miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Por qué buscar a Dios entre los sucedáneos? reflexiones sobre la Nueva Era

Me impulsa escribir este artículo una noticia que he podido leer en la web, concretamente en Infocatólica, medio de comunicación digital sobre información religiosa. Como se puede leer en esta noticia, el Colegio Calasancio de Madrid va a ser la sede, si Dios no lo remedia, de un congreso sobre la Nueva Era que, para más inri, se celebrará en plena festividad de la Virgen del Pilar (lo cuál, sin querer juzgar, parece una clara provocación). Entre los ponentes destaca la presencia de Anne Germain, conocida "médium" que ha recorrido España con un espectáculo que no es más que eso, un mero espectáculo sin un ápice de veracidad, donde decía contactar con los difuntos de las personas que acudían a ver sus actuaciones (el espiritismo, está prohibido para los católicos, por cierto, primera muestra de incompatibilidad). Lo más interesante, con respecto a esta figura, fue cuando Santiago Segura dijo que dicha "médium" era una farsante y que "No quiero ser quien diga que el ratoncito Pérez no existe, pero no ha dado ni una". De hecho en este artículo de La Vanguardia se desmontan los trucos llevados a cabo por Anne Germain en lo que no es otra cosa que un mero espectáculo teatral. Otros ponentes son Enrique de Vicente, director de la revista Año Cero (temática esotérico-paracientífica)  quien hablará sobre "curación psíquica", algo que está relacionado con el reiki, otra práctica no permitida por la Iglesia, igual que el yoga, sobre el cuál también se va a dar algunas conferencias.
 
Hoy en día está de moda todo lo relacionado con la Nueva Era, movimiento que, aunque se presenta con un rostro amable, encierra mucha negatividad. Hay prácticas como el espiritismo (dentro del cuál entra el mal llamado juego de la ouija, tan practicado especialmente por adolescentes, por desgracia), el reiki, el yoga, que se presentan como algo benigno, como si realmente se pudiera contactar con un ser querido fallecido, o como si se pudiera sanar simplemente imponiendo las manos a una persona y mandándole "energía". Sobre el yoga, aunque es cierto que puede tener elementos beneficiosos para el cuerpo si se plantea como un mero ejercicio físico, contiene toda una espiritualidad que le hace incompatible con el cristianismo (es decir, un no cristiano si lo practica pues no soy nadie para juzgarlo, pero un cristiano no debe practicarlo). Creo que uno de los mejores obispos que tenemos, Monseñor Munilla, expresa esto que quiero decir mejor que nadie cuando dice que "hoy se lleva el sincretismo y el esoterismo como espiritualidad" o que "las figuras new age del vaso, el agua y el elefante son contrarias a la fe cristiana" recordando, además, que "lo esencial del Evangelio no es la espiritualidad de la relajación o de la autosuperación". Traigo a colación a Monseñor Munilla pues tengo presente que una de las funciones principales de un obispo es la de salvaguardar la integridad de la fe, algo que considero cumple muy bien el obispo de San Sebastián. En cualquier caso, para aquellos que quieran más información sobre esa incompatibilidad manifiesta entre la Nueva Era y el cristianismo hay un documento llamado "Jesucristo portador del agua de la vida".
 
Como me he preguntado anteriormente ¿Por qué hay católicos, que teniendo a Dios en el Sagrario, le buscan entre sucedáneos como la Nueva Era? supongo que es por que tienen poca formación. Yo conozco bastante bien ese mundillo, por eso puedo hablar con conocimiento de causa (quizá deba escribir artículos al respecto, es algo que me he planteado, igual que escribir un libro, lo que Dios quiera). Para empezar el dios de la Nueva Era está formado por una amalgama de creencias (gnosticismo, budismo, pseudocristianismo, etc.). Mientras que los cristianos creemos en un Dios personal, un Dios que actúa en la Historia y en nuestra vida, un Dios al que podemos acudir mediante la oración, que nos espera en el Sagrario (hoy hay más Sagrarios Abandonados que en tiempos del Beato don Manuel). Por otra parte están las mencionadas prácticas de reiki, ouija y todo de espiritismo en todas sus formas. Son elementos que, además de ser incompatibles con el cristianismo, son peligrosos para la salud espiritual, pues de hecho muchos casos reales de posesiones demoniacas han venido precedidos por la práctica de algunas de estas creencias alternativas.
 
