jueves, 12 de diciembre de 2013

Cataluña rumbo al caos de la mano de la falsedad histórica



Ha saltado a la palestra algo que venía comentandose en esos mentideros políticos que hoy en día son los foros de debate por internet y donde, a semejanza de aquellas Gradas de San Felipe en Madrid, se debaten chascarrillos de todo tipo, también y, quizá, sobre todo, políticos. El Presidente de la Generalitat Catalana, Artur Mas, ha anunciado el pacto de tres partidos catalanes para llevar a cabo el 9 de octubre de 2014 un referendum soberanista con el que pretenden llegar a la independencia del pueblo catalán.

Dos claves para entender lo que está ocurriendo

Se trata de una consulta que, con la Constitución en la mano, es ilegal. El artículo 2 de la Constitución Española afirma, de forma concluyente, la indisolubilidad de la unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Se trata de un artículo que, junto con el resto de la Constitución, han utilizado los presidentes de la Generalitat, diputados o alcaldes catalanes cuando han jurado su cargo. Para empezar se puede decir, por tanto, que están cometiendo una acción realmente grave, pues se levantan contra su propio juramento. Pero esque además, dicho artículo, explica de forma clara y concisa que España es una nación indivisible y que pertenece a todos los españoles. Es decir, ni se puede dividir ni puede una parte de España decidir en nombre de todos los que somos españoles. Un argumento que he leído por twitter era que Rajoy no deja a los catalanes expresarse, pero más bien lo que ocurre es que deberia ser a todos los españoles a quien fuera dirigida dicha consulta, no solo a los catalanes. Por tanto, señor Mas, si tan democrático dice usted que es ¿Por qué no abre la consulta para que participen los casi 50 millones de españoles?  
Además el artículo los artículos I de la Constitución recalca también que España es un país que, aunque reconoce la pluralidad política, la igualdad, justicia y libertad, la soberanía nacional reside en el pueblo español, no puede decidir una parte por el todo. Pero, además, según el artículo 8, declarar de forma unilateral la independencia o romper la unidad de España podría ser delito y motivo para que las Fuerzas Armadas (Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire) intervengan pues "tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional".

Por otra parte la independencia de Cataluña conllevaría que este hipotético país quedase excluido de la Unión Europea (lo cuál no solo implica no formar parte de ella, sino también dificultades en cuanto a acuerdos políticos, económicos...) tal como hoy ha afirmado Herman van Rompuy, Presidente del Consejo Europeo, pues si Cataluña se independizase quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea, teniendo que hacer una petición para volver a ingresar en ella, algo que exige el voto favorable de todos y cada uno de los Estados Miembros "Cataluña es una parte de un Estado miembro (...) un nuevo Estado independiente, por el hecho de alcanzar la independencia, pasaría a convertirse en un tercer país con respecto a la UE dejando de ser aplicables en su territorio los Tratados europeos". Pese a la idea romántica (influenciada por el Romanticismo del siglo XIX, vamos) de que una Cataluña formaría parte de la UE seguro la realidad es diferente. El proceso de adhesión es bastante complicado, primero se realiza una solicitud de ingreso que debe ser aceptada, como he dicho, por los (hasta ahora) 28 países miembros y, además, debería negociar con ellos las condiciones de su admisión. Por otra parte conviene recordar quer hablar de acuerdo entre los 28 países de la Unión Europea supone una conferencia intergubernamental con ratificaciones en cada uno de sus parlamentos y la posterior ratificación de la Eurocámara. Hablar de una romántica vía rápida para una entrada de Cataluña además de ser producto de la ensoñación provocaría una grave crisis política en el seno de la UE. Un aspecto que a los independentistas catalanes suele escaparseles, sobre todo cuando sueñan con entrar en la Unión Europea es que son muchos los países que votarían con un rotundo no: Francia, Italia, Reino Unido, Bélgica o la propia España. Otro punto importante es que en los países serios el nacionalismo catalán es visto con sorna, no hay más que recordar lo ocurrido a un periodista catalán que dijo a Vettel que no era español sino catalán y el piloto alemán le dijo "bueno es como que un alemán diga que es de Baviera", entre risas.

1714, el mito del romanticismo catalán

Pero un problema grave que actualmente padecen los catalanes es el de la falsedad histórica. De hecho en 2014 se cumple, según el romanticismo nacionalista catalán, el centenario de cuando fueron independientes, en 1714. Eso pretenden al menos, pero la realidad histórica es otra. Veamos ahora lo que ocurrió en dicho año:

Para comprender lo que voy a contar primero hemos de hablar conjuntamente de lo ocurrido en 1714 y del antecedente de 1640, cuando se produce la revuelta campesina conocida como Corpus de Sangre (7 de junio). En 1640, según algunos teóricos del nacionalismo, se produjo una confrontación entre el absolutismo castellano y el pactismo catalán (La monarquía en Cataluña no habría ejercido el absolutismo sino que pactó con Cataluña un sistema constitucional en el que las Cortes establecían las reglas y el poder era compartido por el rey y sus subditos, representados en las Cortes. Sin embargo la disputa no fue entre castellanos y catalanes sino más bien entre los diversos modos existentes de pactismo catalanes.

