservan íntegramente todos los libros.
Para mayor información puede consultar en nuestra página Web parroquiasanagustin.org un artículo que lleva por título EL PRIMER LIBRO DE BAUTISMO DEL SAGRARIO por Manuel Lobo Cabrera, Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria"

miércoles, 21 de enero de 2015

Reflexiones tras mi Profesión como Franciscano Seglar

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(Publicado en Infovaticana el 10 de junio de 2014).

La Orden Franciscana Seglar (OFS) ocupa, dentro de la gran familia franciscana, un lugar peculiar pues son laicos que han decidido seguir a Jesucristo Pobre y Crucificado a la manera de San Francisco de Asís, consagrando de esa manera su vida al servicio de Dios y de los hombres. Es la tercera rama de la Orden Franciscana. La Primera Orden son los frailes hermanos menores (capuchinos, conventuales...), la Segunda Orden son las monjas (clarisas, ect,) y mientras que la Orden Tercera, los llamados Terciarios, se compone de Regulares y Seglares. Los regulares viven en comunidad, mientras que los seglares viven en el mundo y pueden ser o bien laicos o bien sacerdotes diocesanos (santos famosos son san Luis de Francia, santa Inés de Hungría o san Juan Bosco y San Pío X).

Podemos decir, por tanto, que consagrarse dentro de la Orden Franciscana Seglar supone comprometerse a un modo de vida evangélico yendo "del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio". Es decir, que un franciscano seglar, entre otras cosas, se dedica al estudio asiduo del Evangelio llevando a su vida las enseñanzas que de él extrae y, a la vez, conforma su propia vida a aquello que le enseña el Evangelio. Es cierto que todo fiel cristiano debe vivir conforme a lo que enseña el Evangelio, por ello cabe destacar que la gran diferencia entre un laico y un franciscano seglar supone esa consagración especial unida a una Regla y unas Constituciones que fijan el modo de vida de quien entra a formar parte de la Orden Franciscana Seglar. Por otra parte, se accede a la Orden Franciscana Seglar a través de una fraternidad y existen unos plazos de formación convenientes con el fin de asegurar la vocación (pues ser franciscano seglar es una vocación, una llamada de Dios) tanto por parte del interesado como de los hermanos de la dicha fraternidad (pues, de hecho, hay un Consejo que discierne si la persona tiene o no vocación, votando en consecuencia).

Ese paso fue el que, de modo perpetuo, dí el pasado 24 de mayo. Ya en 2012 profesé de manera temporal, pues entonces tenía que reafirmar si tenía vocación de franciscano seglar o no. Esa profesión temporal la renové en 2013 y en mayo, por fin, ya profesé de forma perpetua. Fue una jornada de gran gozo, que me ha enriquecido notablemente y, a la vez, me hace consciente de que me he comprometido por algo por lo que verdaderamente merece la pena comprometerse: por el cumplimiento del Evangelio y de la voluntad de Dios. Para quien sienta curiosidad por la Orden Franciscana Seglar, en esta web hay gran información al respecto.

¿Por qué es motivo de gozo la Profesión?
Siento que el Señor, aún con mis pecados e imperfecciones, me ama desde la Eternidad. Soy consciente de que, ya antes de crear el mundo, tenía contados hasta el último de mis cabellos. Durante mi infancia me preservó de múltiples peligros, algunos realmente importantes. Por otra parte, siempre me acompañó durante aquellos años en que sufrí acoso escolar y sentía en mi alma, como puñaladas, la malquerencia de algunas personas hacia mí. Sin embargo el Señor nunca me dejó solo y puso personas en mi camino que me hicieron sentirme amado, especialmente mi familia y algunos buenos amigos.

Siempre tuve claro que Dios me llama a cumplir su voluntad. Anduve por varios posibles caminos para ese cumplimiento, pasando por un Seminario Diocesano incluso, pues llegué a sentir una probable vocación al sacerdocio. Sin embargo, a lo que estoy llamado desde la Eternidad es a seguir a Jesucristo tal cómo hizo san Francisco de Asís, haciéndome pequeño y humilde, alabando a la Creación y, sobre todo, ayudando a los demás a encontrar la luz de Dios en sus vidas. Siento que Dios me llama a dar luz a las gentes, a decirles que Cristo está vivo, que ha resucitado, a proclamar la Buena Nueva: que todos somos amados por Él, que ha dado su vida para salvarnos y nos llama a un camino de conversión que tiene como meta la santidad si hacemos su voluntad. Sí, porque aunque Dios nos ama, o quizá porque Dios nos ama, nos pide esa conversión, ese volver toda nuestra vida a Él y al cumplimiento de sus enseñanzas. Si cumplimos la voluntad de Dios podemos ser santos, pero es algo que hay que enseñar a las almas, hay que ayudarles a comprender el por qué de cumplir la voluntad de Dios, sobre todo en este mundo de tanto relativismo y tanta confusión. Por eso es importante la conversión. Vivir en el mundo no supone ser del mundo, y creo que los franciscanos seglares podemos tener un papel importante en la Nueva Evangelización de la que nos han hablado tanto el Papa Emérito Benedicto XVI como el Papa Francisco.

Por otra parte, siento que Dios me llama a ser un pequeño candil que ilumine al mundo, mostrando a Jesucristo Pobre y Crucificado, dando consuelo a tantas personas que sufren. Veo mucho sufrimiento, sobre todo en lo concerniente al misterio que suponen la enfermedad y la muerte. Muchas personas no ven sentido a la vida, incluso niegan la existencia de Dios porque no tienen la presencia de alguien que les de esperanza, que les hable de lo que padeció Jesús, y les explique por qué lo padeció. No han escuchado, o no han comprendido lo que supone, que Jesús resucitó y sienten que tras esta vida no hay más que vacío. Por ello me siento de alguna manera llamado a ayudar a estas personas, a quienes se encuentran enfermos, a quienes sufren por la pérdida de un familiar o un amigo. El otro día escribí sobre experiencias cercanas a la muerte. Yo no he tenido experiencias cercanas a la muerte como tal, pero si que me ha ocurrido alguna vivencia que, unida a lo que he escuchado y visto, además sobre todo de mi fe en Dios, que me hacen estar completamente seguro de que existe vida después de esta vida. Y es a eso a lo que me siento llamado, dar esperanza sobre esa Vida Eterna y a intentar mostrar, como lo hacía san Francisco, el camino para poder ser feliz en esa vida que comienza al finalizar la presente: Jesucristo.

