miércoles, 17 de octubre de 2012

Las Caras de Bélmez: el análisis crítico de un católico



Introducción


Cómo católico estoy abierto a la creencia en experiencias de tipo sobrenatural y preternatural y la ciencia no es un absoluto sino una herramienta, sin embargo, es una herramienta que bien aplicada conduce a la verdad. Y eso es lo que pretendo.


Cuando era pequeño mi padre solía hablarme de sucesos curiosos que habían acontecido años antes de nacer yo y que solían aparecer reflejados en el Diario Pueblo, que él compraba. Uno de aquellos acontecimientos, que tuvo gran trascendencia en un nivel sociológico, fue lo sucedido en febrero de 1972. Muchos conoceréis Diario Pueblo, de su redacción salieron José María García, Antonio Casado, Raúl del Pozo, José María Carrascal, entre otros. Fue precisamente uno de los que he mencionado, Antonio Casado quien dio a conocer lo que desde unos meses antes estaba sucediendo en un pequeño pueblo de Jaén, en plena Sierra Mágina. María Gómez Cámara, habitante de Bélmez de la Moraleda, aseguraba que en su cocina había aparecido, el 23 de agosto de 1971, una faz, un rostro que con los días fue cobrando forma y algunos vieron en él la Santa Faz conservada en la Catedral de Jaén. De hecho, en un principio, se consideró como una manifestación religiosa hasta el punto de que Carmen Polo de Franco llegó a mandar a una periodista hasta aquel pequeño pueblo con el objetivo de dilucidar si realmente tenía algo que ver con lo religioso aquel fenómeno. Pero veamos primero como fue transcurriendo la historia.

Historia
En 1966 se produjo el conocido como "incidente de Palomares", un hecho que llevó a la población a sentir autentico miedo a la radioactividad, de hecho es muy conocida la anécdota de cuando Manuel Fraga se bañó en el mar con el objetivo de quitar importancia a lo sucedido y hacer ver que no había riesgo para la salud. En 1971 aún se recordaba lo sucedido, por este motivo, tras los intentos estériles de María Gómez por borrar el rostro se mandó picar el suelo. Miguel Pereira, hijo de María "La Larga" y Juan "El Obispo" procedió al picado y posterior rellenado con cemento del suelo. Sin  embargo, a los siete días el rostro volvió a hacer acto de presencia. En esta ocasión Sebastián Fuentes León, albañil, la recortó colocándola en una hornacina, al lado de la chimenea. Hoy se conserva en ese mismo lugar protegida por un cristal.




Portada Diario Ideal

En aquella época los acontecimientos llamativos de los pueblos, las comarcas, en vez de contarlos por Facebook (que, evidentemente, no existía) se hacía yendo a la plaza del pueblo a hablar sobre lo sucedido. Pronto en toda la comarca se supo que algo, aparentemente incomprensible, estaba sucediendo en Bélmez de la Moraleda (no confundir con Bélmez, Córdoba). Manuel Rodriguez Rivas, por entonces alcalde, mandó una investigación sobre lo ocurrido que no sacó mucho en claro, se hablaba de manchas de humedad, aceite o la mencionada radioactividad.


Sin embargo, el suelo donde apareció la primera cara, solo está compuesto de cemento, arena y arcilla.  No había explicación por el momento. Hubo un análisis posterior, a otra cara, realizado por investigadores del CSIC para lo cuál tuvieron que excavar y
aparecieron restos humanos en aquella vieja cocina. En aquel terreno había habido, antiguamente, una mezquita en la que, con la Reconquista, se construyó una iglesia con un cementerio aledaño. Esta parece la teoría mas plausible para aquellos restos humanos, algunos de niños, lógico si tenemos en cuenta la alta mortandad infantil hasta entrado el siglo XX. Según algunos investigadores las pruebas isotópicas determinan que los restos humanos hallados eran de 1860, aproximadamente.




La noticia llegó a los medios de comunicación, en primer lugar, por un redactor del Diario Jaén que visitó el pueblo, pasó por el Diario Ideal y, posteriormente, llegó, a la redacción del Diario Pueblo, el más popular de la época y que durante bastantes días dio buena cuenta de lo que iba sucediendo. En poco tiempo Bélmez de la Moraleda se convirtió en un fenómeno social, en nuestro tiempo hubiera sido Trending Topic en Twitter sin lugar a dudas. Desde todos los rincones de España iban personas hasta aquel rincón de Sierra Mágina para ver lo que estaba sucediendo, en aquel pequeño pueblo de Jaén "algo está pasando", tal como tituló Diario Pueblo en su portada. Más de cinco mil visitantes a diario recibía Bélmez de la Moraleda, algo que podía llegar a producir un problema de orden público al doblar la población de aquel pequeño pueblo. Un día apareció por allí Germán de Argumosa, filósofo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Debo decir que en algunos sitios he leído que era falso que fue profesor universitario, pero conozco a una persona que fue alumna suya en la mencionada universidad. Realizó un experimento que, hasta entonces, nadie había hecho en España: grabaciones psicofónicas. Según un profesor de física que tuve en el colegio, cuando hablamos expulsamos partículas que permanecen en el aire y, si llegan a chocar, se vuelve a reproducir el sonido original. No soy físico, desconozco hasta que punto esto es real, pero según quienes defienden las psicofonías algo, sino esto, parecido sucede. La cuestión es que en algunas de las primeras psicofonías aparecieron voces como "pobre Quico", o se hablaba de un lupanar. En un principio se pensó que en aquella casa, antes de nacer María Gómez había habido una pelea donde participó un personaje llamado Quico. Otras psicofonías decían, "el infierno empieza aquí" (registrada en varias graba, sin embargo nunca ocurrió. Hay otras voces que dicen "emergí" o "es que yo sigo enterrada", o una mas actual que dice "matar a él", ante la cual yo me pregunto, de ser cierta, ¿Quién era él? tiene algo que ver con la palabra FE que apareció debajo de la chimenea. Mas tarde volveré sobre esta cuestión. Diario Pueblo, el 14 de febrero, ante estos acontecimientos, publicó en portada "las caras hablan". Antonio Molina, párroco del pueblo por entonces (hoy secularizado, profesor en un Instituto de Secundaria, llegó a decir que las psicofonías se grababan desde un coche). En un principio, al menos de cara a la galería, como veremos, se mostraba escéptico

