martes, 4 de febrero de 2014

FEMEN, el timo de la juventud superficial y el control mental

manipulacion
En los últimos días ha sido noticia que un grupo de chicas, desnudas tal como vinieron al mundo, acosaron y agredieron a Monseñor Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, cuando iba a acceder a la parroquia de los Santos Niños  Justo y Pastor de Madrid.
Para empezar, me resulta curioso que estas marionetas (que es lo que son) supieran que en dicha parroquia iba a celebrar Monseñor Rouco una Eucaristía, incluso la prensa estaba presente (lo cual muestra que estuvo preparado con alevosía y premeditación). Pero sobre todo me resulta curioso que hayan elegido la presencia del Arzobispo en una parroquia dedicada a unos niños, como fueron Justo y Pastor, pues los niños representan la pureza, la inocencia, la bondad, todo lo contrario a los anti-valores que quienes tejen los hilos en FEMEN (que, por cierto, son hombres) y en general en el mundo del aborto, tienen por bandera.  Pero lo que realmente me parece deleznable es que alguien sea capaz de agredir a un anciano de 77 años (me da igual que se trate de Rouco Varela o del moro Muza) porque le da rabia que ese anciano plante cara a esos anti-valores que defienden. Por cierto,  Svyatski, el hombre que creó FEMEN, llamaba a estas mujeres con calificativos tan “feministas” como “zorras” (lo cual muestra hasta que punto denigran en dicho colectivo la dignidad de la mujer).
Siempre digo que me resulta llamativo que alguien defienda el aborto esgrimiendo argumentos como “progreso”.  Ya en las Grecia y Roma de la Antigüedad se practicaba el aborto. A veces incluso se asesinaba a los niños, como en Esparta, cuando estos nacían con deformidades y otros problemas físicos que les “incapacitaba” para servir a los líderes de la manada (analogía muy gráfica, lo sé). Curiosamente una de las ideas que defienden quienes manejan los tejemanejes en la cuestión del aborto (que no son otros que los que mandan de verdad en el mundo, las élites financieras) es la de eliminar ya en el seno materno a aquellos que, debido a que presentan deformidades o enfermedades que les pueden incapacitar para trabajar). Esto de por sí ya es dramático y aberrante pues, detrás de todo ello, no solo hay un interés de “pureza de la raza humana” que recuerda a ciertas practicas llevadas a cabo en Europa en los años 30 y 40, sino que, lo que persiguen esas élites, es tener únicamente individuos sanos, personas a las que esclavizar, que vivan tan solo para trabajar y, de esa manera, los ricos cada vez serán más ricos y los pobres más pobres.  Por eso las FEMEN, y quienes están detrás de estas pobres marionetas, cometen la osadía de llamar “sagrado” a algo como el aborto, es decir pretenden dar carácter de sacralidad a asesinar a un bebé en el vientre materno ¿Hay algo más aberrante e inhumano?. Se trata de un nuevo intento, de pervertir el lenguaje. Sagrado solo puede ser Dios y aquello que de Él viene: la Vida. Nunca el asesinato puede ser sagrado, tan solo tiene un nombre: demoníaco. Y, señores, seamos claros, el aborto supone arrancar de cuajo una vida humana, por ello se trata de asesinato. Nunca puede haber derecho a matar, por ello nunca el aborto podrá ser sagrado. En Castilla al pan se le llama pan, y al vino vino, por ello, como buen castellano, lo digo claramente: el aborto es un asesinato.
En el fondo, en toda esta cuestión, subyace lo que comentaba en esta reflexión acerca de la juventud superficial. Quieren crear (¿Quiénes? las élites que he comentado y que seguiré denunciando) una juventud idiotizada, superficial, materialista. Una juventud que tan sólo piense en sexo para que no sean conscientes de que están siendo manejados como títeres. Por eso apuestan fuerte por engañar a las masas con el tema del aborto. Son conscientes de que si en la consciencia humana el sexo es simplemente un divertimento mas (como quien se va a tomar unas cervezas con un amigo), arrancando de raíz el verdadero valor del sexo (dar plenitud al matrimonio y crear vida) no solo acaban con la familia (verdadero bastión frente a estos canallas) sino que crean una masa de personas a la que poder dominar, esclavizados por el sexo y esclavizados para trabajar. Les interesa que solo haya individuos “puros” para tenerlos explotados trabajando, por ello defienden el aborto y por eso no quieren que haya gente que reciba ayudas públicas, pues quieren seguir enriqueciéndose. Por eso también engañan a la mujer diciéndola “si trabajas no puedes tener un hijo” y echan de sus trabajos a las mujeres que se quedan embarazadas. No quieren que los tornillos de la maquinaria que les enriquece paren ni un momento y tampoco quieren que haya tanta gente sobre la Tierra, defienden también el aborto para reducir la población mundial.
Por ello han creado un instrumento como FEMEN, mujeres que llevan a cabo prácticas terroristas. Para llevar a cabo una practica terrorista no hace falta poner una pistola en la nuca de alguien, o una bomba. Terrorismo es intimidar, crear miedo, y eso es lo que hacen las que forman parte de FEMEN y organizan esos asaltos. Pretenden acallar con sus actos la voz de la Iglesia, para ello usan a mujeres a las que manejan mentalmente. Quienes manejan el mundo saben que, si alguno de ellos, fuera a tirar calzoncillos a Rouco, quizá se hubiera llevado un mamporro. Pero ¿Quién pega a una mujer? por eso usan a mujeres, pues nadie se va a defender ante una agresora (aunque sea por miedo a la Ley). Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la Luz.
Estas mujeres de FEMEN, y en general quienes apoyan el aborto, se creen que son libres por pensar así. Pero, en realidad, son esclavos/as mentales de quienes manejan los hilos en el mundo. No hay más que ver los rostros de quienes el domingo acosaron a Rouco: rostros desencajados, miradas llenas de ira. Hay quienes dicen que están endemoniadas. Yo creo que detrás de ellas está el demonio, pero se trata de un demonio de carne y hueso, encarnado en hombres que quieren arrancar a las mujeres su condición más auténtica y sagrada: la de ser madres. En el fondo me dan pena estas mujeres, pues creo que nadie en sus cabales defendería algo como arrancar de cuajo una vida humana. Desde el momento de la concepción hay vida y eso, señores, es lo más sagrado que existe. Tan sagrado que me atrevería a decir aquello que ya Jesús en el Evangelio decía: “Ay de aquellos que hacéis daño a uno de mis pequeños, más os valdría ataros a una piedra y arrojaos al mar”. En mí código moral, aquel que me han enseñado tanto en mi familia como en la Iglesia, considero que el peor pecado, aquel que no tiene perdón de Dios, es hacer daño a un niño. Con el aborto se está haciendo daño a niños, pues no se les permite vivir. Más les valdría a quienes dirigen clínicas abortistas y a quienes promueven el aborto, atarse a una piedra y arrojarse al mar. El mundo, desde luego, mejoraría mucho.
(Ya escribiré acerca de quienes dominan el mundo, las élites financieras y demás. Hay mucha tela que cortar, Roschildt, Rockefeller, etc.)

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