Me llena de gozo haber sido escogido entre su rebaño para seguirlo dentro de la familia franciscana. A la vez me deja estupefacto, pues ni soy buen teólogo, ni buen filósofo, ni tan siquiera puedo decir que sea santo, aunque esto último espero poder serlo (os pido oración). Pero una vez escuché que Dios no llama a los capaces, sino que capacita a los que llama. Durante estos años de formación he visto acercarse a la OFS a personas que, por una u otra razón, al final no continuaron el camino de formación previo a profesar. Yo no soy mejor que ellos, eso lo tengo claro. Pero si soy consciente de que si Dios me ha llamado a esta forma de vida cristiana es por algo y si dejo que el Espíritu Santo y su Santa Operación actúen en mí puedo poner mis dones y talentos al servicio del Reino de Dios. No obstante, al mismo tiempo que un gran gozo, siento una enorme responsabilidad por lo que supone ser franciscano seglar, que va más allá de ir simplemente a misa o hacer obras caritativas y otros servicios a la Iglesia que cualquier laico pueda desempeñar.

¿Por qué me siento enriquecido?
Siempre he sentido el carisma franciscano como la forma más pura y auténtica de vivir el Evangelio y de seguir a Jesucristo. Muchas veces he dicho que san Francisco ha sido el tercer más grande santo de la historia (por detrás, claro está, de Jesucristo y de la Virgen María, claro que estos "juegan en una liga diferente" si me permiten la digresión). Recuerdo cuando era pequeño y leía una historia ilustrada de san Francisco, o cuando escuchaba a mis mayores hablar sobre el convento franciscano que hubo en Santoyo años ha y que desapareció tras la desamortización de Mendizábal). Como digo, siempre tuve gran cariño al Poverello. Ese ver a la Creación toda como hermana, ese ayudar a los pobres y necesitados, entre otras cosas, siempre me cautivaron. Me siento plenamente identificado con el franciscanismo: con san Francisco y santa Clara, con san Buenaventura y el beato Duns Escoto.

El franciscanismo es algo que enriquece la fe que me enseñó mi familia, aportándome esos valores que san Francisco nos legó. De pequeño alguna vez pensaba "me gustaría tener algún hermano mas de mi edad", pues mis hermanas son mayores que yo. Sin embargo, lo que he comprendido en estos años dentro de la Orden Franciscana Seglar es que Dios estaba esperando a darme más hermanos. Sí, como dijo san Francisco: "El Señor me dio hermanos", todos somos hijos de Dios, por ello tú, querido lector, eres mi hermano, igual que cualquier feligrés con el que comparta una Eucaristía, igual que cualquier persona, pues hemos sido creados por Dios, somos creaturas suyas. Comprender esto es algo que me lleva a darme cuenta de lo que verdaderamente significa "amarás a tu prójimo como a ti mismo". Si no tuviera a mi prójimo como un hermano, probablemente me costaría bastante amarle, sobre todo si ese prójimo, por ejemplo, me empuja en el metro porque lleva prisa o cosas parecidas. Pero darme cuenta de que es mi hermano me ayuda a perdonar y a orar tanto por él como por mí (especialmente para que sane posibles malos sentimientos que puedan surgirme). Es algo que está enriqueciendo a todos los niveles mi vida, tanto humana como cristianamente.

Por otra parte, me siento enriquecido también porque el Señor me ha dado un camino de conversión, de metanoia, para hacerlo vida en mí y, con ello, tratar de crecer yo y de ayudar a otros a crecer, buscando así la salvación de las almas. Muchas veces nos preguntamos "¿Señor, qué he de hacer?" y si no tratamos de escucharle puede ocurrir que se nos escape lo que Dios nos está queriendo decir, perdiendo por tanto la forma de saber cual es su voluntad y cual es el camino de conversión que ha elegido para nosotros. Como dije antes, estuve en un Seminario Diocesano. Cuando salí de allí estuve un tiempo obcecado en que tenía que irme a otro Seminario, para hacer la voluntad de Dios. Sin embargo, terminé dándome cuenta de que la voluntad de Dios, el camino de conversión y salvación que ha escogido para mí es el de ser franciscano seglar. Después ya me hará ver a su tiempo y forma si quiere que me case, que termine siendo sacerdote o que simplemente sea franciscano seglar sin optar por ninguno de esos caminos. De momento, lo que tengo claro, es que quiere que me centre en ser franciscano seglar, en seguir creciendo por este camino.

La vida es continúa formación y permanente crecimiento, pero para crecer necesitamos la ayuda de los hermanos. Por eso los franciscanos seglares nos reunimos en fraternidades locales, pues aunque no vivimos en comunidad necesitamos crecer y formarnos juntos. La fe crece si se comparte, es una de las grandes verdades que me enseñaron hace ya algunos años.  A la vez, los hermanos necesitan de nosotros para crecer. Sea un consejo, una palabra de ánimo, sea nuestro servicio en la Fraternidad local, regional o nacional. Igualmente cualquier cristiano necesita a sus hermanos para poder crecer en el seguimiento de Cristo. Por eso creo que los franciscanos seglares podemos tener un papel bonito e importante dentro en la labor de la Iglesia. Además, por nuestro vivir en el mundo, podemos llegar a aquellos que se encuentran alejados de la Iglesia o que no creen en Dios y anunciarles la Buena Nueva. O simplemente, ayudar, confortar, consolar a quien se encuentra necesitado, triste o atribulado.

¿Por qué me siento comprometido?
Ser franciscano seglar supone comprometerse a vivir plena y totalmente el Evangelio, con radicalidad, dando testimonio de mi fe y obras como franciscano y cristiano. Esto conlleva gran responsabilidad. Me siento comprometido a conseguir, con la ayuda de Dios, un mundo mejor, donde los que sufren, especialmente niños, se sientan amados y todos nos sintamos hermanos, como realmente somos. Me siento comprometido a dar luz, colocando el celemín junto al Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo para que todos puedan verlo y amarle, para que quien no le conoce se pueda convertir. Por tanto, me siento comprometido a dar luz y esperanza a una humanidad que gime desconsolada como en medio de las tinieblas.
Por ello, querido lector, te pido ores por mí, para que sea fiel a este camino al que el Señor me ha llamado y para que, con la ayuda de la Virgen María, pueda ser santo. Ojalá a través mío sean muchos los que encuentren a Jesucristo y le tengan por Dios y Señor, convirtiéndose y, con ello, se puedan ganar almas para el Reino de Dios.

Querido lector, termino deseando que el Señor te bendiga y te guarde, te muestre su rostro y te de su salvación. Que todas las criaturas alaben al Señor. Paz y Bien.