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Portada Diario Pueblo
"las caras hablan"
Muchas eran las voces que aseguraban que se trataba de un fraude. Incluso Diario Pueblo decidió dejar de publicar noticias argumentando que esta y otras caras que estaban apareciendo estaban realizadas con sales de plata. Germán de Argumosa, empeñado en demostrar la veracidad del fenómeno decidió sellar la habitación para demostrar que no hay manipulación humana en las caras de Bélmez. Para formalizar este proceso decidió contar con la colaboración de Antonio Palacios Luque, notario de Huelma, quien procedió a precintar la habitación ante las cámaras de la televisión alemana (Hans Bender, profesor de la Universidad de Fríburgo y amigo de Germán de Argumosa se encontraba allí). Se dividió el suelo en cuadros que fueron numerados y fotografiados para, posteriormente, compararlos y se construyó una nueva cocina en otro rincón de la casa. El precinto duró tres meses, cuando se levantó nuevos rostros habían emergido y otros cambiado de lugar y apareció una figura conocida como "Dama de la Copa", que posteriormente desapareció, aunque se conservan muchas fotografias de ellas, algunas en las que podemos observar pequeños cambios. La información sobre este precinto se conserva en el Acta de la Notaría de Huelva, números 667 y 462/1973, por si alguien está interesado en ver el documento.


Diario Pueblo informa del precintado.


Hasta entonces el Régimen no había dado su parecer sobre lo que estaba sucediendo en Bélmez de la Moraleda. Por otra parte Diario Pueblo había dicho que las caras eran un fraude, por lo cuál quizá no merecía la pena preocuparse por ello. Sin embargo, en febrero de 1973 multitud de personas seguían yendo a Bélmez, entre ellos algunos cantantes y toreros e, incluso, los nietos de Franco. En este mismo mes Pablo Núñez Moto, Jefe Provincial de la Administración de Segovia, envió una carta al alcalde de Bélmez ordenándole a terminar con aquello porque, en caso contrario "no era adepto al Régimen e iba a meterlo en la cárcel". Manuel Rodríguez, firme defensor de la veracidad de las caras, no hizo caso a estas amenazas. 





"La Pava"
Con respecto al cese de informaciones por parte de Diario Pueblo se ha hablado de una Operación Tridente llevada a cabo por el Gobierno para terminar con el fenómeno. Por un lado está la llamada que, desde el Ministro de la Gobernación, se realizó la noche anterior a que el popular periódico titulase "se acabó el misterio". Parece ser que se amenazó directamente al director de Pueblo, Emilio Romero. Pero por otra parte hubo un grupo de miembros de la Brigada de Investigación Criminal que fueron enviados al pueblo jienense. Dentro de esa Operación Tridente estaría también lo sucedido con la última portada de Diario Pueblo sobre el "Caso Bélmez". La justificación que daban para la teoría sobre sales de plata responde a que la fórmula para pintar las caras era la siguiente (en presencia de luz ultravioleta): 2AgCl -> 2Ag+Cl. También el psicólogo Luís Jordán Peña, presidente de la Asociación Eridani, fue enviado con su equipo de colaboradores hasta Bélmez con el fin de investigar lo que estaba sucediendo. Realizó un análisis fotográfico de "La Pava" (el primer rostro en aparecer). Su teoría era que había sido pintada con un pincel de gruesas cerdas teniendo como elementos básicos hollín y vinagre. Sin embargo esta comisión ministerial no existió, de hecho en las actas de Eridani se narra aquel viaje como "una excursión muy interesante en la que los participantes tuvieron la oportunidad de conocerse mejor entre sí". En realidad no habían investigado ese rostro, entre otras cosas porque en esos momentos ya se encontraba detrás del cristal, en su hornacina.



