miércoles, 30 de noviembre de 2011

Primer domingo de Adviento, algunas reflexiones

El pasado domingo comenzamos un nuevo año litúrgico con la celebración del primer domingo de Adviento. Nos encontramos, por tanto, en un tiempo que debe servirnos en nuestro camino de conversión.

En el Evangelio del domingo escuchamos: estad en vela porque no sabéis cuando viene el dueño de la casa, no sea que os pille dormidos. Somos conscientes los cristianos de que al final de nuestra vida tendremos un encuentro cara a cara con Jesucristo y, podríamos decirlo así, nos someterá a un examen sobre lo que ha sido nuestra vida. Decía San Juan de la Cruz "al atardecer de la vida te examinarán del amor". Estimados mios, debemos por tanto mantener una postura vigilante en nuestra vida de cara al cumplimiento de los dos principales mandatos a cuyo cumplimiento nos conmina el Señor: amarás a tu Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

Personalmente veo el Adviento como una etapa de purificación. Se acercan las fiestas de Navidad, las cuales son vistas por el mundo pagano como una ocasión propicia para el jolgorio y el desenfreno (se come y bebe en exceso), sin embargo los cristianos debemos estar centrados en el acontecimiento verdaderamente importante que acontece en aquellos días, el Nacimiento de Jesucristo. Decían los Padres de la Iglesia que son tres las venidas de Cristo: la que sucedió en Palestina, la que llegará al final de los tiempos y una que se produce a lo largo de la Historia en los corazones de los cristianos (la conversión) y que, de un modo especial, debe ser recibida por el creyente durante la celebración de la Natividad. Hoy en día muchos cristianos caen en un error pues llegan estas fiestas y están tristes porque falta alguien que se encontraba presente en anteriores Nochebuenas (y Nocheviejas). Es comprensible que alguien pueda sentirse triste ante la ausencia de un ser querido, de hecho si no le echáramos en falta de alguna manera estaríamos coartando nuestros sentimientos humanos. Pero, en mi opinión, quien pone a Jesucristo en el centro de su vida durante los días de Navidad se mantiene firme y arraigado en la fe, por ello aunque pueda sentir una pena humana porque falta un ser querido tiene, del mismo modo, la esperanza de que gracias a la Resurrección de Jesucristo esa persona difunta vive, aunque en una realidad diferente a la nuestra.

El Adviento, pienso, es por tanto una preparación a las fiestas de Navidad, un tiempo de conversión (es decir, un volver la mirada a Cristo) particularmente bello porque realmente se va a producir la venida de Jesús a nuestras vidas y de nosotros depende el abrirle la puerta o no. Las palabras del Señor en este primer domingo de mes a mi personalmente me dicen que debo acrecentar mi oración y preparar el alma para que pueda morar en ella Cristo.

Decía un sacerdote amigo mio "no sabéis lo hermosos que sois para Dios". Para mi es una frase llena de significado puesto que ha habido momentos en mi vida donde he sentido el rechazo humano y me sé en las manos de un Padre que me ama desde toda la Eternidad, nos ama tal como somos y desea nuestro bien. El salmista dice "cómo busca la cierva corrientes de agua, así te busca mi alma Dios mio, tiene sed de Ti". El alma humana, efectivamente, está sedienta de Dios, incluso la de quienes no le conocen, de ahí que hoy en dia muchos busquen caminos espirituales de diverso tipo, por ejemplo las relacionadas con la llamada Nueva Era.

Si uno se prepara adecuadamente en estos días de Adviento y, de un modo humilde y sincero, acoge al Niño que nace en Navidad creo que puede experimentar como el alma queda saciada de esa sed de Dios. Verdaderamente es sorprendente, y aun escandalo para muchos, que todo un Dios pueda nacer en un niño pequeñito y en una condición de pobreza. Son aspectos que el Padre ha ocultado a los sabios y revelado a los humildes, quizá por ello muchos no puedan entender la fe cristiana.

En definitiva, considero que es importante prepararse bien ante las próximas fiestas de Navidad para poder centrar en Jesucristo nuestra vida y vivirlas con todo el sentido cristiano que siempre tuvieron estos días. Cómo he dicho antes, en la actualidad se ha perdido en parte de la sociedad ese espíritu que siempre tuvo la Navidad debido al consumismo imperante, por ello, creo, los cristianos debemos dar un testimonio fuerte de nuestra fe en esos días y para ello debemos estar bien preparados.

Yo os animaría, por tanto, a creernos de verdad que viene Jesús a nuestras vidas, a volver toda nuestra vida al Señor, a llevar el Evangelio a nuestra vida haciendo vida el Evangelio. El principal instrumento que nos puede ayudar es la oración, es cierto que la vida en muchos momentos parece un ajetreo con el que llenamos nuestras horas, por ello ¿Qué tal si nos damos un respiro, al menos un rato al día, y lo dedicamos a orar? creo que nos puede hacer mucho bien, hay bastante gente que no conoce la fuerza de la oración y si realizara una verdadera oración (no meras peticiones sino también alabar, glorificar y adorar a Dios) vería auténticos milagros en su vida. Por otra parte, os animaría de un modo especial a rezar por aquella persona que no os cae bien u os ha hecho alguna cosa mal (por ejemplo alguien que en el metro os ha empujado, no hace falta que sea nada demasiado grave, aunque si rezamos por quien nos ha hecho algo malo y grave estamos haciendo algo verdaderamente heroico). Y otra proposición buena de cara a preparar estas Navidades considero que es la de dedicar algún tiempo a los pobres, por ejemplo llevándoles comida, bebida caliente, ropa que ya no usemos y rezar por ellos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Que dice Cuadrado sobre Santoyo?

Veo que hace mas de mes y medio que no entro al blog. La verdad que el Máster está siendo intenso, por ello no he tenido mucho tiempo de escribir. No obstante, ahora que ya estoy situado en el Máster y tengo los trabajos del primer cuatrimestre bastante elaborados he decidido retomar de nuevo el blog.

Los que somos de Santoyo hemos podido leer tanto en la obra de don Evasio y don Aniano cómo en la posterior realizada por Faustino Narganes una cita a Cuadrado, quien habla de Santoyo y dice que en este pueblo se encontró, en tiempo de los romanos, un asentamiento romano conocido como Tela Augusta. Navegando por Internet he podido encontrar, entre otras curiosidades, lo que comenta José María Cuadrado (o Quadrado, cómo firma) sobre Santoyo en un viaje que hizo por la provincia de Palencia y visitó entre otros lugares este pueblo.He querido extraer el texto del libro "Palencia, Valladolid, Segovia" pagina 32 y publicarlo en el blog, dejemos por tanto que nos relate este insigne historiador su paso por la añeja villa de Santoyo:

"Apenas habíamos perdido de vista Támara salionos al encuentro Santoyo, pueblo guarnecido, como de armadura completa, de altos muros almenados con sus torres y garitas de trecho en trecho y tres arcos en lugar de puertas.  

A vistas de estos indicios de importancia antigua tan poco acordes con su condición presente, cualquiera se inclina casi a acoger la pretensión inventada por los cronicones apócrifos de siglo XVII de haber sido aquella una de las primitivas sedes episcopales con el nombre de Tela, fundada por San Eustaquio discípulo del Apóstol San Juan del cual le vino el llamarse Santoyo. Destruida por la invasión de los suevos. 

Y en efecto, parece edificada bajo la impresión de grandiosos recuerdos y venerandas tradiciones aquella parroquia que, aun después de visitada la de Támara, sorprende al espectador. Algunos años de prioridad llevan a la otra sus tres naves, pues a pesar de cerrarse sus arcos en ojiva, los pilares presentan hacia la mayor, que es alta y angosta, dos ordenes de columnas como en varias obras de transición, y en las ventanas de las laterales se observan los cortos fustes y los grandes capiteles del estilo románico. 

Como la otra iglesia, tiene esta a sus pies la torre y en un costado la entrada principal, la torre abriendo una sobre otra sus desnudas ojivas, la portada precedida de un atrio y decorado con un arco artesonado de piedra y con labores de gusto plateresco.

En su mitad superior ofrece la parroquia de Santoyo bien diferente, y aun mas suntuoso carácter, prueba de que el siglo XVI compitió con el XIII en honrarla y engrandecerla. Alto y espacioso crucero con claraboyas en sus brazos, esbeltos y bocelados pilares, espléndida capilla mayor que iguala en anchura a las tres naves y a la cual introducen tres arcos peraltados de aplanada curva, graciosa estrella descrita en el centro de la bóveda por la reunión de las arcadas que arrancan de los diez ángulos del vasto polígono, ventanas ojivales en numero de ocho bordadas de arabescos y cubiertas de vidrios pintados con figuras, forman un admirable conjunto en que las postreras galas del arte gótico se combinan con las innovaciones del Renacimiento.

Entonces se adornaron con dibujos de crucería todas las bóvedas del templo, labróse el fascitol y la sillería del coro alto con efigies esculpidas en los respaldos y se erigió a un lado del prebiterio honorífico sepulcro a un benemérito sacerdote (don Antonio de Rojas y Carvajal).