Historia devoción Sagrado Corazón. Beato Bernardo de Hoyos

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(Publicado en Infovaticana el 29 de junio de 2014)
Este pasado viernes 27 de junio se celebró la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, una devoción a la que se adhiere todo aquel que se siente cansado y agobiado (y no sólo estos, claro), sintiéndose aliviado por nuestro Señor.  Muchos son, sin embargo, los que no conocen el origen de esta devoción en España ni la figura del Padre Bernardo de Hoyos, a quien el propio Jesús prometió "Reinaré en España", una frase que me da esperanza sobre que en nuestro país terminará reinando Jesús a pesar de que hoy a veces me pueda desalentar por el ateísmo que se promueve desde algunas posiciones radicalizadas.
Beato Bernardo de Hoyos, su vida y obras.
Bernardo de Hoyos nació en Torrelobatón (Valladolid) el 20 de agosto de 1711. Nació en dicho pueblo porque su padre, Don Manuel de Hoyos, trabajaba allí como secretario del Ayuntamiento, pero su familia procedía de un lugar llamado Hoyos. Doña Francisca de Seña, su madre, nació en Medina del Campo. Fue bautizado en la iglesia de Santa María de Torrelobatón. Con 9 años recibió el Sacramento de la Confirmación y un año después fue a estudiar a Medina del Campo, al colegio de los jesuitas, donde permanecería dos años, hasta que se trasladó al colegio que la Compañía de Jesús tenía en Villagarcía de Campos. Con catorce años fue admitido en el noviciado de los jesuitas y con diecisiete años emitió los votos simples perpetuos. Desde los 17 hasta los 20 años estudió Filosofía en el colegio de los Santos Pedro y Pablo en Medina deo Campo y desde los veinte años estudió Teología en el colegio de San Ambrosio de Valladolid.
Con veintiún años escuchó hablar por primera vez sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Se encontraba copiando fragmentos de un libro titulado "De cultu Sacratissimi Cordis Iesu", pues se le había encomendado esta taréa, y fue entonces cuando conoció el origen de esta devoción. Según cuenta el propio santo, jamás había sentido algo parecido al sentimiento que entonces tuvo, pues se encontró "muy agusto, sintiéndome amado". Al día siguiente, mientras rezaba delante del Santísimo Sacramento, Jesús le reveló que quería que a través de él se extendiese en España esta devoción y le aconsejó que se dirigiese con el Padre Juan de Loyola,  al cual contó todas sus experiencias místicas. Posteriormente el arcángel San Miguel le explicó a Bernardo de Hoyos cómo debía difundir la devoción al Sagrado Corazón en España y que a pesar de multitud de dificultades que habría terminaría venciendo, algo que le sería confirmado por el Sagrado Corazón cuando dijo que "Reinaré en España con más veneración que en muchos otros lugares".
Con veintitrés años, aunque aún no tenía edad para ordenarse e iba a comenzar cuarto curso de Teología, sus superiories pidieron dispensa para que pudiera ordenarse de Diácono aquel año. Poco después se ordenó Presbítero celebrando su Primera Misa en el colegio de San Ignacio de Valladolid. Sin embargo en 1735, con veinticuatro años de edad, a los pocos meses de haber sido ordenado sacerdote, falleció víctima del tifus tras haber recibido el Viático y la Santa Unción. De sus escritos nos quedan varios centenares de cartas, principalmente al Padre Juan de Loyola, además de escritos espirituales, apuntes y sermones, aunque muchos se perdieron con la expulsión de la Compañía de Jesús de España en 1767. La principal fuente que nos permite conocer estos escritos es el libro "Vida del V. y angelical joven P. Bernardo Francisco de Hoyos de la Compañía de Jesús", escrito por su director espiritual en los cuatro años siguientes a la muerte de Bernardo de Hoyos. Fue beatificado en 2010 por el Papa Benedicto XVI.
La Devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Esta devoción existe desde los primeros tiempos de la Iglesia, pues ya entonces se meditaba sobre el costado y el corazón abierto de Jesús. Aunque el Padre Bernardo no escuchó hablar sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús hasta que cumplió ventiun años, esta ya estaba extendida por Francia gracias a los escritos de Santa Margarita Maria de Alacoque. Un día que esta santa se encontraba rezando delante del Santísimo Sacramento, que se encontraba expuesto en el altar, se le mostró Nuestro Señor Jesucristo, quien le reveló que su Sagrado Corazón no recibia "sino ingratitud, ya por sus irreverencias (las de los hombres) y sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de amor". Lo que mas le dolía a Jesús, según le dijo a Santa Margarita, era que quienes le trataban de esa forma eran corazones que le estaban reparados, por eso le pidió "que se dedique el primer viernes de mes, después de la octava del Santísimo Sacramento, una fiesta particular para honrar mi Corazón, comulgando ese día, y reparando su honor con un acto publico de desagravio, a fin de expiar las injurias que ha recibido durante el tiempo que he estado expuesto en los altares". Prometió que, si esto se hacía, se derramaría con abundancia el divino amor de sobre los que le dieran este honor y procuren le sea tributado este honor al Sagrado Corazón de Jesús.
Santa Margarita María de Alacoque escribió sobre la importancia de consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús que "cuando nos hemos consagrado y dedicado por completo a este Corazón adorable, para honrarle y amarle con todos nuestros medios, abandonándose a El, El se cuida de nosotros y nos hace arribar al puerto de salvación, a pesar de las borrascas".  Felipe V, rey de España por entonces, tuvo una actitud favorable ante la expansión de esta devoción. De hecho el 10 de marzo de 1727 escribió al Papa Benedicto XIII pidiéndole "para todos mis Reinos y Dominios, Misa y Oficio propio del Sagrado Corazón de Jesús". El Papa aceptó esta propuesta promulgando la devoción. Hasta 1919 la devoción fue creciendo y en este año, concretamente el 30 de mayo, el rey Alfonso XIII consagró España al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, en Getafe y en 2009 se renovó esta consagración. En España la devoción está muy extendida, como puede verse en la consagración de ciudades como Toledo, San Sebastián, Pamplona o Valladolid entre otras.
Las promesas que le hizo Jesús a Santa Margarita María de Alacoque para todos los devotos del Sagrado Corazón de Jesús son:
Les daré todas las gracias necesarias a su estado; Pondré paz en sus familias; les consolaré en sus penas; Seré su refugio seguro durante la vida y, sobre todo, en la hora de la muerte; Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas; Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada; Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el océano infinito de la Misericordia; Las almas tibias se volverán fervorosas; Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos; quienes propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él; Les prometo en el exceso de mi Misericordia que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final, no morirán sin mi gracia ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será su refugio en aquel momento supremo;
Las tres condiciones para ganar esta gracia son: recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción, tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final y ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
En definitiva, queridos hermanos, seamos devotos del Sagrado Corazón de Jesús y no temáis por mucho que veáis que las cosas en España están mal, pues Jesús prometió que su Sagrado Corazón reinará en España. Tengamos fe, oremos para que todo se haga para la mayor gloria de Dios y trabajemos por mejorar la situación en nuestro país en todos los sentidos. Que Dios os bendiga.
Fuentes:
http://www.bernardo-francisco-de-hoyos.info/
http://www.gecoas.com/religion/Trabajos/sgado_corazon/P-Bernardo.htm
Breve biografía realizada en Castilla y León Televisión
http://www.cerrodelosangeles.es/espiritualidad/lossantos/index.html
http://noticias.lainformacion.com/religion-y-credos/papa/la-obra-vida-de-bernardo-hoyos-rescata-la-biografia-que-loyola-escribio-en-el-siglo-xviii-sobre-el-beato-vallisoletano_f52sM45w73wbTLW5L3Eat4/
http://www.devocionario.com/jesucristo/corazon_1.html
http://www.aciprensa.com/fiestas/sagradocorazon/index.html