Debemos tener en cuenta, para contextualizar, que en esta época el régimen de las Cortes estaba en crisis. Por cierto, Carlos II, Austria, la casa apoyada porlos catalanes, no convocó Cortes en Cataluña, algo que si hizo el absolutista Ffelipe V (en 1701-1702). Según Ricardo García Cárcel, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona detrás del pactismo lo que había era "un acuerdo social entre la nobleza y la burguesía catalana con el arbitraje de la monarquía". El pueblo era un convidado de piedra. Ahí está una de las claves, el nacionalismo catalán aparecerá en las familias nobles catalanas, con influencia masónica por cierto. Afirma este historiador que "la monarquía ha sido vista desde Cataluña condicionada por los beneficios económicos que tal o cual reinado le podía reportar más que por el constitucionalismo de tal o cual rey". Además la teoría de que el régimen pactista, sublimado por la historiografía nacionalista como modelo de gobierno perfecto "tiene que asumir la realidad de corruptelas políticas y de representatividad escasa en un sistema político catalán con graves problemas de ingobernabilidad" teniendo problemas graves como el bandolerismo (otro mito que cae, no solo había bandoleros en las Alpujarras, también en las serranías catalanas).

Afirma este historiador que los dos grandes hitos, revolución de 1640 y Guerra de Sucesión de 1714 tienen muchisimos datos míticos incorporados. En el Corpus de Sangre es cierto que tuvieron protagonismo los segadores (por cierto, solo y únicamente en este hecho) pero mostrando la división de la realidad social catalana pues no solo no tenían nada que ver con las demandas que hacían la burguesía constitucionalista y la baja nobleza sino que fueron asaltadas casas de representantes del contistucionalismo catalán. Cataluña era una región muy dividida socialmente y se produjo una separación de la monarquía española que duró once años, de 1641 a 1652) y vinculándose con Francia, algo de lo que, desde 1643, según  este historiador, existen frecuentes muestras de lamento por la opción tomada.

Pero si hay una fecha mitificada por los catalanes es, sin duda alguna, 1714. Cuando se produjo el Asedio de Barcelona por Felipe V en 1714 en el contexto de una lucha por el trono que, al contrario de lo que dice el mito, "ni supuso un enfrentamiento entre Cataluña con el resto de España ni los catalanes fueron todos, y durante todo el tiempo, antifelipistas". Fue en realidad una Guerra de Sucesión Española que enfrentó a las casas de Hasburgo y Borbón tras la muerte de Carlos II en 1700, quien murió sin descendencia. Felipe de Anjou, por parte de los borbones, representaba un régimen centralista, al estilo de Luis XIV, mientras que el archiduque Carlos de  Austria abogaba por uno de tipo foral. Felipe V había reinado sin oposición entre 1700 y 1705, llegando a residir en Barcelona y otorgando privilegios a las instituciones catalanas. Antoni Peguera y Domenec Parera, representantes de la Diputación de Barcelona declararon la guerra tras romper unilateralmente los pactos institucionales y pactando en secreto con Inglaterra dejando que tropas extranjeras entrasen en el Principado, arrasando el territorio y se anulasen los pactos cataluños. Si vamos al Pacto de Genova en este se indica hasta ocho veces que el único objetivo era que Carlos III de Austria se convirtiera en rey de todos los dominos españoles. El archiduque apoyado por los ingleses, entró en Barcelona en 1705 prometiendo que convocaría Cortes y respetaría el status quo de la Generalitat. Esto ha sido visto por algunos como democrático, pero la realidad es que se impuso mediante medidas de excepción entre las que se encontraban encarcelamientos, confiscación de bienes y deportaciones. Hubo, como antes se ha visto, catalanes partidarios de Felipe V, muchos de ellos teniendo que emigrar a otras partes  de España debido a la persecución de los austriacistas catalanes. Algunos de estos fueron los somatenes de Tortosa, clave en la conquista de Tarragona, la Compañía de Guardas de Cataluña o el Regimiento de Fusileros de Montaña del Rosellón y los mil de Vic.

El favoritismo catalán hacia el archiduque Carlos expresaba los intereses políticos de una clase dirigente barcelonesa cuyo único interés era acrecentar su potencia comercial en el Nuevo Continente, nunca estuvieron en juego los provilegios forales, pues no fueron cuestionados por el pretendiente Borbón. Frente a lo que argumentan los nacionalistas los seguidores catalanes de Carlos de Hasburgo lo que defendían era la unidad de España, pues querían imponer su candidato a toda España pues temían la influencia francesa. De hecho Antonio de Villarroel, general que comandaba a los soldados derrotados el 11 de septiembre de 1714 les arengó diciendo "estáis luchando por nosotros y por toda la nación española. Ese día en realidad significó la rendición de Barcelona a las tropas borbónicas dentro de la Guerra de Sucesión, guerra civil española en la que los propios catalanes luchaban por la unidad de España. 