"El Pelao"
Según analisis realizados por el CSIC en 1991, 1994 y 2002 en las caras no hay ningún indicio de sales de plata, cloruro sódico, hollín ni vinagre (también fue investigada la conocida como "el pelao, que hoy se encuentra fuera del suelo ya que fue arrancada para poder llevarla a Valencia y, una vez de vuelta, se depositó junto a la chimenea). Con respecto al párroco de la localidad (que, según la teoría sobre la Operación Tridente sería la "tercera pata") en realidad no habría sido tan reacio al fenómeno sino que fue presionado por el obispo de Jaén para terminar con ello, de hecho en una entrevista llegó a asegurar que esas caras formaban parte de algo parafísico. Sin embargo, hay autores que opinan que esta Operación Tridente en realidad no existió pues "el Régimen en realidad si habría estado interesado en fomentar algo que servía para entretener a los ciudadanos, pero la realidad es que en realidad el franquismo pasó olímpicamente del asunto.  No obstante, el mencionado Antonio Casado, recientemente ha confirmado que si que hubo una llamada del Ministerio de la Gobernación para que Pueblo dejase de informar sobre el "caso Bélmez".



Mi experiencia personal


Comenté al principio que, siendo pequeño, mi padre me hablaba de las caras de Bélmez. También he comentado que, como creyente, estoy abierto a los fenómenos de tipo sobrenatural y preternatural. Creo que que la ciencia tiene en su mano las respuestas, pero de momento no se ha podido corroborar, no obstante me gustaría contar mi experiencia personal, conozco gente que estuvo allí, estuve yo también en esa casa y he leído mucho sobre estas caras además de lo que he escuchado en programas de radio y visto en televisión. Por último quiero elaborar una conclusión y aportar una teoría sobre lo que creo que puede ser este fenómeno.


Noticia de Diario Pueblo donde
se afirma que el misterio se ha
resuelto, son sales de plata.
Tras aquella última portada de Pueblo una capa de polvo llevó al olvido el caso de las caras de Bélmez, al menos de cara al gran público. Sin embargo, desde los años setenta hasta la actualidad han seguido acudiendo hasta este pequeño pueblo de Jaén personas, en un escaso porcentaje, es cierto. Uno de ellos fue un profesor mio, del colegio, que ya en los años ochenta vivía en Madrid pero es almeriense. Resultó que en cierta ocasión, viniendo hasta la capital de España pasó al lado de Bélmez y decidió entrar, pues recordaba haber oído hablar de las caras. Llegó hasta la iglesia, subió una cuesta y giró a mano derecha. En esa calle se encontró con dos señoras, una de ellas resultó ser María Gómez Cámara, quien le hizo una serie de preguntas y expuso una conclusión realmente sorprendente. Le preguntó "usted no ha venido aposta a ver las caras ¿verdad?", "usted no es periodista ¿verdad?", "usted es profesor ¿a que he acertado?". Cabe decir que mi profesor respondió dos veces no y una sí. ¿Tenía algo especial aquella mujer? podría ser ¿Ese algo especial puede tener algo que ver con la causa del fenómeno? quien sabe, en la conclusión aportaré mi teoría.  Me contaba este profesor, cuando yo era un crío, que aquella visita le causó una impresión bastante fuerte, recordaba aún la experiencia de llegar hasta el salón (la antigua cocina) y verlas ahí, en el suelo.

En febrero de 2004 fallece María Gómez Cámara. Unos meses mas tarde El País publica en contraportada "Misterio en venta", los herederos querían vender la casa. Pasado el verano aparecen nuevos rostros en una casa de Bélmez bastante cercana a la original. Yo visité la casa en mayo de 2005. Tengo unos amigos en Jaén, fui a su casa unos días y, entre otras visitas, realizamos una al famoso pueblo de las caras. Recuerdo que aparcamos junto a la iglesia y allí nos encontramos con una sobrina de María Gómez (que resultó ser la dueña de la casa donde aparecieron los rostros de 2005). Debo decir que me causó mala impresión, no me pareció una persona sencilla, era la típica persona que piensas "me está ocultando algo, no me está diciendo toda la verdad". Nos dijo que fuéramos primero a ver la casa original pues en la suya estaban unos investigadores (algo que es cierto, estuvieron investigando allí, pero posteriormente abandonaron diciendo que se trataba de un fraude) y que mas tarde podiamos visitar la casa.