A algunos más les valdría no haber nacido. STOP Bullying

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(Publicado en Infovaticana el 5 de noviembre de 2014)
He querido titular este artículo usando palabras de Jesucristo que, aunque duras, expresan a la perfección como me siento. De nuevo mi alma  vuelve a aullar, como si de un lobo se tratase, ante el daño sufrido por uno de esos pequeños por los que Nuestro Señor Jesucristo dijo que pobres de aquellos que hicieran daño a uno sólo de ellos. Esta vez ha ocurrido en Madrid, concretamente en el Colegio San José del Parque. En esta ocasión no ha habido un Jokin o una Carla saltando al vacío ante la cruel situación de acoso y violencia escolar que padecían, pero si hay un niño, un menor de edad, una de esas criaturas predilectas de Dios (si no nos hacemos como ellos, no entraremos en el Cielo, recordadlo) que arrastra profundas heridas físicas, psicológicas y emocionales debido a las cuales le han declarado una minusvalía del 33%.

Mucho se nos llena la boca a la hora de hablar de los Derechos de los Niños, mucho nos horrorizamos cuando pervertidos como el pederasta de Ciudad Lineal cometen sus repugnantes actos. Sin embargo callamos ante el drama social que supone el acoso y violencia escolar. Callamos ante una situación que padecen más de un 20% de nuestros escolares, (X Informe Cisneros, 2007). Callamos y nos lavamos las manos como Poncio Pilatos ante un drama que crea unas lesiones que, en muchos casos, difícilmente se pueden borrar por mucho que pasen los años. Si estamos haciendo leyes para proteger a nuestros menores ¿Por qué no hacemos lo mismo en los colegios e institutos? es mejor callar, no manchar "el buen nombre de la institución", como parece está sucediendo en este caso (el colegio denunció por calumnias a la madre, parece ser) y como en otros casos que conozco sucedió.

Claro, es muy fácil lavarse las manos, es muy fácil, parece ser, culpabilizar a la víctima, decir que miente, cambiarle de colegio (cuando lo que deberían irse son los acosadores). Pero cuando uno ve los dibujos que R., el menor del que habla la noticia, realizaba con apenas 10 años se le cae el alma a los pies. Ese niño, como tantos otros, estaba acostumbrado a una cruel rutina, a una perversa rutina consistente en que cada vez que iba al colegio sentía miedo, indefensión e impotencia por no verse capaz de afrontar esa situación, sentía soledad ante la inacción de los profesores y de aquellos compañeros que, sin acosarle, callaban. R., igual que Jokin o Carla, se sentía intimidado, apocado, reducido a la miseria como persona, sometido, amilanado, aplanado, estaba consumido intelectual y emocionalmente ante las agresiones padecidas... y era UN NIÑO ¿De verdad alguien merece sufrir esto siendo un niño? por que, señores, el estrés postraumático y las depresiones que padece no le han venido por arte de magia, no. Jokin no se suicidó, le suicidaron. A R, esas lesiones no le han venido de forma mágica, se las han creado ante el silencio y las miradas cómplices, ante la falta de acción de quienes debieron protegerle. Los daños psicológicos no vienen por arte de magia, son la repetición de conductas de acoso y violencia unidas al sentimiento de indefensión. 

Esa es la pura realidad. Es fácil, aparentemente, intentar negar la situación y querer callar a quien lo denuncia llamándole embustero. Pero quienes conocemos lo que el acoso escolar supone sabemos que no es el primer caso en el que las autoridades académicas hacen gala del corporativismo y pretenden callar al que denuncia. Así funcionan, generando miedo. Pero al final la verdad siempre sale a relucir. Conozco un caso bastante flagrante, un niño que acudía a cierto colegio madrileño, perteneciente a una entidad religiosa fundada por un personaje un tanto oscuro pese al rigor con que dicha entidad funcionaba, casi como una auténtica legión. El padre, muy católico, intentó por todos los medios que aquello acabase, por las buenas. Pero al final no tuvo más remedio que cambiar a su hijo de colegio debido al acoso y violencia que sufría. Si, es una curiosa manera la que tienen los cómplices del acoso escolar de dar la vuelta a la tortilla, de generar miedo. En el caso de Jokin Ceberio, para más inri, tres de los acosadores eran hijos de profesores del Instituto.

Existe una ley del silencio ante el acoso escolar, una ley que trata de suavizar, camuflar o distorsionar este problema con eufemismos como el de "son conflictos entre escolares", como si fuera equiparable una disputa entre menores, iguales en fuerza, al hostigamiento al que varios niños pueden someter a otro. Este caso del colegio San José del Parque no es el primero, por tanto, en el que se trata de silenciar y de crear una sensación de impunidad para los agresores a la cual contribuye la denuncia del colegio a la madre de R. Ya ocurrió con el colegio Amor de Dios de Alcorcón, condenado a pagar 32.000 euros porque "incumplió el deber de cuidado" de uno de sus alumnos, de diez años, ante "una situación de acoso que toda la clase y profesores conocían" pues no actuó "ni castigando las conductas de maltrato ni llamando a sus padres ni aplicando el reglamento interno del centro" sino que, según informa el Diario el País, su única actuación fue decir a los padres que "el niño debía hacer frente por si mismo a los problemas, que más vale sólo que mal acompañado y otros mensajes de autojustificación". Esto es una vergüenza ¿Desde cuando el ser humano ha dejado indefenso a sus niños ante las agresiones exteriores? ¿Os imagináis a una mujer del Paleolítico dejando que su bebé se enfrentase, por si sólo, ante una situación de peligro, por ejemplo que hubiera lobos en las cercanías? Entonces ¿Por qué lo consentimos? basta ya, hombre. Basta ya de silencios, basta ya de complicidades, basta ya de intentar callar a las víctimas y conformarse con cambiarlas de centro. Basta ya de terrorismo escolar.