Por complemento de estas obras un secretario de Felipe II (Sebastian Cordero de Nevares) hacia 1570 encargó la traza y ejecución del gran retablo, queriendo enriquecer su villa natal, al eminente Juan de Juní, quien, si el hecho es seguro, no desmintió en sus últimos años la reputación tan justamente adquirida. 


De exquisito cincel proceden sin duda la estatua del Bautista colocada en el centro, los ocho relieves de su vida, las efigies de santos en los intercolumnios, la coronación de la Virgen puesta debajo de un templete y el calvario y figuras alegóricas del remate, aunque todo ello es trabajo excesivo para una sola mano. A nuestro entender las pinturas de los costados otro las hizo. La arquitectura del retablo, compuesto de tres ordenes de columnas estriadas jónicas y corintias y de un tabernáculo que los reproduce en pequeño no desdice de la extraña y licenciosa originalidad que caracteriza y aun delustra las concepciones del celebre escultor"

Tenemos, por tanto, en este documento un muy interesante testimonio. Menciona las tristemente desaparecidas murallas de Santoyo, de las cuales queda algún vestigio (afortunadamente restaurado). También menciona otra curiosidad que me he encontrado en estos días y son las de los cronicones de Hauberto y Dextro donde hablan de Tela de los vacceos. Ocurre una cosa, la ciudad vaccea de Tela (o Gella, existe confusión en si hay una misma ciudad así llamada o dos ciudades diferentes, una llamada Tela y la otra Gella) fue identificada en dichos cronicones con Tela Augusta (Tela significa dardo, flecha), de hecho en los próximos días pondré mas testimonios al respecto, por ejemplo de fray Argaiz y Pedro Fernández del Pulgar, ambos tuvieron una discusión al respecto pues mientras el primero daba crédito a lo dicho por los cronicones el segundo decía que era totalmente falso. Una de las cosas mas llamativas de los cronicones es que habla de la presencia de una serie de obispos en Santoyo (en Tela de los vacceos, vamos) y da una serie de nombres, uno de ellos es Lupo, quien vivió en el siglo IV. Lo chocante es que un obispo legendario de Palencia se llamaba precisamente Lupo y vivió en dicho siglo. Según el Cronicón Santoyo compartía sede episcopal con Palencia y posteriormente se quedó Palencia como sede única. Por otra parte, los de Santoyo sabemos que hay varias hipótesis sobre el nombre del pueblo (san Juan Bautista, Santiago, san Audito), bueno pues el cronicón nos habla de San Euthiquio, discípulo de san Juan Evangelista y que, según él, daría origen al nombre del pueblo tal como cuenta Fray Argaiz.

Quizá sea una de esas leyendas con algo de real. Yo creo que Tela Augusta realmente existió, si es la misma Tela de los vacceos mencionadas por los cronicones (los cuales, por cierto, dicen también cosas que son verdad, ya lo comentaré) es algo que habrá que investigar. Luego el que Lupo, si existió, fuera obispo de Santoyo puede significar sencillamente que este cierto Lupo nació en esa población de Tela Augusta. Hay que tener en cuenta una cosa, en los siglos del III al VI cerca de Santoyo estuvo funcionando una villa rural dedicada, según todos los indicios, a la fabricación de elementos cerámicos (vasijas, platos, etc) y probablemente entorno a ella giró un comercio local pues se han encontrado semejanzas en otras villas romanas como las dos de Lantadilla (una de ellas curiosamente llamada, igual que la de Santoyo, de "Las Quintanas). Pero hay un detalle que me ha llamado poderosamente la atención, hay una serie de semejanzas entre cerámicas de Santoyo (por cierto, todas de Terra Sigilata, pobres no eran, desde luego) y otras halladas en la provincia de Valladolid, por ejemplo, que aparecen firmadas como "NIGRINUS". Esto podría tener dos explicaciones, la primera que se tratara de una familia indígena con cierto nivel adquisitivo, la segunda que se trate de la firma de un artesano. Y si tenemos en cuenta que en la villa romana de Santoyo hay un horno dedicado precisamente a la fabricación artesanal de productos cerámicos, todo parece encajar, la verdad.

Por eso, no sería extraño que Santoyo desde la antiguedad hubiera tenido una cierta relevancia y que, de haber existido, un protosantoyano hubiera sido obispo de Palencia (digo protosantoyano en el sentido de que Santoyo no tenía aun ese nombre). Pero claro, son meras especulaciones. Lo que si es cierto es que después de la repoblación de Santoyo, entorno al 950 d.C. tuvo cierta importancia el pueblo si tenemos en cuenta el Convento Franciscano de Villasilos, que era cabeza de la Provincia Franciscana de Villasilos (o de La Concepción) de la cual dependían una serie de conventos y que el fundador de Villasilos, Fray Pedro de Santoyo, junto con Pedro de Villacreces y san Pedro Regalado hizo una reforma franciscana bastante importante.

Luego vendrían Sebastián Cordero de Nevares y sus hermanos, a los cuales merece la pena prestar atención, sobre todo al primero pues fue muy apreciado por Felipe II además de Secretario Real suyo.
Como digo, iré publicando mas artículos con estas curiosidades históricas sobre Santoyo de las que he hablado.

jueves, 13 de octubre de 2011

Ordenaciones en Getafe, don del Espiritu

Llegó el momento tan esperado, conozco a todos los que ayer fueron ordenados en Getafe, pero con dos de ellos tengo una añeja amistad puesto que les conozco desde 2005, cuando peregrinamos rumbo a Colonia. Desde entonces, he seguido sus vocaciones desde diferentes ópticas: como parroquiano de la Santísima Trinidad del Bosque, en el introductorio, en el seminario, en la facultad de San Dámaso al tiempo que iba formándome como franciscano seglar y ahora mientras hago el Máster en Historia Antigua.

Quedé en San Francisco el Grande con unos amigos seminaristas de Palencia (por cierto, que están de enhorabuena pues tras unos años de sequía ha entrado un nuevo seminarista) y nos llevó un sacerdote recientemente ordenado en Madrid.

Cuando llegamos el Cerro me dirigía  la ermita, que es también la capilla del seminario... esa que aun hoy, unos años después de haberme ido de allí, sigo considerando mi capilla. No solo me ocurre esto porque estuve allí de seminarista, recé mucho allí y tengo gratos recuerdos de aquel tiempo sino también porque está bajo la advocación de Nuestra Señora de los ángeles, posiblemente la virgen mas franciscana ya que el Pobrecillo de Asís le tenía gran veneración y además la Porciúncula está dedicada a esa virgen. Estuve rezando un buen rato allí y dejé en la urna una petición de oración para que los seminaristas recen por mi.  Salí de la ermita y me dirigí por la explanada hacia la basilica, saludé a varios amigos que me encontré y me encaminé hacia la puerta mientras eché una mirada al Sagrado Corazón, el cual no hace mucho tiempo fue restaurado y está espléndido, brillaba con un blanco dorado y parecía mostrar que, efectivamente, Dios estaba allí y se iba a producir un milagro.
En la Basilica, mientras esperábamos a la celebración también estuve hablando con varios amigos, entre ellos uno al cual creía en Indonesia y es de mis mejores amigos, no obstante es lógico que haya venido porque también estuvo en aquella inolvidable peregrinación a Colonia.

Las ordenaciones comenzaron con una procesión que partió, como es habitual, desde la sacristía recorriendo una parte de la Básilica; pude comprobar que estaba don Rafael, obispo electo de Cádiz, sirviendo una vez mas en su querido Getafe.
Los que iban a ser diáconos se pusieron a la derecha del altar mientras que los que serían ordenados sacerdotes se ubicaron en la izquierda. Busqué con la mirada y, efectivamente, allí estaban, entre los demás compañeros mios del seminario, mis dos añejos amigos.
Una vez finalizada la procesión, me vino a la mente un pensamiento raro, concretamente la película "novia a la fuga" de Julia Roberts" pensando que a ver si alguno iba a huir, pero al contrario que la Roberts los ordenandos tienen muy clara su vocación y no iban a huir de la voluntad del Señor.

Tras una breve moción y el saludo de don Joaquín, el señor obispo, llegó la Liturgia de la Palabra y tras la proclamación del Evangelio y la bendición con el Evangelario don Joaquín predicó, una vez mas de forma magistral, acerca del sacerdocio recordando las palabras del Santo Padre sobre que no se debe tener miedo, lo cual va dirigido igualmente a todos los cristianos, pues de hecho es algo que el Papa expresó en reiteradas ocasiones durante la JMJ de Madrid.

Una vez finalizada la Homilía se procedió primero a la ordenación de los diáconos con los pasos tipificados en la Tradición eclesial, personalmente quiero compartir que en varios momentos sentí muchos escalofríos (creo que se trata del Espiritu Santo, debo tener cierta sensibilidad pues al rezar por ejemplo el Padre Nuestro siento una presencia muy fuerte del Espíritu y calor en las palmas de las manos), me emocioné cuando les revistieron con las dalmáticas y les impusieron las manos.
No me averguenza decir que soy sensible, de hecho en ocasiones tiendo a llorar y ayer lloré en varios momentos de alegría por mis amigos y por los buenos recuerdos que me vinieron a la mente.