Rostro angustiado de
una mujer, ya desaparecido,
y "el niño".
Por tanto, primero subimos la cuesta, giramos a la derecha, actual calle María Gómez Cámara, y llegamos hasta la casa en donde había empezado todo. Nos recibió Miguel Pereira, quien había picado el suelo como ya mencioné. Él si me causó buena impresión, me pareció alguien sencillo, una persona que se había dedicado toda su vida al oficio de pastor (incluso había pastoreado ovejas del pueblo de mi amigo, el padre de este y Miguel resultó que conocían en común a varias personas). No me dio la sensación de ser alguien que estuviera engañando. Es más, creo que si él o su madre hubieran mentido hubieran perdido mas que ganado. Nos enseñó las caras (que la mayoría estaban en el salón, pero también había alguna en otras estancias y en el pasillo), narró la historia de cada una: "la pava", "el niño", "el pelao", "la dama de la copa", "el barbudo". Tuve dos experiencias realmente curiosas, una cuando estaban todos en el pasillo y me quedé a solas en el salón, con las caras. Tuve la tentación de hacer una fotografía, pero sentí algo, me vino una sensación de profundo respeto. Miedo no, pero si respeto, por eso no realicé ninguna fotografía (aunque si hubiera pedido hacerme una foto con Miguel hubiera podido). La segunda experiencia sucedió cuando, en un momento dado digo "voy a tocar una de las caras", la toqué. Sé que esto puede ser difícil de entender, por ello diré que yo tengo cierta sensibilidad, no se como definirlo, pero a veces siento cosas que no tienen aparentemente sentido raciona". Bueno, lo que sucedió fue que cuando toqué la cara (el niño, concretamente ¿quizá una niña?) sentí como algo húmedo emergía desde abajo. Parece ser que, efectivamente, hay corrientes subterráneas de agua que transcurren por debajo de la casa. Esto parece estar relacionado con una de esas grabaciones psicofónicas que, cuando alguien había preguntado "de donde habéis salido" quedó registrado en la grabadora: "emergí". Debo decir que la sensación que nos quedó a todos es de que se trataba de algo real. Ya digo, no me dio la sensación de ser personas que engañen. He visto vídeos antiguos donde entrevistan a María Gómez Cámara en los años setenta y aquella mujer, que apenas no sabía hablar bien (no lo digo como crítica, ojo, pues la tengo bastante respeto y, por qué no decirlo, cariño), que tenía el pelo desaliñado podía parecer rara, pero no una estafadora (debo decir que con el tiempo su imagen física mejoró mucho, los años la hicieron tener un rostro mas agradable). Me llamó la atención que en el salón había un Sagrado Corazón de Jesús y un Inmaculado Corazón de María, además de otras figuras religiosas y fotografías de la propia María Gómez y de alguna de las caras (la pava). Por otra parte, los rostros se veían claramente y cada uno tenía "su estilo", eran diferentes. En total conté unos siete u ocho.

Rostro supuestamente surgido en la
"nueva casa" que algunos dicen es
María Gómez Cámara.                       
Posteriormente fuimos a la casa donde habían "aparecido" las caras de 2004. Nos recibió la mencionada sobrina de María Gómez y en primer lugar nos subió a una habitación donde se encontraban unas cuantas caras(como nota interesante, en el caso de la casa original los rostros están en el piso bajo, a nivel de suelo, en el de esta nueva casa en un segundo piso). En esa sala había bastantes rostros, quizá diez. Claramente definidos pero que, al contrario de lo que me parecieron los de la casa original, si que se notaba  que habían sido pintados por la mano humana. Además en algunos de ellos había paredolia, cosa que en la casa original no ocurre (es decir, en la casa original son rostros que se ven perfectamente, no es ilusión de la mente, en esta otra había manchas que decían que eran caras, y si, parecían caras, pero solo eso, parecían). Después nos llevó a otra habitación, mas pequeña donde con el bastón nos señalaba el suelo diciendo "un ojo, otro ojo, la nariz... y la boca). Ni mi amigo, ni su hermana, ni su padre ni yo veíamos rostro alguno (su madre no quiso entrar en ninguna de las dos casas "porque me da miedo el mas allá") por mas que aquella mujer insistía. Pero hay otro aspecto que me gustaría recalcar y que considero importante decirlo. En la casa original yo tuve en todo momento una sensación como de que alguien me estaba observando (quizá por eso sentí aquel respeto tan fuerte al intentar hacer la fotografía), pero además notaba en el ambiente una sensación curiosa, como si hubiera dolor por algo sucedido tiempo atrás. Esa misma sensación la tuve por la tarde en otro rincón de la provincia de Jaén y que, de cara a mi tesis, creo que resulta interesante. Salimos de aquella casa con la sensación de que, en este caso si, se trataba de un burdo fraude, una copia barata (pero con claros fines lucrativos, posteriormente en la conclusión se verá) de la casa situada en la actúal calle María Gómez Cámara, donde habían aparecido los rostros originales en 1971, según se decía. Aquella sobrina me había parecido una mujer muy resabiada, todo lo contrario a la impresión que María, sin conocerla personalmente, o su hijo Miguel me habían dado, ambos mas sencillos y humildes. Esta sobrina no es Isabel Chamorro Gómez, de la que posteriormente hablaré.

María Gómez Cámara
En definitiva, estuvimos comiendo en Jaén capital y por la tarde fuimos al Santuario de la Virgen de la Cabeza, en Andújar. Queríamos visitar a la Virgen, pero además yo quería conocer aquel lugar sobre el cuál había leído una teoría que no solo comparto sino que pienso está en clara relación con las caras de Bélmez. Lo primero que vimos al llegar fue una inscripción donde decía que, efectivamente, allí había ocurrido una tragedia en la Guerra Civil, donde habían muerto niños. Hay un pequeño cementerio con lápidas que no tienen ningún nombre, solo una cruz, se trata de fosas comunes. Durante la hora y media que estuvimos por allí la sensación que experimentaba era mas o menos la misma que había tenido en la casa original de las caras de Bélmez, dolor, angustia, allí había pasado algo sobre lo que es incorrectamente político hablar, algo que debe quedar en el olvido porque esas personas "no son de los nuestros", podrían decir algunos. Pero creo que algunas leyes promovidas por gobernantes cercanos en el tiempo deben servir para todos aquellos que cayeron en la Guerra, no solo para los de un bando determinado. Por ello voy a exponer mi teoría.