Para mi Trabajo de fin de Máster, que versaba sobre el acoso escolar, me explicaron desde Cooperación Internacional que aparentemente el suicidio de Jokin Ceberio tenía que haber sido la puerta que abriera a la concienciación de la sociedad frente al acoso escolar. Me explicaban que, sin embargo, no se está haciendo todo lo que se debería hacer ante este drama. No sólo desde los colegios e institutos, sino desde la clase política, pues "no hay políticas públicas claras que apuesten por incluir materias de prevención y actuación frente al acoso escolar".

No se puede seguir callando ante este drama social, debemos darnos cuenta de que no es un juego de niños, mantra repetido por quienes lo minimizan. No es posible que en nuestro país haya más de un 20% de escolares que sufren acoso y violencia escolar. No es posible que haya más de un 35% de alumnos que reconocen haber sufrido en algún momento de su vida acoso escolar. Es una puñetera vergüenza que haya un 81% de adolescentes preocupados por el acoso escolar en nuestro país. Es hora de que la sociedad tome responsabilidad y se conciencie. No sólo por nuestros menores, sino por nosotros mismos. Los acosadores escolares de hoy son los que en el día de mañana agredirán a sus parejas o a sus compañeros de trabajo. ¿De qué nos sirve criticar la corrupción económica y moral si permitimos el acoso escolar? Por qué, señores, el problema de España no es la crisis económica. El auténtico problema de nuestro país es la corrupción moral que padece la sociedad. El acoso escolar provoca graves daños en la sociedad, pues si no hay una infancia y juventud bien formada en el respeto al otro es difícil que los adultos se respeten entre ellos.

Cuando yo era pequeño había aún una preocupación en la sociedad por educar en valores a niños y jóvenes. Recuerdo que durante toda la tarde se emitían dibujos que mostraban valores como el compañerismo, la amistad, la tolerancia, el respeto entre iguales. Hoy, sin embargo, lo que se emite a esas horas, en las cuales hay niños y adolescentes frente a los televisores, en muchos casos estando solos en casa, lo que hay son programas que fomentan el hedonismo, la superficialidad, el si tienes "tableta de chocolate molas, sino eres un gordo seboso", donde unos se gritan a los otros. Esto lo ven los niños, que son como esponjas, y lo hacen suyo, sometiendo al acoso y violencia escolar a sus compañeros.

En el caso de R., como en tantos otros, tenía que aguantar, día si día también, que le golpeasen, que le dieran cachetes y le rompieran el tímpano, que le golpeasen los genitales y en las piernas le provocasen moratones, esos moratones que el cadáver de Jokin Ceberio tenía cuando fue revisado por el forense, moratones antiguos, moratones que contaban una historia de dolor y sufrimiento, algo que sufría un niño, que sufre más de un 20% de nuestros escolares, algo intolerable. "Mamá, si no me hubieran hecho lo que me hicieron, sería una persona completamente diferente", cuenta su madre que decía cuando empezó a ir al psicólogo. ¿Cómo es posible que un niño llegue a esa situación y nadie haga nada? pero es la cruda realidad. El que esto escribe sufría el lanzamiento de toda clase de objetos sobre él, lápices, gomas de borrar, estuches, mientras el profesor no hacía nada por evitarlo.
En la red se están leyendo en estos momentos opiniones encontradas. Hay quien dice "yo fui a ese colegio y estoy muy agradecido". Afortunados ellos, que no tuvieron que vivir una situación de acoso y violencia escolar. Pero también se puede leer a quien dice "yo fui a ese colegio y lo sufrí". También en el Instituto Talaia, tras el suicidio de Jokin, otra menor tuvo que cambiarse de centro educativo debido al bullying padecido.

En definitiva, quiero acabar recordando que, según la Declaración de los Derechos del Niño odos los niños tienen los mismos derechos, derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, derecho a vivir, crecer y ser educados en un entorno adecuado, derecho a ser consultados sobre las situaciones que se les afecten y a que sus opiniones sean tenidas en cuenta. Esto parece ser no ha ocurrido en el caso de R., como tampoco ocurrió en el caso de Carla, de Jokin, en el de Amanda Todd, en tantos casos, muchos de ellos que ni siquiera fueron conocidos por la sociedad.

Reitero que es una vergüenza el hecho de que siga habiendo impunidad para quienes cometen acoso y violencia escolar. Es una vergüenza que los colegios e institutos, centros que deberían garantizar el aprendizaje de sus alumnos en óptimas condiciones y con la seguridad de no verse dañados, callen los casos de acoso ocurridos en sus centros para no manchar el "buen nombre de la institución". Es una vergüenza que en muchos casos la situación de acoso se "solucione" con el cambio de centro del menor acosado en vez de con la expulsión de sus agresores. Yo me pregunto ¿Acaso la solución para con el pederasta de Ciudad Lineal fue cambiar a sus víctimas de barrio o ciudad? no ¿Verdad? se encarceló al agresor sexual. Entonces ¿Por qué no se encierra a los acosadores escolares? Me es profundamente indiferente el hecho de que sean menores de edad. Son menores de edad, pero no tontos, un niño sabe perfectamente lo que está bien y lo que está mal, sobre todo si han recibido la debida educación. Pero, como he dicho, lo fácil es cambiar de centro al menor acosado. Nos quitamos de enmedio el problema.... hasta que se produzca otro caso de bullying en nuestro centro.

Me gustaría terminar simplemente recordando aquello que decía Jesucristo, mi Maestro, sobre los abusos cometidos contra los pequeños. Más les valdría a quienes ejercen la violencia y el acoso escolar atarse a una piedra de molino y arrojarse al mar. Más les valdría a quienes optan por el silencio cómplice ante los casos de acoso y violencia escolar haber sido, al menos, fríos o calientes porque Dios a los tibios les vomita de su boca. Más le vale a todo aquel que participa de forma activa o es cómplice del acoso escolar convertirse, porque de lo contrario no salvarán su alma y sus ojos llorarán a oscuras por no poder ver a Dios mientras golpean, por necios, las puertas del banquete eterno. Que Dios se apiade de su alma. Señor, te pido por tus pequeños, por esos pequeños que sufren acoso y violencia escolar, prótegeles. Por mi parte, no callaré ante estas injusticias. No hay mayor pecado que dañar a un niño, no tiene perdón de Dios. El que tenga ojos, que vea. El que tenga oídos, que oiga. El que sea justo, que actúe. Sé que mis palabras suenan duras y ásperas, pero si sirven para concienciar, si sirven para salvar a los niños de padecer un drama como el bullying creedme si os digo que sonarán como palabras agradables.