Tras ser ordenados los diáconos llegó el momento de los presbíteros, bellisimo, de gran profundidad, don Joaquín les impuso las manos, se rezó la letanía de los santos con los ordenados postrados en suelo (personalmente, recuerdo que me arrodillé para rezarlas y no se que hice, pero en un momento dado me di cuenta de que, aunque de modo diferente, estaba yo postrado también y me puse de rodillas de nuevo), estas letanías de los santos fue otro de esos momentos donde sentí escalofríos.
Después vino la imposición de manos por parte del obispo y de todo el presbiterado allí presente, lo cual trajo a mi mente la palabra "Fraternidad". Además del significado que ese gesto tiene de por si, el hecho de que otros sacerdotes impongan las manos a los nuevos presbíteros lo vi anoche como una bienvenida fraterna y me recordó el cariño que mi padre (que también fue seminarista) sentía por sus compañeros del seminario (especialmente si son sacerdotes), aquí me gustaría abrir un paréntesis:

Recuerdo una frase dicha por un gran amigo, ordenado sacerdote el año pasado, que cuando estábamos en el seminario y me recogía en Conde de Casal me comentó: "el Señor te ha dado hermanos". Me lo decía porque yo me "quejaba", por expresarlo de algún modo, de no haber tenido un hermanito gemelo, o un hermano un poco mas mayor o algo mas pequeño (tengo dos hermanas, pero yo quería un hermano). Es una frase que he valorado con el tiempo, tras salir del Seminario, puesto que debo admitir que durante mi presencia en el seminario no me preocupé mucho por mis hermanos. Yo notaba que ellos me querían, que me apreciaban, sin embargo yo no supe valorarlo entonces, de hecho iba un tanto a mi bola y con algunos seminaristas no me relacionaba mas allá de saludarles (lo cual es una pena, por ejemplo uno de los nuevos sacerdotes es un aficionado a la Historia y creo que hubiéramos hecho buenas migas, pero bueno). Sin embargo, como digo, he aprendido a valorar esa fraternidad, la importancia de tener buenos amigos cristianos, sean o no sacerdotes (eso si, como decía mi padre y lo cual comparto, quien tiene un amigo cura tiene dos veces un amigo) y doy gracias a Dios por mis amigos cristianos y, de un modo especial, por mis amigos seminaristas, pues con el tiempo he visto que allí fui querido y que estoy muy ligado a ellos.

Continuando con la celebración: tras la imposición de manos por parte de los sacerdotes los ordenandos fueron revestidos con la casulla previa colocación de la estola al modo sacerdotal. Hubo un momento en la ceremonia que me emocionó especialmente, pues vi a uno de mis grandes amigos, ordenado sacerdote, llorando y don Rafael sonriendole, fue un gesto bellisimo y lleno de significado pues se trata de un chico con un testimonio de conversión realmente impresionado, lo he escuchado varias veces (e imagino lo escucharé en su primera misa) y creo que la parábola del Buen Pastor y la del Hijo Pródigo se funden haciéndose carne en mi estimado amigo.
Finalizó el rito de ordenación y prosiguió la Eucaristía con el Credo y con los nuevos presbíteros concelebrando. Creo que el momento mas especial de toda la Ordenación fue el de la Consagración con los nuevos sacerdotes extendiendo las manos en este momento cumbre de la Santa Misa por primera vez en sus vidas.

Otra reflexión que me vino a la mente fue acerca del misterio que supone que una persona sea ordenada sacerdote, especialmente en un mundo donde parece que todo tiene un fin, todo se acaba, puesto que la identidad del sacerdote ministerial es algo que queda impregnado, cubriendo toda la persona del sacerdote para toda la eternidad tal como reza el salmo: "tu eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec". Ese carácter eterno supone que si un sacerdote "se sale de cura" conserva la marca de la ordenación que recibió, otra cosa es que al renunciar a ser sacerdote queda evidentemente inhabilitado para ejercer el ministerio.

Tras la misa estuvimos hablando un rato en la explanada y aproveché para saludar a mas amigos con los que me encontré (es lo que tiene conocer tanta gente en la Diócesis). Pero no me puede quedar, como me hubiera gustado, a saludar a los ordenados al depender de quien conducía, en esos casos no queda otro remedio que acatar.

La impresión sobre las ordenaciones que tenían los seminaristas de Palencia y el sacerdote que nos llevó coincidía con la mía, fue una ceremonia bellisima, muy intensa espiritualmente y con una gran presencia del Espíritu Santo (el cual, evidentemente, está en toda ordenación, toda Eucaristía, pero es cierto que en Getafe parece todo mas intenso, mas profundo, mas bello...). Es verdad que se pudo hacer algo larga ya que duró tres horas, pero en mi caso de no ser por el dolor de pies (no me senté) se me hubiera hecho corta.

El otro día comentaba con una amiga de la Diócesis que un sacerdote de Getafe se marcha a Cádiz con don Rafael pues el obispo electo de esta ciudad quiere llevar allí el estilo getafense. Precisamente ayer, según comentó don Joaquín, se cumplieron veinte años de la creación de la Diócesis. Cómo digo, hay un estilo, una forma de hacer las cosas en Getafe que ha dado mucho fruto. Es cierto que a podido haber ocasiones donde se ha dado mas importancia a las vocaciones sacerdotales y religiosas, o al menos que ha dado esa sensación, que a la vocación matrimonial, pero los tres son campos que en la Pastoral de Juventud de la Diócesis son bien trabajados.

Haciendo un breve repaso al plan vocacional sacerdotal existe una escuela de monaguillos, un grupo llamado Eiger, ambos orientados de alguna forma al sacerdocio, también está el Seminario Menor. Por otra parte, en las parroquias hay presencia de seminaristas, los cuales también van a actividades diocesanas como la Jornada de la Juventud o a peregrinaciones y dan de esa forma testimonio. En fin, existe una serie de aspectos que, de ser copiados en Diócesis con pocas vocaciones e incluso con seminarios cerrados, podrían hacer crecer las vocaciones. Hay una cosa clara, el Espíritu cuando quiere llamar a alguien lo hace, pero evidentemente si desde pequeños los jóvenes conocen el verdadero valor del sacerdocio, la verdadera imagen del sacerdote es mas fácil que un chico se decida a entrar al seminario pues de esa forma se le facilitan las cosas al Espíritu especialmente en una época como esta en la cual hay tantos estereotipos y prejuicios acerca del sacerdocio debido a tanta campaña de manipulación y a las constantes falacias ad hominen que se vierten (según las cuales como hay un mal sacerdote ya todos "necesariamente" son malos).

En definitiva, ha sido un acontecimiento lleno de Gracia, donde personalmente he vivido algo excepcional acompañando con mi presencia y oración a mis amigos en este día tan importante y trascendental. Por otra parte este acontecimiento me ha hecho darme cuenta de la especial cercanía y del cariño que deberé tener hacia los sacerdotes cuando haga la profesión como franciscano, si Dios quiere el año próximo.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El perdón cristiano. Deus, cáritas est

Perdonarás a tu hermano hasta setenta veces siete. Eso dice Jesucristo en el Evangelio de San Mateo que hemos escuchado en la misa de este domingo.

Es una frase contundente, algo que interpela a quien lo escucha. Humanamente, podemos preguntarnos por qué se debe perdonar siempre a aquel que nos ha ofendido, pero si lo pensamos con una perspectiva cristiana nos damos cuenta de que "tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo". El Verbo se hizo carne para redimir al hombre, el cual había ofendido a Dios con su pecado, necesitábamos un Redentor para que la muerte del hombre fuera derrotada y pudiéramos vivir y, si perseverámos con Cristo, hacerlo eternamente.
El Verbo, siendo Dios, se hizo hombre por amor a los hombres, pues muriendo con nuestra carne mortal la redimía con su Resurrección, venciendo al pecado (pues el pecado conlleva la muerte, el alejamiento de Dios, mientras que una vida en Gracia con Dios nos trae la vida, nos acerca a Dios).

Hay varios momentos de la Pasión que realmente me impresionan. El primero es el prendimiento, cuando los soldados apresan a Jesús en el Monte de los Olivos. Él, que es Omnipotente, se hizo manso ante un poder temporal, es uno de esos momentos donde Cristo sin decir nada nos está perdonando con su forma de actuar y, a la vez, nos educa mostrando cómo debemos comportarnos en actitudes similares.
El segundo momento es cuando le colocan la corona de espinas entre burlas, si hubiera sido un dios vengador se hubiera levantado diciendo "pues claro que soy el Rey de los judíos y voy a acabar con vosotros", pero de nuevo con mansedumbre oraba por los soldados y por la humanidad (si, el Evangelio no cuenta que en ese momento Jesús orase, pero es algo que se presupone). En este impresionante momento Cristo no solo nos está perdonando sino que derrota a los que se están burlando pues nada molesta mas al ofensor que la paz de aquel a quien se quiere ofender. Es también algo que para los que somos creyentes cuesta entender, cómo un Dios Todopoderoso permite que le ofendan, pero al mismo tiempo nos enseña la gran Misericordia de ese Dios y, de nuevo, nos educa. Recuerdo durante la JMJ cuando en la Puerta del Sol los laicistas agredieron a los peregrinos y se ve a estos rezando por los perseguidores, eso me recuerda también aquel pasaje "bienaventurados seréis cuando os persigan y maldigan por causa de mi nombre", de hecho en otro pasaje nos advierte Cristo diciendo "si tratan así al leño verde, como tratarán al viejo?" mientras nos invita a perseverar en Él, a estar firmes y arraigados en Él, edificados en Él.
Es, precisamente esa, la actitud que debemos adoptar ante una ofensa, la de la mansedumbre y también la de orar por aquella persona que pretende ofendernos (recordemos, no ofende quien quiere, sino quien puede).