Tesis

 
Isabel Chamorro Gómez, sobrina de
María Gómez Cámara. Superviviente
del asedio al Santuario con las fotografías
de sus familiares allí muertos. Fue alcaldesa
de Bélmez de la Moraleda.                             
Isabel Gómez Cámara, hermana de María, su marido (guardia civil) e hijas se habían refugiado durante la Guerra Civil en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, cómo muchas otras familias de guardias civiles. Muchos niños estuvieron allí. El asedio duró muchos meses, un ambiente de bastante penuria, de hambre, algunas personas murieron envenenadas (como el marido de Isabel y una de las hijas) porque habían salido a buscar frutos silvestres, recogieron unas hierbas venenosas que consumieron (pues no conocían el carácter venenoso de estas) por lo cuál fallecieron. En la película "el santuario no se rinde" una de las escenas representa precisamente el momento en el que están agonizando. Isabel y el resto de las niñas fallecieron en uno de los bombardeos, mientras se encontraban escondidas en Casa Colomera, cerca del Santuario. Solo se salvaron dos de ellas, una niña que hoy tiene nombre, Isabel Chamorro Gómez y una de sus hermanas, la cuál quedó muda de por vida por causa de tan dolorosa vivencia. Eran sobrinas de María Gómez Cámara. Estos acontecimientos fueron muy traumáticos para María, quien se encontraba en Bélmez. Perder a unos familiares en tan trágicas circunstancias tiene que ser muy dramático y, a nivel psicológico, debe marcar infinitamente, creo que de por vida. Cómo curiosidad, aquel bombardeo al Santuario fue ordenado por el General Fe. ¿Recordais aquellas letras que habían aparecido en el salón? durante un tiempo se había dicho que podían significar "Falange Española" o, incluso que aludían al acto de fe. Creo que cada uno debe sacar sus propias conclusiones, pero es interesante que precisamente esas letras coincidan con el apellido de quien mandó bombardear el Santuario.

"Dama de la copa" hoy desaparecida.
Ya he dicho que en una ocasión leí un libro que me dio una posible pista al respecto. Se llamaba "tumbas sin nombre" y relacionaba estos sucesos de la Guerra Civil con las caras de Bélmez. Incluso por medio de un programa informático se comprobó que había un notable parecido entre algunos de los rostros (curiosamente aquellos que han sobrevivido, pues a lo largo de cuarenta años han sido muchos los que han ido apareciendo y desapareciendo, como la dama de la copa). Incluso uno de los rostros, el pelao, tenía un gran parecido con el capitán Santiago Cortés, que fue uno de los que murió defendiendo el Santuario. Cada uno tendrá su opinión sobre Iker Jimenez. Yo, sobre lo que cuenta en sus programas, creo que ni todo es verdad, ni todo es mentira, pero también creo que se limita a contar aquellos casos que le han llegado. Pero si pienso que esta relación entre las caras de Bélmez y lo ocurrido en el Santuario de la Vírgen de la Cabeza es bastante plausible, y por ello quiero lanzar mi teoría particular.

La ciencia, en la actualidad, tiene respuesta para infinidad de cuestiones, ha adquirido un conocimiento que, si Isaac Newton o Copérnico lo vieran dirían aquello de "la ciencia avanza que es una barbaridad". Sin embargo, no tiene todas las respuestas todavía, especialmente con aquello relacionado con la mente. Sobre el cerebro tenemos aún muy poco conocimiento, sobre su funcionamiento, igual ocurre con la mente (que, pienso, va algo mas allá del cerebro, pues conecta con lo psicológico). Creo que María Gómez Cámara, a pesar de ser una mujer creyente, tenía un trauma profundo provocado por la muerte de sus familiares. Yo sobre psicología no tengo mucho conocimiento, tuve en la universidad una asignatura que nos daba nociones muy básicas de psicología. Recuerdo que se hablaba de un fenómeno, ocurrido especialmente en adolescentes que habían sufrido un trauma muy fuerte (motivado por la muerte de un ser querido, por acoso escolar, por algo que había presenciado y le había impresionado fuertemente). Este fenómeno provocaba que, por algún proceso mental, y de forma totalmente inconsciente, objetos que se encontraban cerca de esa persona se movían. Quizá porque el nerviosismo que tenían hacía que se moviera el objeto. Ya digo, aún no se conoce cómo actúa la mente en toda su profundidad. Pues bien, creo, tengo la sospecha, pienso que a María Gómez Cámara le sucedió algo parecido. Esta buena mujer, fuertemente traumatizada por lo que había ocurrido a su familia, pudo provocar, de forma inconsciente que emergieran aquellas manchas, quizá causadas por la humedad subterránea, adquiriendo la forma de aquellos familiares que habían fallecido en el Santuario y, quizá, de otras personas que habían muerto con ella. Soy plenamente consciente de que se trata de una teoría que suena a ciencia ficción, puede resultar descabellada pero creo que a veces la realidad supera la ficción y, cómo digo, no conocemos en profundidad el funcionamiento de la mente. Por otra parte, como creyente, creo que existen las realidades sobrenaturales y preternaturales. En definitiva, por alguna razón que, de momento, no estamos en condiciones de explicar con nuestros actuales conocimientos científicos, veo una clara relación entre las caras de Bélmez y los familiares de María.