Enseñanza sobre "Hágase tu voluntad" (Renovación Carismática)

Dios es Padre y Creador de Cielo y Tierra
Dios es Padre y Creador de Cielo y Tierra
El pasado lunes 17 de noviembre dí una enseñanza en el grupo de oración de la Renovación Carismática Católica que se reúne a orar en Nuestra Señora de Fátima.  Estamos meditando las diferentes peticiones del Padrenuestro y, en esa ocasión, a mí me tocó hablar sobre aquella que reza "Hágase tú voluntad así en la Tierra como en el Cielo". Creo interesante compartirlo bajo la luz de este candil, pues siempre puede ayudar a alguien el leerlo.  Por ese motivo lo publico tal cual lo redacté de cara a realizar el esquema con el que hablé entonces:

Buenas tardes, queridos hermanos, hoy vamos a reflexionar sobre esa petición del Padrenuestro que reza “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.  Es probablemente uno de los más bellos del Padrenuestro. Sin embargo, es también uno de los más complicados de entender para quienes somos meros hijos de Dios.
Existen muchas formas de enfocar la cuestión de la voluntad divina. Me gustaría, en esta enseñanza, meditar sobre dos que considero fundamentales. Por un lado lo que significa que se haga la voluntad de Dios, por otro lado lo que esa voluntad significa en aquellos momentos que acaso no podemos entender, como una enfermedad, una catástrofe o la muerte de un ser querido.

Como ya nos han enseñado otros hermanos, Dios es creador, lo cual significa que nada existe si no es por voluntad divina, Para que algo exista hace falta que haya sido creado previamente. Por tanto, para que exista el Universo, nuestro planeta, nosotros, es necesario que haya actuado una Inteligencia Creadora, pues no somos fruto del azar, como algunos cientificistas pretenden que creamos, sino que  es necesaria la voluntad divina para que existamos. Podríamos no haber existido, podría haber ocurrido que mis padres no se hubieran conocido, no habría nacido yo. Pero era voluntad de Dios que se conocieran y pudiera, así, nacer yo. Una de las definiciones más hermosas que existen sobre Dios es la de que “es Amor”. Hemos sido creados por un Dios Padre al que se define con la palabra Amor, utilizada en su máxima potencia.

Además, Dios ha creado tanto lo que existe en el Cielo, realidades angélicas y demás, como todo lo que existe sobre la Tierra. Ha creado por puro amor, pues en realidad no le hacía falta que existiera la vida, pero Él ha querido que fuera así, pues nos ama desde la Eternidad y hasta las últimas consecuencias. Como nos ha creado por amor, le entristece cuando el hombre no cumple su voluntad, igual que el chico se entristece cuando la chica amada no le corresponde.
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El Hijo obedeció y se entregó por nosotros
Sólo comprendiendo esto, podemos darnos cuenta de cuanto nos ama, es un Dios fue capaz de entregar a su propio Hijo en la Cruz para salvar al hombre, que se encontraba herido por el pecado original. Comprendiendo esto podemos ver e
l verdadero significado del “Hágase tu voluntad”. Cuando decimos al Padre que se haga su voluntad estamos volcando toda nuestra vida en un Dios que ha pensado y nos ha amado desde toda la Eternidad, y lo hacemos con “infinita confianza, porque Tú eres mi Padre”, tal como rezaba el beato Charles de Focauld.  Nos enseña Jesucristo que nadie conoce el Padre sino al Hijo, que sólo se va al Padre por el Hijo. Al mismo tiempo nos dice que nos hagamos como niños para poder heredar el Reino ¿Por qué? Porque es fundamental a la hora de ser discípulo suyo el tener la confianza que tiene el niño para con su Padre. Decía El Principito que “lo esencial es invisible a los ojos, sólo se ve con el corazón” y yo me atrevería a añadir “con el corazón de un niño”, con la mirada confiada y obediente con que el niño mira al papá que le está enseñando.

Vivimos en una sociedad que nos lleva  al consumismo inmediato, a obtener las cosas de forma rápida, incluso cuando no son convenientes para nosotros, o haya que pisotear a otras personas para lograrlo. Quizá por ese motivo el “hágase tu voluntad, Padre” es lo más antimundano que exista. Núcleo fuerte de la espiritualidad carismática es la oración de alabanza pero También le pedimos cosas a Dios, ¿verdad?  Queremos encontrar un trabajo, que se cure un enfermo allegado, que ocurra tal acontecimiento que deseamos. Son deseos loables, evidentemente. El problema viene cuando pedimos algo a Dios sin contar con su voluntad. He conocido personas que dejaron de ser cristianos porque se murió un ser querido, porque enfermaron o por otras circunstancias tristes de la vida.  ¿Por qué ocurre? Creo que porque esas personas no han puesto a Dios Padre en el centro de su vida, o quizá querían que se hiciera la voluntad humana y no la divina. Dios es puro misterio para nosotros, su voluntad lo es, y esta podemos entenderla cuando, en circunstancias dolorosas, somos conscientes de que en realidad lo que tenemos no nos pertenece.
Dios es amor ¿Verdad? Vosotros ¿Qué soléis hacer con aquellos a quienes amáis? Les regaláis cosas ¿No? Pues eso ha hecho Dios con nosotros. Todo lo que tenemos nos lo ha regalado, por pura gracia, pero en realidad no nos pertenece. La familia, los amigos, la salud, el trabajo… son regalos que el Señor nos ha puesto en nuestra vida. Me encanta Job y su frase “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, si aceptamos las cosas buenas que nos ha dado Dios ¿No vamos a aceptar lo malo?” si guardamos esto en nuestro interior, siguiendo el ejemplo de María Santísima, nos damos cuenta de que lo que tenemos es por pura gracia de Dios, es un regalo suyo y, por ello, no debemos enfadarnos con El cuando nos arrebate algo que apreciábamos, pues debemos aceptar que es su voluntad, aunque humanamente no lo comprendamos. No lo entendemos ahora, pero siempre Dios puede sacar un gran don de nuestro dolor. Aceptar la voluntad de Dios es, en resumidas cuentas, confiar plenamente en un Padre que es puro amor, abandonarnos totalmente a Él, sabiendo que nos ama, aunque nos pida renuncias y sacrificios.