Los dos otros momentos de la Pasión que me impresionan relacionados con el perdón son ya en la Cruz; el primero cuando Jesucristo ora por los que le han condenado a muerte, le han abofeteado, escupido, insultado, empujado diciendo  "Padre, perdonalos, porque no saben lo que hacen". El otro momento es cuando perdona al ladrón arrepentido. Veamos ambos.

Esa oración de Jesús muestra hasta donde llega su amor, el amor de Dios por la humanidad, es ese "Deus, caritas est" que se hace carne en Cristo hasta tal punto que ama a aquellos que le han condenado a muerte y lo hace un poco antes de morir. Probablemente con nuestra mente limitada nos cueste comprender que alguien pueda amar a aquel que está acabando con su vida, seguramente cualquiera de nosotros nos hubiéramos enfrentado con nuestros asesinos... sin embargo Cristo no solo actúa con mansedumbre sino que además los perdona!!! solo alguien que ama de verdad puede llegar hasta ese extremo, Jesús sabe que con su muerte y resurrección (de la cual había hablado a los hombres y muchos no lo habían entendido) está redimiendo al hombre, por eso ora por nosotros al Padre, pues es consciente de que los fariseos, saduceos y los romanos no saben lo que están haciendo, han visto al Hijo de Dios pero no le han reconocido por que están ciegos, tienen ese velo del cual decía San Pablo que antes de su conversión le impedía reconocer a Jesús. Por eso Jesús se compadece de esos hombres y ora para que el Padre les perdone, pues esas personas son necias, son ciegos.

Muchas veces se acusa al cristianismo de que uno peca, se confiesa y ya puede hacer lo que le venga en gana. Pero ese pensamiento está muy equivocado y creo que la historia del ladrón arrepentido lo demuestra. Junto a Cristo había otros dos crucificados, ambos ladrones, uno de ellos no se arrepentía de lo que había hecho y ya estaba muerto antes de subir a la cruz; sin embargo, el otro en algún momento que desconocemos se arrepiente de lo que ha hecho, toma consciencia de que Jesús es el Hijo de Dios (probablemente aceptando la inspiración del Espíritu Santo) y  llora su pecado, es entonces cuando de alguna manera piensa "me levantaré y volveré junto a mi padre" y le pide a Cristo que tenga misericordia de el. Jesucristo, que conoce el corazón de cada hombre, vio que realmente estaba arrepentido, que tenía sincero deseo de conversión, de volverse a Dios y no solo le perdona sino que le dice "en verdad te digo que hoy mismo estarás junto a Mí en el Paraíso".
No exagero si digo que cuando escucho en misa este Evangelio se me pone la piel de gallina, pues muestra hasta donde llega la Misericordia de Dios siempre que hay un sincero arrepentimiento, pues el Señor una vez nos arrepentimos y le pedimos perdón mediante el sacramento de la Reconciliación nos abraza perdonandonos.

Pero claro, para lograr este perdón de Dios uno debe tener un sincero propósito de enmienda, un verdadero dolor de los pecados. Lo que no se puede es ir a confesar diciendo "bueno, hoy me confieso de esto, pero mañana volveré a hacerlo", pues entonces uno no tiene arrepentimiento y está engañándose a si mismo (a Dios es imposible engañarle, en todo caso se podrá engañar al sacerdote pero no a Dios) y seguirá bajo la atadura del pecado. Por eso digo que es terriblemente injusto cuando alguien critica a los cristianos diciendo que cómo se confiesan pueden hacer lo que les venga en gana, ya que si alguien se confiesa sin arrepentimiento allá el con su conciencia, pero no se estará confesando verdaderamente y además estará cayendo en un sacrilegio utilizando de forma errónea un regalo tan grande cómo es el sacramento de la reconciliación.

Porque también hay muchos creyentes que dicen "y porque tengo que confesarme con un cura? yo me confieso con Dios". Esa frase forma parte de los prejuicios que como seres humanos tenemos, ya que cuando nos confesamos le estamos contando nuestros pecados a Jesucristo en persona, el cual nos absuelve a través del sacerdote pues cuando este nos dice "Yo te absuelvo..." ese Yo lo está diciendo Jesús, el cual dijo a los apóstoles "lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo". Por estos dos motivos debemos confesarnos con un sacerdote, lo primero porque es el mismo Jesucristo en persona quien nos perdona y lo segundo porque es la forma que Él ha querido establecer para perdonar personalmente al hombre. Podríamos ir al Sagrario y decir "Señor, perdoname" y Dios nos perdonaría, pero no sería un perdón completo pues Él quiere algo mas, quiere que miremos dentro de nuestra alma aquellas cosas que nos alejan de Él y se las contemos a través de los ministros que Él mismo ha establecido. Por otra parte, confesarse es también un acto de humildad, pues uno se ve obligado a mirar dentro de sí mismo y a confesar a un sacerdote sus pecados. Alguien que no es humilde creo que nunca se va a confesar, lo primero porque creerá que él está limpio y lo segundo porque no entenderá porque debe confesarse con alguien que también tendrá sus pecados, pensará.

Para terminar os invito a que perdonéis a aquellas personas que os han ofendido a lo largo de vuestra vida y también a aquellas personas que hoy o en el futuro os ofenderán. No devolvais mal por mal, rezad por ellos y bendecirles (pues bendecir es hablar bien de alguien).

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, yo estuve allí

No he podido escribir antes por no haber estado en Madrid, de hecho durante este verano he pasado bastante tiempo fuera, razón por la cual apenas he actualizado el blog, y quería mostrar mis impresiones sobre la JMJ ahora que han pasado algo mas de quince días.

Cómo muchos sabéis, fui voluntario durante aquellos días, de hecho me apunté al voluntariado hace como un año y medio pues estuve de peregrino en la JMJ de Colonia 2005 y quería esta vez hacer un servicio a Dios y a los hermanos en mi querida Madrid. Aunque, ahora que ha pasado, creo que cometí un error en el sentido de que hubiera sido mejor apuntarme de voluntario con mi parroquia porque hasta el martes antes de llegar el Papa no tenía ni la acreditación ni cual iba a ser mi voluntariado, pero me puse en contacto con el jefe de Cultura (estuve en ese departamento) y ya me dieron la acreditación y me asignaron un grupo de trabajo por las noches en el templete de Chamberí. Por otra parte, en Cuatro Vientos no tuve derecho a picnic pues nos tenía que haber dado la chequera de los vale-comida nuestro jefe de grupo y no nos lo dio a ninguno (si nos dio vales de comida sueltos), pero por lo demás ningún problema y casi lo preferí ya que el sábado por la mañana visité a mi buen amigo Mercadona y me compré cosas para comer por la tarde en Cuatro Vientos y el domingo por la mañana tras la misa.

La verdad, a la JMJ no llegué en mi mejor momento espiritualmente hablando pues me había abandonado bastante, no rezaba, no hacía oración y en misa reconozco que ultimamente me despistaba. Por otro lado, supongo que por esas "desolaciones" de las que habla San Ignacio, me encontraba mal a nivel psicológico, como algo depresivo y cambios de humor constantes. De hecho, debo admitir que con el tema de la acreditación y lo que me costó conseguirla (fui varias veces a Ifema y me decían que no habían llegado, yo veía voluntarios con acreditación y me dio por ir al edificio APOT donde me dijeron que la acreditación se recogía en el Palacio de Congresos, junto al Santiago Bernabeu.