Conclusiones

Paquita Chamorro,
sobrina de María
Gómez Cámara.                 
1) Creo que los rostros que han ido apareciendo desde 1971 en la casa situada en la actual calle María Gómez Cámara de Bélmez de la Moraleda son verdaderos. Cómo he dicho a lo largo de este artículo, no tengo motivo para dudar de la credibilidad de María Gómez y de su hijo Miguel. Pienso que si hubiera sido un fraude orquestado y, realmente, se hubiera demostrado (no esa, en mi opinión, falsa demostración que sepultó el asunto) hubieran acabado con sus huesos en la cárcel, algo que nunca sucedió. Creo que responden a un fenómeno psicológico de carácter sobrenatural debido al profundo trauma que a esta buena mujer le causó la muerte de su familia en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Una de sus sobrinas, Paquita Chamorro (que ha sido relacionada con "el niño") tenía tan solo cuatro años. Cómo todavía no conocemos bien la mente humana no podemos saber de que manera ocurrieron esas impresiones en el suelo. Curiosamente en el pasado se dijo que habían podido ser realizadas de forma telepática, no lo sé. Estuve en la casa, las observé, ya he comentado lo que sentí, palpé una de ellas. En definitiva, creo que se trata de un autentico fenómeno de carácter paranormal, algo que ocurrió de verdad, puedo decir que no veo fraude. Debo decir que alguna de las acusaciones (como aquella que decía que "la pava" había sido pintada por un pintor de la localidad) son falsas. Evidentemente, no pretendo convencer a nadie sobre la veracidad de estas caras surgidas en la casa original, pero aporto mi teoría, lo que yo pienso, para que cada uno saque sus propias conclusiones.

2) Dicho esto, considero que los rostros que se dijo aparecieron en una segunda vivienda de Bélmez de la Moraleda (por otra parte, se ha dicho que en realidad hay rostros en otras muchas casas del pueblo) y que también visité son un fraude evidente. Ya dije que la casa original había sido puesta en venta. Por entonces el ayuntamiento ya pensaba hacer un museo de las Caras de Bélmez, se pensó en la casa original. Pero Miguel Pereira pidió una cantidad de dinero que el ayuntamiento no estaba dispuesto a ofrecer (se podrá pensar que tal vez quería sacar tajada del asunto, pero creo que es mucho mas simple que eso, se trata de la casa donde había nacido y que pertenecía a su madre). Curiosamente, unos meses después "aparecen" rostros en una nueva casa. Creo, y no soy el único que lo piensa que en esta nueva casa se pretendía situar el mencionado museo, pues era mucho mas barata que la casa original. Además tenía el plus adicional de que en ella había nacido María Gómez, aunque la mayor parte de su vida no vivió allí, como sabemos. Los mencionados investigadores efectivamente estuvieron en Bélmez durante meses, sin embargo se dieron cuenta de que se trataba de un fraude, y lo dijeron. De hecho no escuchareis a Iker Jimenez, ni a nadie, defender los rostros de esta nueva casa. Por otra parte, no tiene mucho sentido que en un momento en el que las caras de la casa original estaban perdiendo fuerza, tras la muerte de María (hoy en dia algunas apenas puede apreciarse) aparecieran nuevos rostros ¡y en una casa diferente! creo que quien orquestó el fraude de esta segunda casa debería haber tenido un poco mas de sensibilidad. Me consta que Miguel Pereira y su hermano se sintieron bastantes molestos, y con razón.

Miguel Pereira, en el centro, con sus padres.
3) Se acusó a María Gómez Cámara de enriquecerse a costa de las personas que iban hasta su casa. Yo creo que salvo que tengan el dinero en un paraíso fiscal (algo que, pienso, gente tan humilde seguramente ni siquiera sepa que existe) es una acusación calumniante. Yo estuve en esa casa, mi mencionado profesor también. Es una casa que tiene un salón (la antigua cocina), una cocina (que es la que hicieron cuando el precinto notarial) y una especie de despensa, eso en el piso de abajo. Al piso de arriba no subí, pero calculo que debía ser parecido, con pocas habitaciones y modestas. He visto casas en Nubia mas lujosas que la perteneciente a María Gómez Cámara (y no había nada en esas casas que indicase riqueza, mas bien pertenecían a familias pobres). Es cierto que aceptan la voluntad, tu puedes darle un euro, cinco para ayudarles si lo consideras necesario. Pero creo que es algo lógico y normal, vienen a tu casa personas desconocidas para ver algo que ha ocurrido en ella pues si te dan dinero lo aceptas. Pero la vivienda desde luego era bastante humilde, y tanto María como sus hijos vestían de un modo bastante austero, como una familia de labradores cualquiera de un pueblo cualquiera. Sin embargo, me gustaría decir que hay personas que si que han ganado dinero a costa de las caras de Bélmez, de un modo hipócrita, y no me refiero a Iker Jímenez sino a Francisco Mañez, autor de "los caras de Bélmez". Se trata de una persona que, aunque es cierto que a Pedro Amorós (uno de los investigadores que estuvo Bélmez y aseguró que lo de la segunda casa era un fraude) le enseñó un modo de hacer, sobre el cemento, rostros, nunca estuvo en Bélmez, eso lo primero, aunque llegó a asegurar que si había estado. Lo segundo, que su método para "fabricar" caras puede valer, pero relativamente. Es decir, no creo que durante cuarenta años, especialmente cuando ya vivía sola, María Gómez Cámara estuviera picando el suelo, creando las condiciones para la aparición de nuevas caras, rellenándolo con cemento, y al tiempo volviendo a repetir el proceso. Otra excusa que se ponía, con respecto al precintado, es que un periodista afirmó que había pasado por la casa, durante el precinto, y había visto a María levantandolo para fregar el suelo, algo de lo cuál no hay pruebas. Por otra parte, si realmente estas caras hubieran sido un fraude, no creo que María hubiera sido tan poco espabilada de fregar el suelo en un momento que había gente por su casa, además un precinto se nota mucho si ha sido manipulado o no, y en el caso de Bélmez no se demostró manipulación en el precinto cuando se levantó notarialmente.