Muchas veces he rezado a lo largo de mi vida por personas enfermas, algunas en estado de gravedad. La última ha sido Teresa Romero. Siempre lo he hecho diciendo “hágase tu voluntad”. Cuando rezaba por mi padre evidentemente quería con toda mi alma que se curase de su enfermedad. Pero hubiera sido egoísta exigirle a Dios su curación, pues mi padre fue un regalo que Él me hizo (y un grandísimo regalo, el mejor que me han hecho). Diciendo “Señor, te pido por mi padre, sánale si es tu voluntad” estoy diciendo “Señor, quiero a mi padre, quiero que se cure, pero hágase tu voluntad, pues a ti te pertenece”. Dios es amor, es Creador, nunca quiere el mal para nosotros. Si se lleva a un ser querido no es por hacernos la puñeta, sino porque necesitaba a esa persona a su lado. Además ¿No creemos que Dios es el creador del Cielo y la Tierra? ¿No creemos en la Resurrección? Entonces no debemos desesperarnos por la partida de un ser querido, sino saber que sigue viviendo en otra vida, inmortal, y pedir por su alma, para que descanse en paz.
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Sigamos el ejemplo de María para que se haga la voluntad del Padre en nuestra vida
Ocurre con frecuencia, en mi caso con demasiada, que pedimos a Dios cosas que siendo buenas, no nos convienen. Como sabéis, fui seminarista. Tras dejar el Seminario recuerdo que le pedía a Dios, casi le exigía, volver al Seminario. No volver al que estuve, sino a otro. Era como si le exigiera a Dios ser sacerdote. Me estaba apropiando de algo que en realidad no era mío. Esto me causó mucho dolor psicológico. Con el tiempo fui comprendiendo cosas. No era bueno que volviera al Seminario tan pronto. Es más, posiblemente mi vocación en realidad no era ser sacerdote y el obcecarme en algo que, aunque bueno en sí, no lo era tanto para mí, me estaba produciendo dolor. Comprendí que lo que debo hacer es abandonarme a Dios, a ese Dios que tiene un plan para mí desde el principio de la Creación y decirle “hágase tu voluntad en mi vida”.  Si el Señor me quiere sacerdote, me ordenaré, si el Señor me quiere casado, me casaré, si me quiere en un convento me haré fraile y si me quiere soltero predicando y ayudando a la Iglesia, pues así se hará. Quizá esa sea la auténtica sabiduría, el darme cuenta de que en mi vida, en nuestra vida, no debe imperar el “hágase mi voluntad”, pues ni tan siquiera la vida nos pertenece, sino que debe reinar el hágase tu voluntad, Padre”. Seamos conscientes, cuando rezamos el Padrenuestro, que diciendo “hágase tu voluntad” estamos reconociendo el Señorío del Padre en nuestras vidas, reconociendo que todo lo que tenemos no nos pertenece, sino que es un regalo de Dios, perdiendo además el miedo al futuro, pues sabemos que Dios tiene contado hasta el último de nuestros cabellos y debemos ponernos confiadamente en sus manos. Aunque el cumplimiento de la voluntad de Dios exige renuncias ya que al reconocer su Señorío nos debemos, por tanto, apartar de aquello que nos aleja de Él.

Enseñaba Santa Teresa de Jesús que “amar la voluntad propia antes que la de Dios nos carga de barro y plomo”. Tenemos que mirar por encima de nuestros conceptos humanos, por buenos que puedan parecer, y atender a la voluntad de Dios antes que a la nuestra. Es una acción que puede resultar dolorosa, enseñaba la Santa Doctora, pues supone “una purificación que aunque a veces haga llorar el alma nos deja completamente libres para Dios, ya que nos vacía de todo lo que no es Él para que Él nos pueda llenar completamente. Una persona totalmente entregada a la Voluntad de Dios no puede sino vivir en paz, uno de los frutos del Espíritu. Podrán venir momentos de tormenta pero si tenemos confianza en el “Amigo que nunca falla”, enseñaba, si nuestra voluntad es una con  la Suya ¿Qué podemos temer?” Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene, nada le falta, rezaba.
Pasemos al segundo punto. Si Dios es creador, es lógico pensar que tiene la potestad de crear, pero también la de destruir el mal y el sufrimiento. Entonces ¿es voluntad de Dios qué exista el mal? Evidentemente no. Sin embargo, a la hora de hechos trágicos se suele decir lo de “¿Dónde está Dios?  Cuando uno se hace esta pregunta sin buscar soluciones es porque no ha comprendido ese “Hágase tu voluntad”. Me explico. Dios es Todopoderoso, pero requiere de nuestra colaboración para que se cumpla su voluntad. Él tiene poder para acabar con el mal, para evitar desastres, pero si el ser humano no pone de su parte tampoco puede violentarnos, pues nos ha dado libre albedrío. Recuerdo el accidente de AVE en Santiago, 2013¿Dónde está Dios? Pues, para empezar, estaba en los vecinos de Angrois que fueron a ayudar. Allí se hizo la voluntad de Dios, pues esas buenas personas fueron colaboradores, quizá muchos sin saberlo, de la voluntad divina, rescatando a los heridos, yendo a donar sangre, etc.

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No seamos cómplices permitiendo que el mal crezca
Irak 2014, un grupo de fanáticos yihaidistas siembran el terror.  ¿Por qué no los aniquila Dios, de forma directa? Pues porque, probablemente, su voluntad esté en que se les haga frente desde la unión de las personas que somos más o menos buenas. Dios cuenta con nosotros para que se haga su voluntad. Nos ha creado libres, pero cuenta con nosotros. Enseñaba el Benemérito Papa Benedicto XVI que “la voluntad de Dios no es para el hombre una ley impuesta desde fuera, que lo obliga, sino la medida intrínseca de su naturaleza, una medida que está inscrita en él y lo hace imagen de Dios, y así criatura nueva”. Es decir, somos seres libres, pero hechos a imagen de Dios, colaboradores del Sumo Bien que es Dios. Pedir que se haga su voluntad es también querer entrar más en el misterio del amor de Dios, orientando la vida totalmente a Él, que es la bondad misma.

Siendo conscientes de esto, podemos comprender el alcance de la voluntad divina. Cuando rezamos “hágase tu voluntad” no sólo estamos diciendo “Señor, me pongo en tus manos” sino “cuenta conmigo”. Cuando en el Padrenuestro rezamos que se haga la voluntad del Padre estamos asumiendo de forma plena la misión que como hijos suyos tenemos, y lo hacemos hasta sus últimas consecuencias. El Padre San Pío de Pietrelcina exhortaba a que “toda tu vida se vaya gastando en la aceptación de la voluntad del Señor, en la oración, en el trabajo, en la humildad, en dar gracias al buen Dios”.