Hay otro tipo de doctrinas que son totalmente incompatibles y nefastas para un cristiano pues directamente niegan lo más sagrado que tenemos: la creencia en que Jesucristo está vivo y resucitado, sentado a la derecha del Padre. Me refiero a la reencarnación. Se trata de una creencia oriental que ha llegado a España un tanto edulcorada, pues se presenta de un modo romántico y atractivo. Según la reencarnación Cristo no habría resucitado, es decir no habría regresado de la muerte y viviría eternamente sino que ahora estaría reencarnado en otro cuerpo o ¡incluso en un animal o una piedra! porque según los teóricos reencarnacionistas en los siguientes "ciclos vitales" el alma vive vago la forma de otra persona, de un animal, de una planta o incluso de una piedra, algo que carece del más minimo sentido común. Óiganme, yo tengo cuerpo y alma humana, mi esencia (que diría un profesor que conozco) es humana. Pero no queda ahí la cosa... cuando Dios me creó, cuando yo era un zigoto, ya era yo en potencia, fui creado con las características físicas y espirituales que hoy poseo y fui creado en alma y cuerpo en el mismo momento de la concepción. La teoría del alma que vaga de cuerpo en cuerpo es tan vieja como la filosofía platónica (de la cuál se pueden extraer aspectos positivos, es cierto, pero otros que no lo son tanto). Por tanto la reencarnación es algo incompatible con el cristianismo porque niega la Resurrección de Cristo y con el sentido común por que yo soy un ser humano, no tengo alma de perro, ni de planta, ni de piedra. Si alguien prefiere creer en esa teoría romántica es muy libre, pero que sepa que la verdad no está en la reencarnación, está en la Resurreción de Cristo. Y nosotros, el dia que abandonemos este mundo, no nos reencarnaremos en un carnero, el césped del Santiago Bernabéu o una piedra en plenas Montañas Rocosas. No, lo que haremos será estar en la Vida Eterna, disfrutando o no de la Presencia de Dios (eso ya es cosa del comportamiento de cada uno para con Dios, el único que conoce todos los corazones humanos). Un argumento que los reencarnacionistas utilizan para defender su tesis es el de las personas que dicen haber estado en tal o cual lugar histórico o haber sido tal o cuál personaje de la Historia. Eso es un fenómeno psicológico que tiene relación con el deja vu.
 
Y, por último, quiero tratar la cuestión del reiki y el supuesto don de sanar con la imposición de manos. En este aspecto hay dos problemas. Por un lado tenemos que, una de las doctrinas de la Nueva Era, es la de que "Dios está en todas partes" y que "yo soy Dios" (frase que viene en los libros de autoayuda, donde incluso te dicen que, a modo de "mantra" te digas "yo soy Dios"). Por otro lado está la creencia en que hay una energía universal y que nosotros somos capaces de manejarla a nuestro antojo, incluso para curar a otra persona. Es falso, aunque esa energía universal pueda existir (la ley de la gravedad, por ejemplo, es una forma de "energía" universal) nosotros no podemos manejarla a nuestro antojo, y menos para sanar o curar a alguien. El único que sana es Dios, nosotros no tenemos capacidad para sanar, en todo caso para interceder por alguien logrando su sanación. Es muy diferente rezar para que Dios, si es su voluntad, cure a alguien, que rezar  creyendo que tu vas a curar a esa persona. Las supuestas curaciones mediante reiki u otras terapias new age (como la homeopatía, etc.) yo creo que, o bien se deben al efecto placebo o son curaciones en apariencia. Me fio más de un cirujano que de un chamán que me dice que me va a curar la apendicitis diciendo que basta con que me ponga las manos encima. Por que creo que en las manos del cirujanos actúa su profesionalidad y que, si es voluntad de Dios, me curaré. Sin embargo, un chamán creo que profesionalidad médica no tiene y, aparte, dudo de la benignidad de los entes a los que invoque dicho chamán.
 
En definitiva, son solo unos pocos ejemplos pero, como se puede ver, la Nueva Era es incompatible con el cristianismo porque niega a ese Dios que actúa en la Historia, niega la Resurreción de Cristo y pretende que todos somos dios algo que me recuerda al "Seréis como dioses...", esas palabras con las que la serpiente tentó a Eva en el paraíso (Gn 3,5), con lo que, parece claro, detrás de la Nueva Era no está precisamente Dios sino más bien aquel que fue capaz de disfrazarse de serpiente para apartar de Dios a la criatura más sagrada que ha sido creada por Él: el ser humano, por quien Cristo se hizo hombre para darnos la vida eterna. Cristiano, no desperdicies tu vida con doctrinas extrañas y falsas, vuelve tu mirada al Sagrario, ahí está tu Dios, ponte en su presencia y sigue sus preceptos. Encomiéndate a María Santísima, ella te ayudará a ser santo.
 
Para terminar, hago un llamamiento para evitar, al menos, que ese Congreso de la Nueva Era se celebre en un colegio católico, por eso ruego en caridad a los lectores de este blog que se dirijan por escrito al Director del Colegio Calasancio, P. Javier Agudo García, en la dirección de correo electrónico colegiocalasancio@calasancio.es para pedirle por el Amor de Dios que cancele el acto. Por mi parte, eso ya está hecho.