Otros aspectos importantes son que en el decreto de Nueva Planta se organizaron las instituciones judiciales catalanas respetando las Constituciones y prácticas previas estableciendo, además, que los letrados debían ser expertos en legislación y lengua catalana. El castellano era una lengua jurídica. No había , por tanto, persecución al catalán. Además el final de la guerra provocó el resurgimiento económico de Cataluña, pues comenzó una época de auge demográfico, agrícola, industrial y comercial gracias al proteccionismo de la Corona.

Dos personajes míticos son Rafael de Casanova y el mencionado Antonio de Villarroel. El primero fue empujado por la presión popular a hacerse con el pendón de Santa Eulalia, hecho del cual escapó malherido. Recibió la amnistia en 1719 y murió en Sant Boi de Llobregat, ya bastante anciano (1743), el quería que en toda España triunfase la causa del archiduque, no que venciese en una Cataluña opuesta a la borbónica España. En cuanto a Villarroel primero defendía la causa borbónica, pero pasó al bando austracista muriendo preso en el castillo de La Coruña (1726). Ninguno de ellos defendían otra causa que al pretendiente Austria y, por tanto, la unidad de España. Nunca defendieron una supuesta independencia catalana, y se deben estar revolviendo en sus tumbas viendo como se mancillan sus nombres. Por cierto, Voltaire puso la defensa de Barcelona como paradigma de fanatismo religioso por la convicción que tenía Casanova en que se mantuviesen la fe, moral y costumbre católicas y la advocación de Villarroel de que "Hoy es el día de morir o vencer, y no será la primera vez que con gloria inmortal fue poblada de nuevo esta ciudad defendiendo la fe de su religión y sus privilegios", por lo que considero una incongruencia que haya independentistas catalanes ateos, pero bueno. Combatían, además, para evitar quedar "esclavos con los demás españoles engañados y todos en esclavitud del dominio francés; pero se confía, que todos como verdaderos hijos de la Patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados a fin de derramar gloriosamente su sangre y vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España". 

En definitiva, en 1714 lo que verdaderamente ocurrió fue una lucha entre españoles y los catalanes defendían la unidad y libertad de España, nada que ver con lo que según los independentistas ocurrió. Creo que, como historiador, debo desmontar esta clase de mitos que no llevan a ninguna parte. Por último me gustaría hacer un llamamiento, como católico, a la Iglesia catalana. Los católicos catalanes independentistas han acogido como suyas tesis que fueron creadas por la masonería. Creo que no hace falta recordar que la masonería está condenada por la Iglesia. Pienso que ha llegado la hora de que la Iglesia catalana de un paso al frente, se aleje de los engaños independentistas y se de cuenta de que su deber es predicar la Verdad y la unidad de España forma parte de esta, sobre todo si tenemos en cuenta que el cuarto mandamiento también afecta a la Patria.

Como conclusión, pido a la clase política catalana que tengan un poco de altura de miras y acepten la mano tendida del resto de España, pues juntos podemos hacer muchas cosas grandes, siempre que seamos generosos entre los compatriotas. Una Cataluña independiente solo encontraria dificultades, no solo por no entrar en la Unión Europea. Los empresarios se irán, de hecho algunos ya se han ido. Por ejemplo las empresas de EUU prevén una fuga masiva si se independiza Cataluña. Otro aspecto que decían anoche en alguno de los analisis que leí, no recuerdo donde pero si bastante clarividente y plausible, era el de que los barcos que actualmente atracan en el Puerto de Barcelona, tanto turísticos como mercantiles, buscarían otros puertos, por ejemplo Valencia, por cuestiones de comodidad (tema de aranceles y demás). Por tanto, creo humildemente, si España dejase que Cataluña se independizase sería como si una madre dejase a su bebé en los brazos de una jauría de hienas, no tendría probabilidades ni el bebé ni Cataluña de sobrevivir. Eso es al menos lo que, desde mi humilde opinión, creo. Por último lanzo, a vuelapluma una serie de preguntas para la reflexión.

1) Si en el referendum sale el no a la independencia ¿Se darán por satisfechos los independentistas? ¿o volverán a intentarlo cuantas veces haga falta hasta que salga el sí?

2) Si sale el sí pero de forma bastante débil (pongamos un 55% a favor del sí y un 45% a favor del no) ¿Podrá tener legitimidad una independencia catalana con casi la mitad de la población en contra? (legitimidad moral quiero decir, no solo legislativa).

3) Si se independiza Cataluña ¿Qué pasará con aquellos que quieran seguir siendo españoles? ¿Y con los que no quieran ser catalanes? (El Valle de Arán, por ejemplo, pero no es el único caso, hay diversas zonas en Cataluña que no quieren ser catalanes).

No preveo nada bueno para Cataluña si se independiza. Solo caos y manipulación histórica.(más caos y más manipulación histórica).