Comencé a vivir la JMJ el martes, en el sentido de que hasta el lunes había estado en el pueblo de mi abuelo y quitando que leía el periódico (por cierto, grandisima la cobertura dada por el Diario ABC, para quitarse el sombrero) y rezaba un poquito estaba al margen de lo que se estaba viviendo en Madrid.
Por la mañana estuve en la Aldea Franciscana, ubicada en San Francisco el Grande, colaborando en lo que pude y viendo lo que estaban montando allí, después me fui al Seminario de Madrid a hablar un rato con mis amigos seminaristas y mas tarde a comer con mi familia (estaba mi hermana, que vive en Argentina, aquellos días con su pareja y mi sobrina).
Por la tarde fui a la Misa de Acogida, celebrada en Cibeles (por cierto, debería aprovechar Florentino Perez y hacer socio de honor al Papa, que el anterior lo era del Barça). En el trayecto de Opera a Sevilla hice honor a mi condición de voluntario pues ayudé a un minusválido canadiense que iba en silla de ruedas a llegar hasta la Misa. Unos amigos suyos me regalaron una pulsera de Canadá, lo único que lamento es mi escaso nivel de inglés, pero con lo poco que sé mas los gestos nos entendimos. Durante la Eucaristía me situé bastante cerca del altar, concretamente junto a la fuente de la "diosa". Por cierto, tuve suerte pues había unos grifos de agua cerca y pude beber, pues estaba un poquito deshidratado.
Una vez terminada la Misa me fui hasta Chamberí andando y estuve vigilando un concierto de un grupo australiano (un poco sosetes, la verdad, además había muy poca gente viéndolo). Cómo dije antes, mi jefe de grupo me dio la acreditación. Por cierto, fue curioso ver como se cumple aquello de "Dios los cría y ellos se juntan" pues nuestra labor de voluntariado la realizamos por parejas y me dice un chico "venga, me pongo contigo" y resulta que es un apasionado por la Historia, en su caso por la Contemporánea, y la verdad hicimos muy buenas migas.

El miércoles por la mañana fui a confesarme al Parque del Retiro. Llevaba desde finales de junio sin confesarme y llevaba una buena lista de pecados (tengo la costumbre, poco sana lo sé, de escribirlos en una hoja) y el pobre sacerdote debía estar harto de escucharme pues me decía "bueno, bueno, yo creo que ya has hecho una buena confesión" y yo diciéndole "Padre, no he terminado aun". Fue una autentica liberación el confesarme, aunque suene obvio para los que somos cristianos, puesto que llegaba fatal, sin fuerzas y sentí la fuerza del Espíritu Santo reconciliandome con Cristo, con la Iglesia, limpiando mi pecado y sanandome. De hecho, después fui a rezar a la Capilla del Santísimo que tenían las "Sisters" (como mis amigos y yo llamamos cariñosamente a las monjas de la Madre Teresa de Calcuta) con una alegría enorme. Después estuve viendo la Feria Vocacional, aunque heché de menos una caseta de los franciscanos, aunque imagino que al tener la Aldea Franciscana consideraron que era mejor tenerlo todo junto en San Francisco el Grande.
Por la tarde pensaba haber ido al Café Vocacional, que estaba en el Bernabeu, pero me llamó un amigo diciendome que estaban cerca de mi casa (eran también voluntarios, de fuera de Madrid) y me fui con ellos al Parque del Retiro otro rato. Por la noche volví a Chamberí, donde tuvimos dos conciertos que vigiilar y entre medias estuve cenando. Al llegar a casa estuve escuchando un rato el Barça-Madrid y leyendo sobre la agresión de anticatólicos a peregrinos, sobre esto, simplemente voy a decir que me parece una vergüenza la imagen esperpentica que dieron algunas personas, pero creo que no merecen mas protagonismo del que tuvieron y que rezo por su conversión.

El jueves, como no estaba muy contento porque mi acreditación carecía de fotografía (venía la V de voluntario) fui al Palacio de Congresos a que me la pusieran. Eso me llevó toda la mañana debido al gran numero de personas que nos encontrábamos allí, lo bueno es que pude ver la llegada del Papa a Barajas por los monitores que tenían puestos. Fui a comer con mi hermana, que ya se iban para la Argentina y me vine a Madrid para el encuentro con el Santo Padre, en el bus me encontré con un viejo amigo (nos conocemos desde pequeñajos) con el cual estuve hablando. En Cibeles vi pasar al Papa cerquita (habría unos 20 metros apenas) pues otra vez me puse lo mas cerca del escenario que pude. Por la noche estuve en el voluntariado de Chamberí, cenando se me perdió la Cruz que nos daban con la mochila, me dio bastante pena, pero un buen amigo me ha regalado una que tenía de sobra.

El viernes por la mañana decidí tener un "día cultural" y me fui a ver el Museo del Ferrocarril. Debo decir que el mundo de los trenes me apasiona, mi bisabuelo fue jefe de tren y recuerdo de pequeño a mi abuelo contándome historias de su padre y también suyas viajando en tren, desde entonces todo lo relacionado con el mundo ferroviario me fascina. No exagero si digo que estuve practicamente dos horas y media viendo los trenes, tomando un café en un vagón de madera, descubriendo cosas que no sabía (como el poblado de Algodor)y salí de allí realmente impresionado. Por cierto, me encontré con una chica de Albacete que conocí en un encuentro franciscano.
Por la tarde fui al Café Vocacional, donde estuve comiendo, viendo algún concierto y hablando con el verdadero protagonista de esos días y por supuesto de nuestras vidas, con el Señor, pues instalaron en el Bernabeu una capilla.
Después quería haber ido al Santuario de Schoensttat, pero no me daba tiempo pues había quedado con mi compañero de voluntariado para ir al Vía Crucis. En lo que no estuve fue en las procesiones puesto que entre que los indignados estaban jugando al gato y al ratón y que no se sabía cuanto iba a durar cada procesión preferí ir a casa. De camino me encontré con varios amigos seminaristas con los que estuve hablando un buen rato.

Llegó el día tan esperado, la Vigilia de Cuatro Vientos. Por la mañana, como dije antes, visité a mi amigo Mercadona y estuve siguiendo la misa del Papa con los seminaristas por la radio (con la acreditación hubiera podido entrar en la catedral). Estuve comiendo en casa y después me fui hasta la Estación de Fanjul, bastante cercana al aeródromo y desde ahí andando hasta "Las Águilas", donde había quedado con mi amigo Fran (mi compañero de voluntariado) y estuve esperándole mientras rezaba el Rosario. Cuando llegó nos fuimos rápidamente a Cuatro Vientos, pues, sin querer vanagloriarme de nada, soy bastante previsor y aunque aun no eran ni las tres y media de la tarde quería entrar pronto. Una vez dentro, nos pusimos a la izquierda del altar, relativamente cerca, donde había un montón de voluntarios ya instalados. Dije antes que Dios los cría y ellos se juntan, no? pues al lado mio coincidió que estaban mis buenos amigos de la parroquia (con los cuales puedo prometer que no había hablado de donde nos íbamos a poner) y con los de otra parroquia de Getafe también bastante amigos. Pasamos la tarde hablando, bajo la sombra de los paraguas (los cuales en la tormenta nos vinieron genial) mientras veíamos como llegaban las nubes. Una vez llegó el Papa comenzó la Vigilia y se abrieron los cielos en forma de una tormenta de agua y aire que hizo volar carpas, paraguas y ante la cual nadie se inmutó en el sentido de que nos quedamos allí quietos, protegiéndonos, cuando quizá lo "lógico" hubiera sido irse de alli corriendo (pues caían rayos también). El Santo Padre también aguantó, pese a las suplicas de su séquito pues "si los jóvenes aguantan, yo me quedo". Pero como tras la tempestad siempre llega la calma, pudimos estar en Adoración ante el Santísimo, momento para el cual habían traído la Custodia de Arfe, verdadero tesoro del rico patrimonio artístico y religioso español.
Tras la Vigilia estuvimos cenando mientras los cielos se despejaban, de hecho por la noche no hubo nubes y en el cielo brillaban las estrellas. Unos se fueron a rezar, otros estuvieron hablando, otros cantando y otros durmiendo. Yo estuve despierto como hasta las dos de la madrugada hablando con mi amigo, pero se hizo el silencio en nuestra zona y nos dispusimos para dormir. Aunque una hora después me despertaron unos discutiendo a mi lado (habían puesto unas chicas unas esterillas, se habían ido y había unos chicos que se habían aposentado allí, al final se quedaron las chicas. Me desperté otra vez a las cinco y ya a las siete y media me levanté.

La Eucaristía fue preciosa, además de una bendición. El Santo Padre nos conminó a no avergonzarnos ante el mundo de ser cristianos, a presentar a Cristo a los hombres y a no tener miedo pues si Dios está con nosotros a quien temer. Lo malo fue que no pudo comulgar casi nadie pues por las tormentas las carpas donde estaban las Sagradas Formas se encontraban inutilizadas y nos dijeron que comulgasemos en las iglesias de Madrid (yo lo hice por la noche en Santa Teresa).
Tras la misa me fui andando hasta Campamento, para coger un autobús, puesto que el metro era casi imposible cogerlo. Estuve comiendo en casa y por la tarde me fui a IFEMA al acto del Papa con los voluntarios, donde estuve además de con mi compañero de voluntariado con el amigo que me llamó días antes para ir al Parque del Retiro. Una vez finalizado el encuentro de Ifema fui hasta la parroquia de Santa Teresa para comulgar y ya a casita a reposar todo lo vivido en estos días tan intensos.

La verdad que me dio pena cuando los jóvenes de Madrid entregaron la Cruz a los jóvenes de Río de Janeiro pues me vinieron a la mente multitud de recuerdos vividos en estos tres años inolvidables. No obstante, creo que la Jornada Mundial de la Juventud comienza en realidad ahora, pues es cuando deben ir creciendo y fructificando los frutos tanto de estos días como de los años previos y donde tenemos que poner en practica las enseñanzas del Santo Padre.