 Me gusta la teoría de la navaja de Ockham y creo que para este caso es mucho mas sencillo. La cuestión es que durante cuarenta años han seguido apareciendo rostros, quizá ahora mas difuminados, pero también hay testigos que aseguran haber visto rostros aparecer y desaparecer en cuestión de minutos. Incluso hay fotografías donde se puede observar movimiento en algunos de ellos, "la dama de la copa", por ejemplo, cuyo brazo fue cambiando de postura hasta que la figura en su totalidad desapareció. Sin embargo Francisco Mañez, una persona que se declara escéptica radical, perteneciente a una asociación de promotores del pensamiento crítico (que, entre otras cosas, se dedica a poner verde a la Iglesia y a negar la existencia de Cristo), no solo escribe sobre un tema que denostó, pues le parece para gente poco inteligente y bastante crédula, sino que además lo publica en forma de libro... en plena época de internet, cuando se leen mas los blogs que los libros. Y yo me pregunto ¿acaso no quería aprovechar el filón de las caras de Bélmez cuando en 2004 se habían vuelto a poner de actualidad? ya se que eso se puede extrapolar a otros autores, incluso a aquellos fervientemente defensores de las caras de Bélmez. Pero cuanto menos me llama la atención en alguien que se considera tan serio y superior al resto de los mortales. Con Francisco Mañez colaboró Javier Cavanilles, periodista de El Mundo, sobre quien tengo la misma impresión.

4) Creo que en todo esto hay un mensaje implícito, de alguna manera. Se habla mucho de la memoria histórica y de lo que llaman "enterramiento digno". Pero, curiosamente, esa memoria se pretende aplicar, casi exclusivamente, a los fallecidos de uno de los bandos que lucharon en la Guerra argumentando que "los otros ya recibieron su homenaje durante cuarenta años". Pues muy bien, estas personas que fallecieron en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, salvo sus familiares, nadie mas se ha acordado de ellos. Llevan desde que fallecieron enterrados en fosas comunes, sin identificar (aunque hay una lápida con todos los nombres de los que están allí sepultados). Evidentemente, yo no soy nadie para reclamar nada al respecto. Pero, como católico, creo que a estas personas se les debería enterrar en los cementerios donde tienen a sus familiares, con un funeral para cada persona o familia. Pienso que sería algo de justicia humana. Todo el mundo tiene derecho a poder orar por sus difuntos.

5) En definitiva, creo que la ciencia mostró que, en el caso de las teleplastias surgidas en la casa de María Gómez Cámara, no son un fraude. Por otra parte tanto a María como a su hijo Miguel se les interrogó a través de maquinas por las que se podían detectar que mentían y el resultado fue que ambos decían la verdad. Solo en una pregunta mintió Miguel, cuando le preguntaron si pensaba que las caras supuestamente surgidas en casa de sus parientes (en 2004) eran un fraude. Dijo que no, me imagino que para defender a sus familiares, pero en realidad pensaba que esas caras eran un fraude.

6) La ciencia debe seguir investigando, tanto para explicar como pudieron surgir esas teleplastias en la casa donde vivió María Gómez Cámara como el funcionamiento de la mente, que como ya he dicho apenas conocemos bien. Está claro que hay cosas, a nivel psicológico, que se nos escapan todavía y que sería interesante conocer para ayudar a quien está sufriendo, como creo que fue el caso de María con sus familiares fallecidos.

7) El fenómeno de las caras de Bélmez, las auténticas, me parece que va mucho mas allá de lo que se pueda decir en un blog. Yo tan solo he intentado plasmar en estas lineas lo que conozco sobre el fenómeno y mis sensaciones cuando estuve allí. Además he intentado aportar mi teoría. A uno les convencerá, otros tendrán reticencias, por ello he querido mostrar que hay escepticismo y personas que afirman, pese a todo, que se trata de un burdo fraude. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