Hay que cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas, sí, pero ¿Cómo saber cual es su voluntad? La respuesta es fácil, decía San Pío, “la tenemos en la Sagrada Biblia y resumida en los diez mandamientos de la Ley dada a Moisés y los mandamientos de la Iglesia. Pero ¿Qué significa aceptar la voluntad de Dios en mi vida personal? Podemos decir que aceptar la voluntad de Dios es conocer y cumplir también las obligaciones que cada uno tiene en su relación con Dios, con la sociedad, con la familia, en el trabajo. Es también muchas veces negar nuestra propia voluntad, cediendo ante la voluntad del prójimo, que es un  hermano y no un enemigo.

Aceptar la voluntad de Dios supone escuchar la voz de nuestra conciencia, que nos invita a las buenas obras aunque nos cueste sacrificio y tengamos que vencer la pereza y la comodidad.  Aceptar la voluntad de Dios supone también aceptar con paciencia y espíritu de fe los acontecimientos de la vida, el día a día, con sus beneficios y pérdidas, con sus éxitos y fracasos, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas sin dejarnos llevar por el pesimismo o la desesperación sino confiando siempre en la bondad y omnipotencia divinas, manteniendo la esperanza”.
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Oración de Jesús en Getsemaní: Hágase tu voluntad, Padre
El mejor ejemplo sobre el cumplimiento de la voluntad del Padre lo tenemos en Nuestro Señor Jesucristo, que nos enseña el deseo del hijo que ama a su padre cuando exclama “he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”, algo que se plasma en Getsemaní con ese “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”, momento en el que Jesús experimentó el sufrimiento y la prueba que implicaba la aceptación de la voluntad del Padre.
El mismo Jesús nos enseñó que el Padrenuestro debe ser nuestra oración preferida y, quizá por ello, sabiendo nuestra debilidad y cobardía, incluyó esta petición de “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

Como hemos visto, para comprender bien lo que significa rezar el “Hágase tu voluntad”, primero hemos de darnos cuenta de que Dios es Padre, nos ha creado no por azar sino por puro amor. Si somos creados por amor por tanto no podemos temer sino que debemos confiar en ese Padre. Cuando éramos pequeños y nuestro padre nos decía “hijo, esto se hace de tal forma” confiábamos en él. Con mayor motivo hemos de poner nuestra confianza en el Padre a la hora de elevar nuestras súplicas. Esa confianza, no obstante, no puede ser egoísta, sino que ha de ser una confianza hasta las últimas consecuencias, incluso aunque ocurra aquello que tememos. La vida no es algo que nos pertenezca. Nadie puede añadir años a su vida pues esta es algo que pertenece a Dios. El “Hágase tu voluntad” es un “Señor, me gustaría que sucediera tal cosa, pero me pongo en tus manos, pues ocurra lo que ocurra será bueno a tus ojos, aunque yo no lo comprenda”. Las cosas de Dios son puro misterio, no podemos llegar a comprenderlas todas, quizá en la otra vida lo hagamos. Por ese motivo, porque nada nos pertenece, estamos poniendo toda nuestra confianza en ÉL, pase lo que pase, pues de todo saca un bien.

Cuando murió mi padre sentí una gran pena, lógicamente, pero Dios sacó grandes bienes de mi. Fui venciendo complejos e inseguridades que siempre me habían acompañado, porque quería  que mi padre estuviera orgulloso de mí, sabía además que desde la otra vida seguía cuidándome. Aunque me gustaría que hubiera seguido viviendo, siento paz al comprender que era voluntad de Dios que viviera 65 años, una vida muy plena en todos los sentidos. Cuando estaba enfermo, sobre todo en los peores momentos, yo rezaba diciendo “Señor, quiero que se cure, pero hágase tu voluntad”. Nueve años después de su muerte he ido comprendiendo que la voluntad de Dios se hizo en mi padre, una persona que trabajó, que tuvo tres hijos y pudo conocer a la primera de sus tres nietos. Siete meses antes de su muerte vio conseguido su último sueño: vivir en un chalet. Sería fácil pensar “Qué poco le permitió Dios disfrutar de ello”. Pero, cuando uno comprende la voluntad de Dios, se da cuenta de que fue grande con mi padre hasta el último momento. En aquellos meses él, que se había criado en un pueblo, disfrutó de la vida en el campo pero, además, vivió de nuevo el gran misterio de la vida al conocer a su nieta. Aún recuerdo la cara de felicidad diciéndole a mi abuelo “Gerardo, que feliz estoy aquí”. Si, se cumplió la voluntad de Dios en mi padre hasta el último momento. Aunque humanamente pueda parecer que se fue demasiado pronto es preciso comprender que la voluntad de Dios era exactamente esa, porque era lo que Dios quería, de esa forma fue algo bueno.

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Cuando contemplo el Cielo y las estrellas que has creado...
Sí, hágase tu voluntad Señor, sea la que sea, pues tu eres grande, tú sabes por qué haces las cosas como las haces. Eso, queridos míos, debemos decir cuando rezamos. Mirad el cielo estrellado, la armonía con la que nosotros giramos en torno al sol mientras la luna gira alrededor nuestro. Cuando decimos “hágase tu voluntad” estamos mostrando que tenemos confianza. La confianza está unida a la virtud de la esperanza. Eso mostramos cuando decimos “hágase tu voluntad”, estamos poniendo nuestra esperanza en Aquel que es el único en el que podemos esperar.

También, como hemos visto, el “Hágase tu voluntad” es un ponerse al servicio de Dios, pues en muchos momentos requiere nuestra colaboración para que se haga su voluntad. Pongo un ejemplo. Tuve que repetir COU, el curso preuniversitario, por lo que esperé un año a poder hacer la Selectividad. Yo quería estudiar Historia, pero para ello antes debía superar esa prueba. Durante ese curso le pedía a Dios aprobar y poder ingresar en la Universidad. Así sucedió, tanto porque confié en que Dios me ayudaría como, sobre todo, porque puse mi trabajo al servicio del cumplimiento de su voluntad. Si me hubiera limitado a rezar, sin colaborar estudiando probablemente aún estaría tratando de aprobar aquellos exámenes. Soy un apóstol del Ora et Labora, reza y trabaja, reza y colabora para que pueda darse cumplimiento a la voluntad divina. Hágase tu voluntad, Señor, Creador de Cielo y Tierra, Eterna Sabiduría, Amor puro sin límites.

Quiero terminar con un texto de San Francisco en su Paráfrasis sobre el Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la Tierra: para que te amemos con todo el corazón (cf. Lc 10,27), pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, empleando todas nuestras energías y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio, no de otra cosa, sino del amor a ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie”. Sea todo para mayor Gloria de Nuestro Señor Jesucristo y de Santa María, Madre de Dios.