Por mi parte, doy la enhorabuena a los jóvenes brasileños, si Dios quiere me gustaría ir a Brasil, aunque creo que sería mas fácil ir a la siguiente en Europa, probablemente en 2015 (sería bonito que fuese en Portugal, casi un siglo después de las apariciones de Fátima).

viernes, 29 de julio de 2011

Master en Historia Antigua

Cómo dije en el primer post, quería hacer un Máster en Historia Antigua a lo largo del próximo curso; sin embargo, no lo tenía del todo seguro puesto que cuando me decidí a hacerlo estaba apuntandose la gente en la segunda tanda de preinscripción (hubo una primera en febrero, y la otra en junio-julio), total que lo mas seguro que me tocara estar en lista de espera.

En el mes de julio realicé la preinscripción y, efectivamente, el sistema me dijo que me tocaba estar en lista de espera (todo el proceso se hace por internet, se ha modernizado la UCM con respecto a cuando estudié Historia allí). Me puse en contacto con la coordinadora del Máster en la Complutense y me dijo que no me preocupase y hace dos dias (27 de julio) me escribió un email diciendo que estaba admitido y podía formalizar la matricula.

Sin embargo, la verdad que he tenido bastantes problemas para realizarla, puesto que el sistema telemático en un principio directamente no me dejaba hacer nada y tenía como fecha limite hoy para matricularme, eso comenzó a ponerme un tanto nervioso.
Ayer por la mañana fui a la facultad y en la sala de informatica me ayudaron a crearme una cuenta en la web de la Complu con la cual podía proceder a matricularme, sin embargo algo fallaba puesto que el sistema ahora me decía "no puedes matricularte aun, pues el centro ha puesto para tu matricula el 19 de septiembre", esto me extrañó bastante puesto que la coordinadora (y el sistema de preinscripción) me habían asegurado que hoy era el dia límite.

Entonces, hoy he vuelto a la facultad y lo primero ha sido ir a la secretaria de alumnos. Allí he tenido un disgusto porque un señor, bastante borde por cierto, me ha echado la charla diciendo que era culpa de la coordinadora, que no había enviado mis datos (pese a que ella me había dicho que en secretaria tenían mis datos, como efectivamente luego se demostró) y me invitó a irme "por que tengo cosas que hacer" ante lo cual le dije que a mi nadie me echaba y que mostrara un poquito de educación puesto que yo le estaba tratando con educación.

Luego he ido a preguntar al conserje por el registro pues el hombre este me había dicho que allí podía rellenar una instancia para hacer constar que había estado en la facultad y no había podido matricularme (una manera de cubrirme las espaldas y no perder la plaza). Pero primero he ido al vicedecanato y allí una señora muy maja (el conserje tambien muy buena persona) me ha dicho ya que yo había visto un profesor en el departamento de Historia Antigua pues que a ver si podía ponerme en contacto con la coordinadora de alguna manera pero que sino era posible pues que efectivamente rellenase la instancia.

Sin embargo, antes he querido volver a la sala de informática puesto que ayer vi en la web de la UCM que había un formulario de matricula y lo he imprimido aunque el hombre de la secretaria me insistió en que no iba a poder hacer nada pues Estela, segun él, no me había dado de alta.

Cuando estaba imprimiendo ese documento he tenido una inspiración y he subido rapidamente a la planta 11, donde está el departamento de Historia Antigua y... efectivamente, estaba la coordinadora del Máster en su despacho. La he comentado lo sucedido con ese señor y me dijo que esperara un rato, que bajaba conmigo (estaba hablando con un alumno, creo).

Ha sido curiosa la transformación de ese señor tan desagradable (y chulo, la verdad) cuando hemos bajado a hablar con él, pues cuando ha visto a la coordinadora ha bajado la mirada al suelo y cuando esta mujer le ha dicho que hiciera el favor de mirar el correo electrónico que le había enviado el dia anterior lo ha hecho y se ha dado cuenta de que, efectivamente, ese email había llegado pero el hombre no lo había mirado.

Total, que la coordinadora le ha dicho que me diera de alta, lo ha hecho y a la media hora ya me he podido matricular.

En septiembre comenzaré el Master y, si Dios quiere, en un año lo habré terminado especializandome ademas en la Antigua Roma, uno de mis sueños desde pequeño y posiblemente pueda cumplir uno de otro de mis sueños, el de vivir un año (al menos) en Roma.

Roma Victrix!!!

miércoles, 22 de junio de 2011

Mayordomo de san Luis

En Santoyo hay varias cofradias, entre ellas la de san Luis Gonzaga, a la cual pertenezco y que está formada por los jovenes y solteros del pueblo.

El dia 21, en el cual se conmemora a san Luis, se tiene por tradición el ir a la Eucaristía y despues hay un refresco al cual son invitados los cofrades por parte de los mayordomos de ese año.

Fui apuntado a la cofradia al poco de nacer (cómo la mayoria de mis amigos de Santoyo) y en estos años cuando he podido he estado en la festividad. El año pasado estuve y me presenté como candidato para ser mayordomo este año y los cofrades lo aprobaron, al igual que tambien se presentó un amigo mio para organizarlo conmigo.

El papel de los mayordomos es el de preparar el refresco y somos los que en la procesión portamos las insignias de la cofradia ademas de vestir al santo. Ademas en la misa los mayordomos se sientan en el banco de adelante del todo con la insignia (la cual está sujeta por una vara), de algun modo como presidiendo a los cofrades.

Llegué el lunes a Palencia en tren y allí cogí un autobus a Santoyo, a la hora de comer ya estaba en casa. Estuve comiendo con mis tios y tras un rato de reposo y de oración me fui a buscar a mis amigos, con los cuales estuve practicamente toda la tarde, salvo el rato en el que estuve en misa por ser las Visperas de san Luis (al ser cofrade y este año mayordomo hay que acudir, aunque la verdad esa tarde hubo poca gente).
A mis amigos del pueblo hacía unos meses que no les veía, desde que jugaron el Torneo Interprovincial de Castilla y León en Lerma y la verdad fue una gran alegria el reencontrarme con ellos. Ya no voy mucho al pueblo, entre otras cosas porque mi tia está pasando por un momento delicado de salud y no creo conveniente el "abusar" de ir a su casa, pero confio en que se terminará curando. La verdad es que cuando estoy en Madrid hecho muchisimo de menos a mis amigos de Santoyo, esos que cuando era pequeño e iba con "el alma rota, ellos me la reparan" cómo decia en aquella época.

Estuvimos tambien un buen rato en la peña jugando a la Play Station y uno de los "casquillos" me pegó una buena paliza jugando al Pro Evolution Soccer... se nota que algunos juegan bastante a la videoconsola jeje

Hubo un pequeño lapsus, puesto que siempre antes de la misa de Visperas los mayordomos tocan la esquirla y entre que no nos lo habían dicho y que mi amigo (el otro mayordomo) no iba a llegar a tiempo para la misa pues este año no se tocó la esquirla por las casas de los cofrades.

Despues de la cena fui a buscar a mi amigo, con el que iba a compartir el cargo de mayordomo, pensaba que ibamos a estar un ratillo en su casa hablando, sin embargo cuando me quise dar cuenta era ya la una de la mañana, pues estuvimos hablando con su familia (a la cual desde aquí doy las gracias por la parte en que me ayudaron) y cómo estaba un poco cansado ya no fui a la peña y me dirigí a casa para, tras darme una ducha, irme a dormir, pues estaba algo cansadillo.

El martes 21 de junio amaneció soleado y caluroso. Recé un rato antes de ir a desayunar y estuve ayudando en algunas tareas domesticas a mis tios. Despues de vestirme cómo tenia tiempo libre estuve un rato en una habitación donde hay libros antiguos pues de vez en cuando me gusta revisarlos (son, sobre todo, de dos tios abuelos mios sacerdotes) y me encontré con un libro que me hizo mucha ilusión. Se llama "Curso Espiritual del Seminarista" y era de mi padre, pues estuvo en el Seminario desde los 10 años hasta los 20 (estudió Latines, Filosofos y un poco de Teologos, pero no era su vocación y se salió del seminario para disgusto de mis tios sacerdotes). Yo estuve en el seminario y algo de ese espiritu de seminarista me queda, por otra parte tengo el carisma franciscano por lo cual el libro me lo voy a aplicar de un modo que en vez de "curso espiritual del seminarista" sea "curso espiritual del franciscano", creo que me hará bastante bien por lo que he estado leyendo.

A las 12:30 tocaron a misa y fui a buscar a mi amigo comayordomo y pusimos rumbo a la iglesia. Allí estuvimos hablando un poco con el sacerdote y tambien con nuestros amigos, los cuales iban a ejercer de costaleros llevando al santo en la procesión.
La procesión de san Luis es bastante sencilla, pues mientras la de san Juan Bautista (patrón del pueblo) hace un recorrido bastante grande, pasando incluso por mi peña, el jóven santo rodea unicamente la iglesia. Pero fue bastante bonita aunque silenciosa (cómo son las procesiones castellanas).