8) Quiero finalizar mostrando mi recuerdo y oración para todas las personas que fallecieron en aquel asedio al Santuario de la Cabeza, especialmente la familia Chamorro-Gómez. Ese recuerdo y oración se extiende, por ende, para María Gómez Cámara, una mujer que, pienso, vivió un fenómeno misterioso, algo que realmente aconteció en su casa y que aún hoy, con ella difunta, sigue vigente pese a que en una ocasión dijo "no se que será de las caras, pero creo que cuando yo me vaya ellas vendrán detrás". Una mujer que fue tildada de embustera por muchos, de la cual algunos quizá pretendieron aprovecharse, pero que, ya viviendo sola, cada vez que apagaba la luz del salón, para irse a dormir, veía esos rostros y se sobrecogía. Desde pequeño, en programas de radio y televisión, la escuché hablar sobre sus vivencias personales tanto acerca de las teleplastias como de lo ocurrido con su familia, y siempre me pareció sincera, cómo su hijo Miguel. Desde luego, si fuera director de cine, llevaría su historia a la gran pantalla. Lo ocurrido en Bélmez de la Móraleda desde 1972 fue digno de una gran obra cinematográfica, pero ocurrió de verdad, según pienso.

Epílogo

Me gustaría finalizar con algunas fotografías, sacadas del libro "tumbas sin nombre" de Iker Jimenez. En algunas se puede observar una comparación entre la familia Chamorro-Gómez y las caras de Bélmez cuanto menos llamativas.


Miguel Chamorro comparado con "la  pava". El bigote, retocado,
coincide con la teleplastia. Llevaba el bigote para arriba, con gomina
pero en el Santuario es seguro que no podía arreglarselo. Murió, como he indicado
al comer unas hierbas venenosas, sangrando.


Paquita Chamorro comparada con "el niño". Hay cierto parecido. Murió en el
bombardeo de Casa Colomera.


Caras en el salón. Podemos ver que está "el niño", también algunas caras de adultos
y de niños pequeños. En ese rincón, cuando estuve, solo se conservaba.




María Gómez, junto a la segunda teleplastia que surgió. Podemos
ver como "la pava" recortada por Miguel" se encuentra ya en su hornacina.



"el anciano" quizá uno de los rostros más
llamativos. Se le denominó también
"Pio Baroja", por su parecido con el escritor.
Fuentes:

Tumbas sin Nombre, de Iker Jimenez y Luis Mariano Fernández.

http://www.culturandalucia.com/Las%20caras%20de%20Belmez_publicado.htm

Para las imagenes: Google images

Víctor C. Bustillo

4 comentarios:

Rocío Gwynalarch dijo...

Muy interesante, me ha gustado muchísimo =) ¡Por fin leo algo sobre este tema que no sea ni la incredulidad más fanática ni la credulidad más ciega! Opinamos más o menos lo mismo. Pues espero que se haga justicia con su memoria cuanto antes, porque ha habido tanta gente que ha sufrido tanto y a la que se intenta enterrar en el olvido...

¡Un saludo!

Víctor C. Bustillo dijo...

Muchas gracias por tus palabras Rocio :)

Anónimo dijo...

Le doy mi enhorabuena a quien haya escrito este post, me ha gustado mucho como está escrito, dando un punto de vista personal, bien informado, sin tratar de convencer a nadie.La hipótesis de la conexión de la aparición de las caras con los trágicos sucesos en la guerra civil es interesante, no obstante, igual que esa tragedia ocurrieron desgraciadamente muchísimas a muchas familias y sin embargo no ha ocurrido nada parecido a las caras de Bélmez en otras casas de apariciones de caras clamando justicia o atención, ese es el tema que es un fenómeno único incomparable con cualquier otro.

Sobre la teoría de navaja de Ockham, mi lógica me dice que pudieron ser pintadas, pero mi lógica me dice tambien que me es imposible pensar que María las pintara ni nadie de sus familia, ella estaba siempre en su casa y es imposible que no se diera cuenta si alguien se pusiese a pintar el suelo. Esa es mi duda,la navaja de Ockham en este caso es difícil decantarse para un lado o para otro.En caso de que alguna cara fuera pintada no me gustaría llamarlo fraude, no me gusta esa palabra para este fenómeno porque es un fenómeno real, independientemente de su causa.

Por otra parte y volviendo a la tragedia del Santuario de la vigen de la Cabeza, lo más importante de esta historia es toda la gente que sufrió la guerra, mujeres, niños, famlias enteras están enterradas en fosas comunes, eso es para reflexionar sobre la violencia, la intolerancia y la incapacidad de los españoles para resolver conflictos sin llegar a la violencia. Yo tambien quiero rendir mi recuerdo emocionado a todas las víctimas de la guerra civil española, que si hay otro que encuentren allí la paz que no vivieron en la Tierra.

Víctor C. Bustillo dijo...

Muchas gracias por tus palabras "Anónimo". Pido disculpas por tardar en contestar, espero que pueda leer la respuesta.

Tiene razón, el fenómeno de las Caras de Bélmez es único e incomparable dentro de la fenomenología del Misterio, quizá por eso es mi tema favorito. Cierto lo de la navaja de Ockham, pero coincido en lo que dice, yo he escuchado en videos a María Gómez Cámara, además he hablado con sus hijos y no me parece que esa familia mienta.

Muy cierta su conclusión, ciertamente los españoles por desgracia hemos sido incapaces de resolver esos conflictos sin llegar a la violencia. Espero que nunca vuelva a ocurrir algo parecido. Seguro que las víctimas de la guerra civil española han encontrado un lugar mejor, no lo dude.