En la Eucaristía yo participé en la Liturgia de la Palabra leyendo la primera lectura y el salmo. La misa estuvo bien, ademas el coro de mujeres de la parroquia cantó varias canciones.

Hay un detalle que me gusta de mis amigos de Santoyo, apesar de que no frecuentan la misa, hay varias ocasiones durante el año en el que si van a la iglesia, las fiestas de san Juan, Navidad, san Luis, Semana Santa y ayer tambien estuvieron. Yo siempre les tengo presente en mis oraciones sobre todo para que Dios les siga protegiendo y para que sigan siendo buenos chicos, pues independientemente de que no sean practicantes, si son buenos chicos y grandes amigos mios.

Una vez el sacerdote nos dijo que podiamos ir en paz nos dirigimos al refresco, que este año se hizo en un edificio que conocemos en el pueblo como el Molino (aunque tiene ese nombre, no penseis en los molinos manchegos, es diferente), otros años se suele celebrar en el Huerto del Cura pero por logistica se decidió que en esta ocasión era mejor el Molino. Cómo es tradición, los mayordomos nos pusimos a ambos lados del sacerdote, el cual bendijo los alimentos, tras lo cual pudimos comer. Fue una tarde agradable, con un buen ambiente y tambien una ocasión de reencuentro con la gente del pueblo.

Despues del refresco, que mas bien es un almuerzo por la cantidad de comida que suele haber, yo me fui a casa a echarme la siesta pues estaba algo cansadillo (tengo alergia y el antistamínico me da sueño). Luego a las siete quedé con el amigo mayordomo pues me iba a llevar a Palencia al tren. Antes de eso estuvimos revisando el libro de la cofradia y haciendo las cuentas de lo que tenemos que pagar cada uno y despues ya me acercó al tren.

En la estación estuve esperando un buen rato ya que mi tren, que venía de Santander, estaba viniendo despacio para esperar a los usuarios de otro tren, procedente de Oviedo, que estaban yendo a Palencia en autobus porque había un problema en las vias. Así que me puse a comer un bocadillo que me preparó la madre de mi amigo y cuando ya estaba en el tren me tomé unas ciruelas que me regaló (debo admitir que tambien las familias de mis amigos de Santoyo me han cuidado siempre bastante bien, la verdad).

Llegué a Madrid sobre las 23:40 y al llegar a casa estuve un rato rezando hasta que me quedé dormido.
El año que viene los dos mayordomos son amigos mios y si Dios quiere allí estaré, cómo es tradición. Espero poder estar tambien en san Juan pues este año por el problema de salud antes mencionado no he podido.

jueves, 16 de junio de 2011

Dos meses para la Jornada Mundial de la Juventud

Dentro de exactamente dos meses, el 16 de agosto, dará comienzo en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, un evento para el cual se están preparando dos millones de peregrinos jóvenes que van a venir a la capital de España a ver al Papa.

Puede resultar chocante, para quien está alejado de la Iglesia, que alguien pueda desplazarse a una ciudad cómo Madrid para ir a ver a un señor de mas de ochenta años y que representa a una institución tan denostada por muchas personas cómo es la Iglesia Católica.
Pero en realidad, esos millones de jóvenes que vendrán a Madrid (de puntos tan dispares y antagónicos como Italia, Chile, Mozambique, Nueva Zelanda o Irak por ejemplo) vienen a encontrarse con Jesucristo, el cual dejó a Pedro y a los demas apóstoles el encargo de mantener vivo su mensaje y de hacerle presente en la Eucaristía. Benedicto XVI es el sucesor de san Pedro y por ello viene a presentar a Jesucristo a los jóvenes, especialmente a aquellos que nunca han oido hablar del cristianismo o que están alejados de este.

Hoy me gustaría contar mi testimonio en una JMJ (Jórnada Mundial de la Juventud), estuve en Cólonia con la diócesis de Getafe en el verano de 2005.

Yo hasta 2004 era creyente, creía que Jesús es Dios hecho carne pero la verdad nunca me había planteado mi papel en la Iglesia mas allá de participar en misa, comulgar y confesarme. Aquel año fue el inicio de mi conversion, en la cual influyó el hecho de que me mudé a Villaviciosa de Odón (hasta entonces había vivido en Carabanchel) y el párroco de la iglesia mas cercana a mi casa (al cual le conocía desde pequeño) me animó a unirme al grupo de jóvenes de la parroquia.
En esta época era muy tímido, sufrí acoso escolar durante ocho años y el resultado fue el de convertirme en alguien introvertido, con miedo al que dirán y un tanto antisocial, al principio recuerdo que dudé porque desconfiaba de cómo me iban a tratar aquellos chicos.

No obstante, me decidí a entrar en ese grupo y realmente puedo decir que fue una decisión acertada. En los siguientes meses me integré totalmente en aquel grupo de jóvenes, hoy son mis amigos, entré a formar parte del coro parroquial, participé en diversas actividades del arciprestazgo (donde hice mas amigos) y poco a poco fui cambiando mi forma de ser, a mejor. Incluso me fui venciendo a mi mismo en una cosa que al principio me costaba mucho... leer en misa. En las primeras ocasiones que leí en misa siempre lo hacia muy deprisa, sin vocalizar y en voz baja, entonces el párroco me fue enseñando a leer mas pausadamente, vocalizando, a perder el miedo escénico y humildemente creo que ahora leo bastante bien.

En febrero de 2005 pasó algo realmente curioso. Se celebró una Jornada Diocesana de la Juventud en mi parroquia y mis amigos me propusieron ser voluntario de órden. En un momento de la noche estaba orando delante del Sántisimo (el cual estuvo expuesto durante toda la madrugada) y en ese momento pusieron una serie de fotografias a traves de un proyector de tal forma que la imagen del Sántisimo parecia quedar dentro de esas fotografias. Las imagenes eran de anteriores peregrinaciones de la Diócesis y tenían por mensaje "siempre he estado con vosotros". Solo recuerdo que cobré consciencia de que Dios siempre había estado a mi lado, pese a mis flaquezas, pese a que durante ocho años sufrí acoso escolar y pese a tantas cosas por las cual me consideraba lo peor de este planeta. Comencé a sentirme amado, sabía que Dios siempre me había amado y rompí a llorar. Quizá a muchos hombres les averguence decir que han llorado, pues existe el prejuicio de que "llorar es de mujeres" (de hecho, ahí tenemos la famosa frase dicha por la madre de Boabdil a su hijo), pero la verdad a mi nunca me ha avergonzado decir que he llorado mucho en la vida... lloré durante los años de bullying y lloré mucho en aquella noche, solo que con un sabor distinto, esta vez eran lagrimas de gozo, alegria y agradecimiento a un Dios que me habia creado, que me amaba desde la eternidad y que había sido capaz de entregar a su propio hijo en una cruz.

Aquel fue un momento crucial en mi conversión, me hizo implicarme con mas animo en las actividades de la parroquia, del arciprestazgo. Recuerdo que unos dias despues me preguntaron mis amigos si quería ir a la Jornada Mundial de la Juventud, que se iba a celebrar en Alemania. Al principio me eché un poco para atrás porque nunca había ido tan lejos de España sin mis padres (si había ido a Italia un año antes)y ademas me animó el hecho de que ibamos a ir con jóvenes de Villanueva de la Cañada a los que ya conocía (entre ellos una pareja que estuvo conmigo en la capilla durante aquella Exposición que he comentado).

En julio, un mes antes de la peregrinación a Colonia ocurrió algo que si hubiera tenido poca fe quizá habría provocado que no fuera a Alemania, y seguramente para muchas personas esa hubiera sido una decisión acertada. El 18 de julio falleció mi padre, recuerdo que yo estaba en Palencia y vine con mi familia de allí nada mas conocer la noticia. En los dias siguientes reflexioné un poco y llegué a dos conclusiones, la primera que mi padre querría que fuera a Colonia porque sabía que iba a ser feliz y que Dios me dió a mi padre y Dios me lo quitó, si aceptamos las cosas buenas que el Señor nos da, por qué no vamos a aceptar las malas? ademas me parecía algo bonito el ir a Colonia y rezar allí por mi padre.

El 8 de agosto de 2004 recuerdo que me desperté bastante pronto y tras desayunar y arreglarme (y recoger el macuto) vinieron a buscarme mis amigos y nos fuimos a Villanueva de la Cañada porque desde allí iba a salir nuestro autobus. De Villanueva fuimos al Cerro de los Ángeles, en Getafe, donde tuvimos una Eucaristía presidida por don Joaquín, el obispo auxiliar. Tras la misa pusimos rumbo a Colonia, a donde llegariamos unos dias despues tras dormir en diversas poblaciones europeas. Cómo nota curiosa recuerdo que la primera noche, en Figueres, nos dieron permiso los sacerdotes para bañarnos en la piscina del colegio donde estabamos alojados.

A Colonia sino recuerdo mal llegamos el jueves 18 de agosto, bueno no exactamente a esta ciudad sino a Dussendorf y desde esta localidad ibamos en tren a Colonia (cómo peregrinos teniamos el transporte público incluido). El viernes fuimos a Colonia y estuvimos todo el dia por allí, recorriendo la ciudad y viviendo el ambiente festivo y cristiano que la localidad respiraba. Recuerdo que uno de los chicos de la peregrinación tocaba una gaita gallega y como uno de mis amigos toca la darbuka iban tocando y era un espectaculo escucharles. Una de las cosas que mas me impresionó de este dia fue en un puente de Colonia desde donde se veían auntenticas riadas de gente de todos los colores y nacionalidades y yo iba pensando en lo de "os recogeré de entre las naciones y os reuniré haciendo de vosotros un único pueblo y siendo vuestro único Dios".

Al dia siguiente nos trasladamos a una población cercana a Colonia donde se celebró la JMJ. Cuando llegamos a aquel lugar, conocido como el Campo de María, recuerdo que me impresionó mucho el ver como los lugareños nos miraban con gran simpatia pese a que muchos no serían católicos (en esa región predominan los protestantes) y el ver a tantos miles de personas yendo hacia un mismo lugar.
Por la tarde, una vez instalamos los sacos de dormir (pues ibamos a pasar la noche al raso) recuerdo que muchos estabamos inquietos porque el cielo estaba encapotado y parecia que iba a caer el diluvio universal. Quizá para muchos sea coincidencia, para mi no, pero sucedió que comenzamos a rezar para que no lloviera y en el transcurso de la tarde el cielo se fue abriendo y, un rato antes de que comenzara la Vigilia con el Santo Padre, la imagen del cielo era realmente curiosa... alrededor del Campo de María se veían muchas nubes mientras que todo el trozo de cielo que estaba sobre nosotros se encontraba totalmente despejado. Un profesor de filosofía, sacerdote, comentaba el año pasado que Dios no va a hacer caso a las plegarias sobre el clima porque mientras para la novia es malo que llueva para el agricultor es bueno; pero vaya, en ese caso parece que el Señor quiso regalarnos buen tiempo para la Vigilia.

De la ceremonia la verdad recuerdo poco, pero duró unas dos horas y el mensaje de Benedicto XVI llamandonos a una revolución de santos caló hondo en todos los presentes. Una vez se hubo ido el Santo Padre nos pusimos a cenar (en la mochila de peregrino teniamos el almuerzo de ese sabado, la cena y el desayuno y comida del domingo)y despues, tras rezar Completas, el que quiso se durmió, otros nos quedamos hablando y otros fueron a la capilla del Sántisimo a rezar.

Debo decir que nunca he pasado tanto frio como aquella noche. Estaba metido en mi saco de dormir vestido con un montón de ropa e incluso con el abrigo y con un frio tremendo. Me debí de despertar unas cinco veces a lo largo de la madrugada y recuerdo que en cada una me senté un buen rato a reflexionar y a ver a las masas de gente que iban y venían de la capilla del Sántisimo.

En un momento dado recuerdo que me planteé si estabamos locos. Visto desde fuera, se puede pensar que todos los jóvenes que estuvimos allí durante aquella gélida noche (tengo la sensación de que incluso heló, el frio era muy intenso) y todo para escuchar a un anciano estabamos locos. Y la verdad, creo que si, estamos bastante locos pero no cómo para ir al manicomio sino que estamos locos de amor pues nos sabemos amados por Dios y deseamos amarle. Por otra parte, experimenté un gran sentimiento de fraternidad puesto que allí nos encontrabamos millones de jóvenes venidos de distintos lugares del mundo, cada uno con su idioma y costumbres, pero todos con algo en comun. Quizá lo mas grande que un hombre puede tener en comun con otro hombre, el sentirse hijo de Dios, sentirse amado por ese Dios que puede hacer obras maravillosas en los hombres si le abrimos de par en par las puertas de nuestro corazón, sin miedo. De esa forma, amando a Dios sobre todas las cosas y al projimo cómo a nosotros mismos es cómo se puede cambiar de verdad el mundo, llevando a cabo la revolución de los santos, la verdadera revolución, esa que nació en Palestina hace dos mil años cuando todo un Dios se encarnó en lo mas humilde, un bebé que nació en un pobre portal en la localidad de Belén.
Realmente, esa noche experimenté el gran gozo de ser cristiano y de tener un Dios que me amaba tanto y que perdonaba mis pecados y me llamaba a la vocación de la santidad.

Al dia siguiente, tras la Eucaristía (en la cual Benedicto XVI volvió a insistir en esa revolución de santos) los peregrinos volvimos a las localidades donde teniamos los autobuses (y nuestras pertenencias) para reemprender el viaje de vuelta a nuestros paises. Ocurrió otra circustancia que me hizo reflexionar sobre el ser cristiano. Antes debo advertir que no pretendo decir que por ser cristiano soy mejor que los demas, pero si creo necesario compartir las reflexiones que entonces me vinieron a la mente.

Resulta que tardamos (la mayoria de los de nuestro autobus, hubo personas que tardaron mas) unas cuatro horas en coger el tren de vuelta a Dussendordf (en este aspecto la organización fue un poco mala, pero bueno) por la cantidad de personas que haciamos cola. Sin embargo, en ningun momento nadie se puso nervioso, nadie intentó colarse ni hubo conatos de avalanchas (cómo,por desgracia, ha ocurrido en otros actos de jóvenes). Ya digo, no pretendo decir que se es mejor por ser cristiano, pero si que durante esas horas reflexionaba sobre la paciencia cristiana y el respeto al projimo y me di cuenta de cómo cambiaría el mundo si todos fueramos así.

Una vez llegamos a Dussendordf, y tras esperar a los rezagados, los de nuestro autobus salimos rumbo a Bruselas, pues allí ibamos a pasar una noche en el hotel (la única noche en que dormimos de una forma que no fuera en saco de dormir). Me tocó en la habitación con uno de mis amigos de la parroquia y recuerdo que estuvimos cenando algo (a las dos de la mañana o así) y rezando Completas antes de ir a dormir (y tambien el que quiso se duchó, que supongo seríamos todos, pues en Alemania las condiciones de las duchas que nos tocaron no eran demasiado buenas, incluso un par de noches en un sitio (no recuerdo cual) consistió en un manguerazo al aire libre.

Tras pasar por varios puntos de Francia donde "acampamos" (lo entrecomillo porque dormiamos en colegios, durante toda la peregrinación y quitando la noche de la Vigilia) llegamos a Figueres donde nos volvimos a dar un chapuzón en la piscina antes mencionada y, por fin, el 24 de agosto llegabamos a Madrid.

Recuerdo que nos daba pena despedirnos pues al final del viaje todos hicimos bastantes amigos y durante el trayecto entre Figueras y Villanueva de la Cañada estuvimos compartiendo testimonios, telefonos y emails.

La verdad, fue una experiencia genial y que cambió mi vida. Cómo digo, me hizo crecer mucho en la fe, tambien me hizo darme cuenta de que no solo Dios me ama sino de que tengo hermanos que tambien me aman mucho y en quien puedo apoyarme en los momentos en que los pueda necesitar y con quien estoy en comunión de oraciones. Muchos de ellos hoy son amigos mios, algunos de ellos incluso pronto serán sacerdotes (venían tres seminaristas en el autobus, dos de ellos son diaconos y este año serán ordenados sacerdotes al igual que otro amigo al que ordenarán diacono tambien; por otra parte, tambien hice amistad con otro seminarista que ya es presbitero).

Amigo, si has llegado hasta aquí (reconozco que he escrito mucho) espero que mi experiencia te pueda ayudar. Si puedes, te animo a que vivas la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, a ser posible cómo peregrino o voluntario, no solo no te defraudará sino que vas a vivir algo que va a transformar tu vida.
Yo en agosto viviré la JMJ de Madrid cómo voluntario, de hecho llevo un año trabajando en ello.

miércoles, 15 de junio de 2011

Presentación

Hace unos años tuve un blog llamado "El Rincón de Carpe" en el que estuve escribiendo bastante tiempo, pero por motivos personales tuve que eliminarlo. Luego abrí otro blog, pero lo dejé abandonado por falta de motivación.

Hoy tengo otro blog llamado "Las Siete Colinas de Roma" en el que hablo sobre la que es mi gran pasión, la historia de la Antigua Roma. Pero me gustaría tener un blog en el cual compartir con quien tenga a bien leer mis humildes reflexiones sobre actualidad, deportes, historia (a modo general, no solo sobre la Antigua Roma), filosofía, religión y otros temas que vayan surgiendo y considere interesantes.

Soy licenciado en Humanidades por la Universidad Europea de Madrid y este año si Dios quiere voy a comenzar un máster sobre Historia Antigua en la Universidad Complutense de Madrid. Soy creyente cristiano y pertenezco a la Orden Franciscana Seglar, la cual consiste en que sigo el carisma de san Francisco de Asís perteneciendo a la Tercera Orden fundada por él pero sin ser fraile.

Durante los dos proximos meses sobre todo tengo pensado escribir sobre cómo voy viviendo la Jornada Mundial de la Juventud a celebrar en Madrid en agosto, el Tour de Francia (tambien recordando el primero logrado por Indurain), un Castrum romano con "conquista" de Numancia incluido y otros temas.

Espero que os guste mi blog. Me acompañais?